Irreconocible. [Styles y tu]

→Capitulo 1: Visita inesperada.

Capitulo 1

_____.

—Mamá te dije que me compres una entrada para el concierto —dije como una niña caprichosa y malcriada.

No era así en realidad mi personalidad, pero quería taladrarle la cabeza a mi madre para que me dijera que iba a comprarme una entrada para el concierto de One Direction.

No soy fan ni nada de eso, pero me parecen demasiados sexys. No me odien, pero es verdad eran muy hermosos.

Mi favorito era Harry Styles, sus ojos me encantaban, me hacían acordar a los ojos de mi mejor amigo en kinder. Con respecto a la banda me gustaban las canciones y sabia un poco de información, porque sería ridículo ir solo porque son lindos ¿No?

Mi mejor amiga Allison me invitó a ir y era mañana el concierto, por santa vaca deseaba más que nada ir.

Mi madre interrumpió mis pensamientos.

—No lo sé, ¿Irás sola? —preguntó con un poco de preocupación.

— ¡Mamá eres millonaria, no te cuesta nada hacerme feliz por unas horas! —contesté en súplica—. Y sí, voy con Allison.

—Bueno _____, pero recuerda que te tienes que poner muy elegante porque va a venir una familia muy importante para tu padre y tenemos que estar hermosas —dijo como si… ¿Estuviera ocultando algo?

—Emm… ¿Qué me estas ocultando? —pregunté curiosa. Yo la conocía, era mi madre, cada rasgo era igual al mío, sabia cuando me ocultaba cosas o me mentía.

—Tú solo ponte linda ¿Sí? —dijo dulcemente.

—De acuerdo ma —la abracé—. Te quiero, gracias por las entradas.

Sonrió en respuesta y se fué. Subí las escaleras con la mirada en el suelo y me choqué con alguien. Levanté la mirada y era mi padre, era mi oportunidad para preguntarle quién venia.

—Papá, ¿Quién viene a cenar? —pregunté con curiosidad.

— “Quiénes vienen” —corrigió resaltando el “quienes”.

— ¿Quiénes vienen a cenar? —pregunté otra vez con cara de regañada.

— ¡Una familia importante, ya, ya, vete a cambiar, vienen a las 9:00 y son las 8:00! —me dijo dándome palmaditas y empujones hacia mi cuarto.

— ¡Bueno bueno, tengo patas eh!

Él soltó una carcajada y lo vi perderse por las escaleras. Me adentré a mi cuarto, bufé y dije para mí misma: <<¡Una hora, que locura, tengo mucho que hacer!>>

[...]

<<Terminé, me veo presentable>>. Vestía un vestido negro de Dior, que resaltaba mis curvas no muy marcadas ya que solo tengo unos 17 años de edad, unos zapatos rojos de Jimmy Choo y accesorios de Tiffany que me había regalado mi padre en mis 16 años, eran de oro blanco y diamantes de 18 quilates, un lujo.

Me maquillé con mucha mascara, una sombra natural y labios un poco rojizos, no muy exagerado porque mi ropa era muy cargada y al final mi pelo recogido en un moño.

Bajé las escaleras y observé a mi padre con un smoking blanco, sonriendo de oreja a oreja viendo a mi madre con un vestido de Gucci, hecho exclusivamente para ella.

Los dos giraron a mirarme, ya que hice un ruido horrible con los tacones. <<¡Maldición, no sé usar los tacones!>>

—Estas muy hermosa hija —dijo ella con alegría en cada palabra.

—Tú estás que matas con lo hermosa que estás —admití yo derrochando la frase “chupa medias” en cada palabra. Pero era verdad, no lo podía negar, estaba hermosísima y se le resaltaban esos hermosos ojos azules que tiene.

—Bellísima —dijo simplemente mi padre, inspeccionándome de arriba a abajo.

“TIN TON” se escuchó en la puerta.

Sí… era la familia ya que eran las 9:05 <<Pero que atrasados estan>> pensé irónicamente y reí para mis adentros.

Inspeccioné la sala y vi la mesa con la vajilla de porcelana fina, que solo usábamos para Navidad, y las copas de cristal con borde de oro traídas de Francia.

— ¡Oh, deben ser importantes! —susurré.

Mi padre fue muy feliz a abrir pero antes me susurró “No te desmayes” con algo de diversión y lo miré confundida hasta que abrió. Mi mandíbula se fué al demonio, no podía creer que era nada más y nada menos que…

Bueno, bueno, estaba exagerando, pero era Anne y Robin. Osea que mis padres decían que iba a venir la familia Styles.

—Cierra esa boca que te va a entrar un enjambre de moscas —dijo mi padre en un susurro, casi inaudible para que solo yo lo escuchara. <<Jaja, bobo>>

—Hola Alice, Hola Jonh — Anne saludó a mis padres—, Tanto tiempo.

— ¡Hola Anne, tanto tiempo sin vernos! —dijo mi madre.

Paren, paren, ¿Mi madre y mi padre conocían a Anne y a Robin desde antes? Esto es una locura.

—Hola Alice, Hola Jonh —saludó Robin.

—Hola _____, me han hablado mucho de ti —me saludó ella—. Un gusto, soy Anne.

—Hola querida _____, soy Robin —se presentó él con un tono más cordial y educado.

—H-hola —dije tartamudeando nerviosa y  sentí que mis manos sudaban.

Ellos sonrieron tiernos por mi tartamudeo y se fueron con mis padres. Busqué con la mirada al chico que esperaba ver, Harry.

Anne se dió cuenta y respondió a mis pensamientos.

—Lo siento cariño, Harry esta ocupadísimo con las cosas para el concierto de mañana, y no va a poder venir —dijo algo triste.

—Entiendo —era lo único que podía decir, no me salía nada más, ahora estaba ¿Triste? Pero no importa mañana lo vería en el concierto.

— ¡LA COMIDA ESTA EN LA MESA! —gritó mi madre desde la sala.

Todos fuimos al comedor en silencio y en el momento que mis padres y los Styles empezaron a hablar de negocios me perdí en mis malditos pensamientos. Me quedé mirando la comida sin tocarla, <<¿Por qué vinieron ellos y no él?>> Algo era algo, esto era mucho pedir, ya que nunca nada de lo quiero aparece mágicamente en la puerta de mi casa, mansión, lo que sea.

Estuve así unos minutos mirando la comida, sin parpadear, solo pensando en alguna cosa que no tenía importancia. Me sacaron de mis pensamientos “Importantes” cuando pasaron una mano por mi cara con algo de frenesísmo y preocupación. Parpadeé. Auch, me ardían mucho los ojos.

—Parecías un zombie —dijo mamá haciendo como si estuviera muerta y todos reímos a carcajadas por un rato para que luego ellos retomaran su conversación de negocios y bla bla bla, aburrimiento para mis oídos.

Inspeccioné la comida: salmón con cosas raras que ni yo sabía lo que era, hecho por el chef de la casa, Buddy. Comí un poco, estaba rico, pero no quería comer, solo lo hice por la mirada amenazante de mi madre.

Se hicieron las 10:30 y yo mirando la nada con la mente en blanco. Se escuchó ese molesto “TIN TON” devuelta.Bufé y salí, disparando a la puerta.

Abrí y era…