Janelle [#1] •TERMINADA•

Capítulo final

JANELLE

Había llegado el momento que tanto me pedía inconscientemente que no llegase: Ver partir a Eric sin saber del todo cómo se darían los acontecimientos.

Tenía miedo de que Eric me olvidase en cuanto pisara Londres y encontrara miles de chicas mejores que yo muriendo por estar con él.

Él me había prometido una y otra vez que nada cambiaría, que estaríamos en continuo contacto y seguiríamos queriéndonos cada vez más, pero tenía miedo.

Chicos como Eric solo se encuentran una vez y me daba miedo se alguien más descubriese lo valioso que es.

Él me ha había hecho madurar y me ha enseñado muchas cosas, lo principal y que más hondo me ha llegado, ha sido el superar el pasado y disfrutar el presente. También me había enseñado lo que era el amor y lo que era ser amada, valorada y respetada realmente por alguien.

A pesar de todos mis miedos e inseguridades, confiaba en Eric y estaba dispuesta a arriesgarme por él una y otra vez, las veces que hiciesen falta hasta que todo saliese bien.

Limpié mis lágrimas y esperé a que mis ojos rojos volviesen a la normalidad antes de salir al exterior.

Todos estaban despidiendo a Eric y eso me estaba partiendo por dentro.

Deseaba que él no tuviera que irse, pero sabía que debía hacerlo.

No fui lo suficientemente valiente como para ver partir al amor de mi vida en directo, por lo que me negué a acompañarle al aeropuerto.

Y sí, creía que Eric sería el amor de mi vida y estaba convencida de que éste la mayoría de las veces no llega en orden a la vida de la gente.

Puede que quien me escuche crea que soy ingenua, que no aprendo de mis errores y un largo etcétera, pero a decir verdad, Eric Brown siempre será el amor de mi vida, da igual que otros amores puedan llegar después de él. Porque él es quien me ha enseñado a amar de verdad, quien me ha enseñado el verdadero significado del amor, con todas sus letras, con toda su intensidad.

Me despedí de él antes de que se marchase con todo el dolor de mi corazón, sintiendo que me rompía si él no estaba conmigo, y le llené de todos los besos que pude antes de verlo ir.

Me prometió que volvería pronto, pero tardó bastante más de lo que tanto dijo.

Un año después...

Mi móvil vibró y enseguida lo alcancé para desbloquearlo rápidamente. Suspiré al comprobar que el mensaje que acababa de llegarme no era precisamente de la persona que esperaba.

Llevaba sin hablar con Eric dos meses, y le echaba de menos.

Al principio todo fue viento en popa: Abundaban las llamadas, los mensajes a todas horas e incluso las vídeo llamadas, y por supuesto las mil y una promesas de volver al mes siguiente.