#Capítulo 1

38 2 2
                                    

-¿Cansada?- me preguntó Tiffany después de que me recostara en el incómodo blanco de la plaza local.

-Tiff, déjala, está claro que sí- le respondió Ashley con tono maternal mientras me pasaba un poco del pan que sobraba de ayer.

-Nunca entenderé como te cansas tanto trabajando en una librería- dijo Ashtrid negando con la cabeza.

Me incorporé y le di un gran mordisco al pan. Estaba hambrienta.

-Háblame cuando tengas que pasar el día persiguiendo niños revoltosos que tiran libros y corretean gritando por los pasillos- acoté con la boca llena.

-Oigan, ¿y Ross?- preguntó Ámbar.

-¿Me extrañaban?- dijo apareciendo mi rubio amigo.

-No te hagas ilusiones, Lynch y trae para acá- dije yo señalando la caja que traía.

Él dejó la caja de pizza en el banco. Inmediatamente la abrí y saqué un trozo. Los otros repitieron mi acción.

Después de la no muy digna cena. Me recosté en el banco y miré al cielo.

“Les prometo, mamá, papá, Jessi, que algún día los vengaré”- pensé mientras una lágrima rodaba por mi mejilla.

Después de esa promesa cerré los ojos ya ya no fui consiente del resto.

------------------------------------------------------------------------

Me levanté sobresaltada al sentir como algo helado caía sobre mí, empapándome.

-¿Pero qué demonios?- murmuré al verme completamente mojada. Levanté la vista y vi a Tiff con un vaso en la mano.

-La tercera es la vencida, Simons- dijo y se fue con una sonrisa triunfal en el rostro.

Sin darle mucha importancia y tiritando de frío, busqué un poco de la ropa que Ashley y Ashtid habían conseguido con descuento del local donde trabajaban y me dirigí a los baños públicos del centro de la plaza.

Entré, me cambié, y al salir miré la hora. La biblioteca abría a las 8:30.

8:15

¡Rayos! Si no me apresuraba llegaría tarde.

Volví apresuradamente donde se encontraban las chicas y solo me encontré a Ross allí, quién su cruzaba su bolso bandolera.

-¿Y las demás?- le pregunté, todavía tiritando un poco.

-Ya se han ido- respondió, volviéndose hacia mí- Y tú también deberías de haberlo hecho ya-  espetó y me arrojó mi bolso.

------------------------------------------------------------

Caminaba por el centro de la ciudad cuando un delicioso aroma inundó mis fosas nasales.

Provenía de la panadería que se encontraba cruzando la calle.

“Sigue caminando Isa, no te detengas”- me repetía una y otra vez mi conciencia.

Demasiado tarde.

A conciencia o inconsciencia, mis débiles y flacuchas piernas ya se dirigían para allí.

Crucé la calle corriendo y me quedé enfrente de la vidriera, mirando como idiota hacia su interior.

El olor a pan recién hecho me invadió y mi estómago rugió.

Y volvió a rugir.

Un señor que, aparentemente, allí trabajaba, se asomó por la puerta de entrada y me preguntó:

-¿Necesita algo señorita?

Me volví hacia él y le respondí con una sonrisa falsa:

-No, todo está genial, gracias.

Él asintió y se adentró de nuevo en la tienda.

Mi estómago volvió a rugir, ésta vez con más intensidad. Suspiré y me di vuelta para retomar el camino a la biblioteca. Fue ahí cuando reparé en la presencia de un chico que se hallaba a mi lado y me miraba fijamente con ojos castaños. Tenía el pelo castaño y alguno que otro rulo caía sobre sus ojos.

-¿Quieres algo?

Salí de mi trance. El chico se hallaba a unos centímetros míos, mirándome con una amplia sonrisa. Señaló la panadería.

-N… n… no… está… bien- le respondí torpemente aún mirando sus ojos castaños.

-Insisto, ven- me dijo agarrándome del codo y empujándome dentro de la tienda. Su tacto se sentía tan bien que me dejé llevar.

El olor a pan matutino volvió a inundarme y mi estómago volvió a rugir.

-Hola Henrie- saludó el chico X a un hombre mayor que le sonrió amablemente.

-¿Qué vas a llevar, hijo?- le preguntó “Henrie” al chico X.

Él me miró. Yo sólo cambié el peso de una pierna a la otra. Incómoda.

-Dame un kilo del mejor pan que tengas- le dijo el Chico X.

Henrie agarró una bolsa, metió unos panes dentro, lo pesó, y se lo entregó al chico X.

-10.50 muchacho.

Chico X le pagó y me volvió a arrastrar, ahora fuera de la tienda.

Al salir el frío viento de invierno me golpeó la cara y me dio un escalofrío.

Chico X me tendió la bolsa y me sonrió cálidamente.

Tomé la bolsa indecisa.

-Soy Ashton Irwin, un placer- dijo tendiéndome la mano. La cual tomé insegura.

-Em… g… g… gracias… Ashton, pero… debo irme- le dije tartamudeando y me di vuelta para seguir el camino a la biblioteca.

Pero sentí como una mano me tomaba fuertemente por la muñeca.

Me volví encontrándome nuevamente con los ojos castaños de Ashton.

-Aunque sea dime tu nombre- pidió con tono suplicante.

Perdida en sus ojos le respondí:

-Isabella Simons- me solté de su agarre y eché a correr.

-------------------------------------------------------------

Primer capítulo!

Aclaración: Para este capítulo me inspiré un poco en una novela que leí hace tiempo.

Noten que cambié algunas cosas. Ya las arreglo. Paciencia chicas

Kisses xoxo ♥♥

-Sol

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 02, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Change you life [Proximamente - Abril 2014]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora