¿Y si Hinata fuera mujer? [H A I K Y U U ! !]

El Lechero; un gran apodo para ese idiota.

Hinata Shouyo tenía un problema, uno bastante fastidioso y que se suponía que era privado, pero un idiota lo había descubierto esta mañana.

[...]

Se sabe la razón por la cual Shouyo había escogido Karasuno y no es de sorprenderse que haga hasta lo imposible para poder ir; entre esas cosas se encuentra el recorrido de treinta minutos por la montaña en bicicleta para llegar a la escuela y de regreso hasta su hogar. Para ella ese es un pequeño precio a pagar para poder cumplir su sueño.

El único inconveniente en esto era la constante insistencia de la escuela por que las mujeres lleven falda, no es que no le gustara usarlas pero Shouyo es consiente de lo poco cuidadosa puede llegar a ser, por ello ha sufrido muchos accidentes a lo largo de su vida por el uso de estas prendas.

Entonces, un día antes de entrar a Karasuno, se le ocurrió algo; como tenía que manejar su bicicleta lo mejor sería ponerse un pantalón ¿Cierto? Por ello decidió ponerse la parte superior de su uniforme normal, guardar la falda en su bolso e ir con el pantalón de gimnasia, antes de llegar a la escuela se escondería en algún lugar, se pondría la falda y listo. El problema estaba solucionado desde la perspectiva de Shouyo, lo puso a prueba y durante casi toda la semana había funcionado, y hubiera seguido así si es idiota no se hubiera entrometido.

[...]

Como siempre, Shouyo había salido de su casa con cuarenta minutos de anticipación para así poder llegar a tiempo. Ese día igual había tomado la desviación de siempre para no ser vista mientras se cambiaba.

Hinata había dejado su bicicleta aún lado de un par de arbustos y se había escondido tras ellos para no ser vista. Para su mala suerte ese día no era la única con los planes de pasar por ahí; un chico pasaba por ahí y se le hizo raro ver una bicicleta tirada a un costado del camino, así que se acercó para ver que sucedía, claro que él no esperaba ver a una chica con los pantalones hasta los tobillos.

- ¿¡Pero qué diablos!? - gritó el chico asiento de Shouyo se percatara de su presencia.

- ¡¡Aaahhhh!! - lo único que pudo hacer la chica para defenderse fue tirarle un zapato a la cara. Se terminó de quitar los deportivos y se acomodó la falda que, gracias a alguna deidad, se había puesto antes.- ¿¡Qué diablos haces!?

- ¡Eso debería preguntarte! ¿¡Qué diablos haces desvistiéndote en vía pública!? ¿Acaso eres una exhibicionista?.- le chico tenía fruncido el ceño y la miraba severamente. 

Shouyo se incorporó y cojeando fue por su zapato, que estaba a mitad del camino, se estiró las medias y alisó la falda, volteó para mirar al chico tras ella y frunció el ceño igual que él.

- Eso no te importa.- colgó su bolso en su hombro, tomó su bicicleta y siguió su camino como si no hubiera pasado nada. El desconocido la seguía y eso le ponía los pelos de punta ¿acaso era un pervertido?.- ¿Porqué rayos me sigues?