Eleven

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—No puedes dejar el equipo —le dije a Lauren cuando la encontré en la cafetería a la hora del almuerzo.

Cuando Ally y yo la perseguimos pudimos perderla entre la multitud, y en realidad era algo casi imposible ya que siempre que pasábamos en los uniformes abrían un camino para que nosotras pudiéramos desfilar ante ellos, pero aún así Lauren pudo perderse de nuestra vista. No fue hasta ese almuerzo que pude verla, sin el uniforme de animadoras.

—Le dejé el uniforme en el bote de basura de su oficina, ¿crees que es tiempo para arrepentirme? —Lauren comenzó a reír mientras encajaba su tenedor de plástico en una bolita de papa.

—Lauren, estás siendo irracional, no dejes que ella gane —dije.

—¿La entrenadora? —preguntó Ally sentándose a mi lado.

—No —contesté—, no dejes que Eva gane.

—Normani tiene razón, ella se quedó con Camila, tú quédate con el equipo —Ally comentó y se ganó una mirada escandalizada mía.

—Ally —le espeté—, por favor.

—No regresaré —Lauren dijo—. Y esa es mi última palabra.

—¿Entonces dejarás de lado todo por lo que has luchado desde primer año? —Ally preguntó.

Lauren dio un suspiro largo y después miró a Ally con una sonrisa cínica.

—Desde el día uno en ese equipo trabajé para obtener el mejor puesto pero la entrenadora se lo dio a Normani.

Miré cómo Ally me lanzó una mirada de preocupación, como si esperara que yo me defendiera sobre las palabras de Lauren.

—No estoy diciendo que lo merezca más que tú, Mani, pero...

—No estoy diciendo nada —interrumpí.

—Chicas, no tenemos por qué pelear —Ally intervino.

—Tienes razón —apoyó Lauren—. Ni siquiera estoy en el equipo ya, no debemos pelear por esos puestos sin importancia.

—Voy a dejar el equipo —avisé.

Ally y Lauren me vieron con preocupación en los ojos.

—¿Estás loca? —Preguntó Lauren.

—Yo también me saldré del equipo —dijo Ally.

—Las dos están locas —Lauren confirmó.

—No tiene caso seguir en las animadoras si tú no estás. Las tres comenzamos juntas y el plan era que termináramos juntas también —dije.

Lauren negó con la cabeza y se levantó de su lugar, tomó su bandeja de comida y antes de salir de la cafetería la dejó encima del bote de basura. Ally y yo nos mantuvimos en silencio hasta que ella salió del todo.

—No vamos a dejar el equipo, ¿verdad? —La más baja preguntó.

Volteé a ver a Ally y le lancé la mirada más incrédula que pude.

***

La tarde del día siguiente estábamos en casa de Lauren con ella, Ally y Dinah se nos unió al final de las clases. Habíamos planeado una tarde con Lauren porque desde que dejó el equipo la notamos diferente, era invierno en Arizona y pronto haría más frío del habitual. Así que Ally hizo postres de chocolate para Lauren y yo compré todas las golosinas favoritas de mi mejor amiga, y Dinah solamente se quejaba porque le habíamos dicho que veríamos toda la tarde Glee, porque era la serie que nos animaba en días oscuros, o al menos así era para Lauren y para mí.

have you ever dated a quarterback?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora