Capítulo 3:

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Una vez más gracias por continuar leyendo está historia (no en serio no sé que diablos hacer con ella, si reescribirla, eliminarla... mep, ya veré)
No soy dueña de Por trece razones.

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Justin:

«Dejó de intentarlo con Alex estaba claro que eso era un callejón sin salida, por mucho que lo intentase siempre acabaría rechazado.
El primer día que lo vio estaba lleno de esperanza, tenía claro que lo ocurrido en la fiesta tenía que significar algo, pero estaba claro que solo había significado algo para él. Una vez más Cupido se había equivocado al lanzar sus flechas.

A primera hora del día siguiente al entrenamiento se había sentado al lado de Zach que se encuentraba garabateando líneas sin sentido aparente en sus apuntes de biología, era consciente de que estos últimos cuatro días lo había pasado realmente mal y eso se notaba a todas luces, por ejemplo en la cara de sueño que traía o en lo penoso que había sido ayer en el entrenamiento... y Justin no se había quedado atrás, menos mal que ni Alex ni tan siquiera Jessica habían quedado para mirarles.

El profesor de biología no se hizo de esperar y quince segundos después de haber tomado asiento Justin entró.

— ¿Debería pasarle las cintas al siguiente? — le preguntó Zach al fin levantando la vista de su libreta, hacía dos días que las había terminado y aún no tenía claro que haría con ellas ya que si llegaban a caer en manos de la razón doce o en la trece... estaba seguro de que algo bastante malo sucedería. — ¿Tú que hiciste?

— ¿De verdad crees que importa? Las rompí a martillazos, pero igualmente Tony se encargó de hacérselas llegar a Jessica...¿Tú crees que quería que Jessica se enterase de todas las mentiras que cuenta que sucedieron en la fiesta?

Se mantuvieron la mirada durante unos segundos hasta que Zach la desvió.

El profesor encendió el ordenador, comenzó a poner las faltas y para ello empezó a nombrarlos.

— No lo entiendo. — Rompió el silencio Zach de nuevo. — Yo no hice lo que dice en mi cinta... — Zach volvió a bajar la vista y sigió garabateando cosas en su libreta, estaba dibujando un triángulo al que luego coloreó con la propia mina del lápiz, lo hacía con tanta fuerza que Justin casi no se sorprendió cuando se le rompió la punta. — Es decir, la gran mayoría de las cosas sí las hice, pero no tiré su carta. — Zach se agachó en un intentó de demostrarle por fin su inocencia a alguien, sacó su billetera de uno de los bolsillos delanteros de su mochila y le enseña la nota que meses atrás le había escrito Hannah.— No tiene sentido.

— Ya sabíamos que estaba algo tocada. — respondió Justin.

Zach lo miró molesto de nuevo.

— ¿Zach Dempsey? — les interrumpió el profesor.

— Presente. — dijo Zach levantando la mano y esperó a que dijera el nombre de Justin que era el siguiente para reanudar su conversación.

—¿Justin Foley?

— Yo. — dijo Justin moviendo la mano como si estuviese saludando al profesor.

Una vez que pasó al siguiente alumno, Zach le dio un codazo a Justin

— Tío, está muerta, ten un poco de respeto.

— ¡Uh! ¡Qué miedo! Va a venir del otro lado para tenderme la mano y arrastrarme hacia el infierno.

— Justin, por favor... — susurró Zach.

— Está bien, está bien.

Por unos segundos volvió a hacerse un silencio entre ellos dos, el profesor siguió con la lista, ya apenas le quedaban diez alumnos.

— ¿Y entonces que vas a hacer con Alex? — intentó cambiar Zach de tema.

—Fingir que no ha pasado nada después de todo no está interesado en mí.

—Pero tú si en él.

—¿Y qué? También me gusta Jessica y ella y yo si nos correspondemos.

Zach agarró una goma de su estuche y comenzó a borrar todas las cosas que había dibujado a lápiz, pero lo había hecho con tanta fuerza que quedaba un gran borrón después de pasarle la goma.

El profesor acababa de comenzar a explicar el grupo de los cnidarios, justo donde lo dejó ayer.

— ¿Y si hay otro desliz? — preguntó Zach mientras continuaba borrando, se acercó a una de las esquinas con la goma y al hacer fuerza para borrar se le rasgó algo el papel.

—No lo habrá, Alex no siente nada, solo fue un polvo para él.

—¿Eso fue lo que te dijo? — volvió a mirarlo Zach.

De repente un fuerte puñetazo sobre la mesa del profesor los hizo callarse de inmediato.

—Foley y Dempsey al pasillo a seguir con vuestra conversación, cuando hayáis terminado llamáis a la puerta y ya me pensaré si os dejó entrar.

Tanto Zach como él comenzaron a recoger sus cosas sin protestar. Un compañero de ellos llamado Fausto levantó la mano.

—¿Me puedo ir con ellos?

—Sí quieres.

Y Fausto también comenzó a recoger sus cosas, Justin lo miró, estaba claro que solo lo había dicho para librarse de esa clase y no se equivocaba porque una vez fuera vio a Fausto ir hacia uno de los bancos, tumbarse en él, utilizar su mochila como almohada y su abrigo como manta.

Justin lo miró en silencio, antes él también hacia lo mismo y lo único que le impedía volver a hacerlo era el equipo de baloncesto...

—Bueno, Justin, hagas lo que hagas tú sabrás...

Justin hizo una mueca.

—Zach no te preocupes, después de todo solo fue sexo...—He incluso en ese tema también había un problema donde Alex tenía otro punto a su favor.

Zach se sentó en el suelo al lado de la puerta.

— ¿Crees que conseguiremos jugar este año en los estatales? — una vez más cambió de tema.

— Si ganamos el partido de hoy sin duda. — Justin se sentó a su lado.

Justin lo miró a los ojos y por unos instantes vio una creciente inseguridad en la mirada de Zach, la misma que tenía él.

— ¿Qué crees que pasará una vez que Porter las haya escuchado?

— No lo sé, pero Porter no puede escucharlas. — respondió está vez Zach.»

Esa tarde ganaron el partido, pero Zach y él apenas destacaron en esa victoria.

Ahora esos vagos recuerdos llegan a su mente mientras sigue inspirando el humo de su pipa de agua.

Si en ese momento las cosas ya estaban patas arriba, la llegada de Clay a ese singular grupo lo ha comenzado a quebrar.

Vuelve a espirar el humo... también desde aquella conversación sus problemas no habían hecho más que aumentar.

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