El Diario De Sarah Brown Una Historia Que Contar...

Capitulo 2. Mi Familia

Septiembre

Solo falta una semana para comenzar las clases, estoy 3° grado de secundaria, no estoy tan emocionada como lo escribo, mas bien estoy frustrada, no por comenzar, si no, que no voy a estar con mis amigas, voy a estar sola recorriendo el insti sola, lo bueno es mi hermano Gabe, Trevor y mi hermano Andy van a estar conmigo,... espero.

 Yo no soy de esas chicas de estar en tienda, en tienda y  en peluquerías ni nada por el estilo, sé que no suena femenino, pero vamos fui criada con 6 hombres en casa y una mujer que se esperaban. Es muy divertido ser la única chica de cuatro hermanos de la familia así todos me consienten. Si señores como dije antes, la única niña de 5 hermanos.

 El primero de los hermanos es Gabe, tiene 16 años, es muy sobreprotector, como lo dije antes, siempre se la pasa metiéndose en lios por cual quier chico que se me ha cerca, el me lleva y me trae a todos lados, porque tener un hermano con carro hay que aprovecharlo, siempre me vigila, el es como mi segundo papa pero un poco mas joven; pero igual lo adoro, no solo lo digo porque tiene carro, si no porque le tengo una confianza enorme, es el mejor hermano del mundo( igual que Trevor y Andy).

 El segundo es Trevor tiene la misma edad que yo pensaran que somos morocho, pues si, si lo somos; el se cree mayor que yo porque salió antes, que por 1 minuto, por un puto minuto, es el hermano al que le cuento todo, al igual que Gabe, él es el típico hermano mujeriego, deportista y bla bla bla.

 Despues de Trevor vengo ¡YO! la princesita de la casa. Soy la mas consentida de la casa, la princesita de papa y mama, y obviamente de mis hermanos excepto de los menores, ellos son mis consentidos, aunque sean unos "Diablitos".

 Nosotros somos los tres hermanos mayores.

 Después viene Andy, él tiene 14 años, él es mi deportista, él juega fútbol americano, al igual que Trevor y Gabe es como una tradición en la familia o algo así todos juegan fútbol americano, mi bisabuelo fue el capitán del equipo de su equipo de fútbol, luego fue mi abuelo, mi padre, Gabe, Trevor y por ultimo Andy los tres sois los capitanes de su equipo de fútbol y mi papa los entrena, me encanta el fútbol americano, a el le cuento de mis cosas pero no tanto como a Gabe y a Trevor. Le cuento toda la historia, pero solo una página  no se la sabe.

 Y al final están los dos terremotos de las casa, los que ocasionan el desastre en la casa, los que arrasan con todo a su paso, damas y caballeros les presento a Chad y Carter, ambos tienen 07 años y son gemelos, son los “Angelitos” de la familia según mis tíos, pero eso “es cierto”. La verdad yo pienso que son un desastre siempre se la pasan en mi habitación saltando en mi cama poniéndose mi ropa jugando con ella pero son muy graciosos son mis “diablillos chistosos”. En realidad ya me acostumbre a ello, porque se la pasan ahí y son mis hermanitos, así que igual los quiero, siempre se la pasaban engañando a mis amigos de Los Ángeles siempre los confundían, de cual es cada quien, son unos loquillos los amo tanto,…  la única que sabia quien era quien, era yo, hasta mis padres y mis hermanos los confunden, siempre me están diciendo:

-Sarah ven acá, dime por favor ¿Quién es Carter y quién es Chad?

-Les respondo: Carter camisa azul, Chad camisa verde

-Gracias.

Y siempre los terminan regañando.

Estos son mis 5 hermanos.

Mis padres se llaman:

Bob y Liz Brown, como ya lo había dicho antes, son dueño de una tienda automovilística y  mi madre tiene la tienda más grande y famosa de EE.UU,  llamada “Looks Your Style”.  Siempre mis amigas y yo íbamos y comprábamos ropa,… bueno ellas eran las que pagaban yo no, mi mama siendo la dueña claro que no iba a pagar. Y se preguntaran como mi hermano Gabe como consiguió el auto, pensaran que se lo regalo mi padre  porque es dueño de una automovilística, pues no, mi padre le dijo que si quería un carro que lo comprara él, para que fuera independiente y que mi padre no le estuviese regalando cosas ni prestando dinero para sus cosas. Desde ese día mi hermano se compra sus propias cosas sin pedírselo a mi padre.