Rosas para Jude | TERMINADA

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—Pasa. Hay pizza en el refri.

Entro a casa de Cody y durante un momento, me permito pausar los horrores de mi cabeza.

Aquí me siento como en mi propio hogar. Ese que no está en la casa donde viven mis padres y mis hermanos. Ese que no está en el mismo sitio de la mayoría de mis recuerdos.

Mi hogar es este.

Hogar es donde está tu familia...aunque tu familia sea sólo una persona.

Junto al chico que acaba de abrir la puerta. El chico de pelo negro azulado, con enormes ojos color carbón y la tez pálida como el papel. Ese chico con un aro en el labio y todo su cuello tatuado con una densa cortina de humo.

Mi impulsivo acto es arrojarme a su cuello y fundir mi nariz en su pecho para aspirar con regocijo el delicado olor a tabaco y mentol, que siempre lleva encima.

Él deja reposar sus manos sobre mi espalda y cierra la puerta una vez que ambos estamos al otro lado del tapete.

—Gracias—le digo apenas me aparto.

—Ya sabes... Tú casa... Iré a mi habitación. ¿Puedes calentar la pizza sin anchoas? Sabes, odio todo lo que tenga que ver con bichos en el mar.

—Descuida.

Le dedico una sonrisa y él me besa la frente antes de dirigirse al pasillo que lo conduce a su cuarto.

Cody vive en una casa de barrios bajos en Saint Bari. Sólo dos habitaciones (una para él, la otra para su madre), un solo baño y una cocina-comedor. No es la vida de ensueño que siempre tuvo Alex o la que mis padres nos intentaron regalar siempre, pero nacemos donde nos toca y si puedo ayudarle, siempre será en la medida que las posibilidades lo permitan.

Abro el refrigerador y encuentro lo de siempre: pizza rancia y latas de cerveza. Rara vez hay otra cosa. Por ejemplo, hoy es una rara vez en que hallo un trozo de zanahoria podrida cual quito y tiro en la cubeta.

Enciendo el microondas sobre la mesada y busco un plato donde pasar porciones de pizza para calentar.

También me gusta sin anchoas, pero creo que se debe a que mi padre es vegetariano. Nunca intentaron forzarnos ni a mí ni a mis hermanos en su dieta, aunque sí creo haber aprehendido cierta evitación a todo lo que tenga que ver con carne animal, si es que hay otras opciones disponibles.

Cody y su madre también son dueños de un perro callejero que tiene una improvisada casita de madera que le regaló mamá, al igual que las visitas al veterinario. Mamá no dejaría a un perro sin sus vacunas y desparasitaciones básicas, además que hubo insistencia mía para que nos ayude a costearle sus necesidades.

El dinero que Cody recauda en su trabajo paseando perros es inversión a la banda, necesaria ya que en esto ve su vocación, eso a lo que se quiere dedicar para siempre y yo he sabido tomar ese amor por la música. Por la buena música. A él le debo haber conocido las mejores canciones que escuché en mi vida.

La otra fuente de ingresos que tienen es la de la señora Thompson, madre de mi novio, mesera de Tony's Pub. Trabaja en las noches, tiene sólo un día de franco a la semana, pero dónde va a parar su dinero es todo un misterio ya que a las cuentas de la casa sólo dedica una pequeña parte.

Tengo mis teorías; lo lamentable es que no le hacen justicia. Espero estar equivocada. De momento decido no meterme en la vida de ellos ya que la mía no es en absoluto ejemplar.

Cuando suena la alarma del microondas, saco el plato tibio con la comida humeante. Lo dejo sobre una bandeja y quito, además, dos latas de cerveza del refri cuales también adhiero junto al plato de comida.

De pronto la imagen de la rosa, el chico del tren y los mensajes, se atraviesan en mis pensamientos provocándome una oleada de escalofríos.

Intento despejar mis pensamientos y llevo las cosas hasta la habitación de mi chico: esa cueva adolescente con pósters por todas partes, una Play Station, TV algo pequeña y una cama de plaza y media en frente a la pantalla donde solemos pasar hasta las tantas de la noche, jugando. A veces peleamos cuando le gano en Zombielogy.

Pero algo me anuncia que la cosa no está bien apenas entro con la bandeja en las manos.

Está él ahí, sentado a la orilla de la cama y el rostro desencajado como si algo lo estuviese enfureciendo terriblemente.

Se le marcan los músculos de la mandíbula, el tatuaje en su cuello se tensa junto con sus venas y bajo su camiseta negra de mangas largas, también distingo sus brazos y hombros muy tensos.

Hasta que mis ojos llegan a sus manos.

Tiene una rosa.

"Tu primera rosa, Jude".

—Se te cayó esto—dice y me mira irascible. Acto seguido presiona la flor hasta que se pudre en su puño. La destroza.

—Cody...—murmuro.

—¿A qué crees que estás jugando?

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#ROSASPARAJUDE

BOOKTRAILER:

Esta es la persona que eligieron para Cody. Qué opinan lo demás?? Necesitamos un chico con tattoos en su body (cuello específicamente xD)

En fin, es todo por ahora.

Ya les dije que les amo con el kora?

Es todo por ahora, son muy importantes <3

Besos!!

L.