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ACUARIO PDV:

Virgo había tenido una visión, eso era lo único que esperaba que no pasara pero ahora no podíamos esconderle nada más, nada relacionado con su pasado. Todos nos miramos y después miramos a Virgo, quien parecía confundida y metida en sus propios pensamientos.

— ¡Chicos! He traído co-

— Tauro, ahora no. El mencionado nos miró confundido y después posó su mirada sobre Virgo.

— ¿Se ha enterado? Me susurró al
oído. Solo asentí diciéndole que había tenido una visión y que teníamos que decirle, me miró preocupado y se fue.

Me puse a pensar en lo que íbamos a decirles y como lo íbamos a hacer. No quería decirle todo de una vez porque lo más probable era que no se lo creyera. Le dije a Piscis que esperara ahí con Virgo mientras yo iba a mi cuarto dos minutos, él asintió con la cabeza y me dijo que no se movería.

Cuando estuve en mi cuarto, básicamente hice un diálogo. Pensé en lo que iba a decir y en que orden, en como iba a explicar todo y después de pensar un rato, decidí que era tiempo de decirle. Volví a donde estaban Piscis y Virgo, miré al chico y los tres fuimos a mi habitación. Virgo no había dicho nada desde que había tenido la visión y no había preguntado nada. De alguna manera, eso era reconfortante ya que parecía que iba a poder hablar sin interrupciones pero también era inquietante ya que Virgo normalmente nunca para de hablar. Entramos en el cuarto, Virgo se sentó y nos miró a los dos, expectante. Piscis me miró y yo comencé a hablar:

— Mira Virgo. Has tenido un pasado muy.. duro. Y la razón por la cual no te has acordado de eso hasta hoy es que "alguien"...

— ¿Alguien? ¿Quién? interrumpió Virgo.

— Todavía no lo sabemos. Bajó la cabeza y me hizo un signo para que siguiera hablando. Pues ese alguien te inyectó un líquido que hizo que olvidaras ese pasado.

— Pero cómo... ¿cómo lo he recordado? Se notaba que Virgo tenía muchas preguntas y yo quería tratar de responderlas todas.

— ¿Te acuerdas de que has descubierto tu "máximo poder", verdad? Ella asintió. Pues todo ese poder se ha concentrado en esa parte del cerebro donde estaba ese líquido y se ha evaporado.

Virgo parecía completamente perdida en sus pensamientos, creí que yo ya había dicho demasiado y que debería dejarla descansar. Miré a Piscis y los dos nos dirigimos a la puerta, Virgo nos miró y nos gritó:

— ¡Espero veros mañana y que continúen sus explicaciones! Y después se tiró en su cama a descansar.

Piscis y yo reímos, salimos de la habitación de Virgo y fuimos a ver a los demás. Nos preguntaron por mi mejor amiga pero solo dijimos que ella estaba bien y que no tenían porque preocuparse. Me quedé con los otros un rato y después subí a mi habitación, me puse a escuchar música y cerré mis ojos. La música era mi único método de alejarme del mundo y casi siempre ignoraba a quien me hablaba si tenía mis auriculares puestos.

La puerta se abrió pero ni siquiera abrí los ojos para ver quién era, estaba demasiado concentrada en mi música como para hacer el esfuerzo de verificar que la persona que había entrado no era ningún desconocido. La persona se quedó en silencio y solo se acostó sobre la cama de Piscis. Sospeché que la persona era mi compañero de cuarto ya que era el único, sin contar a Virgo, que sabía que yo no escuchaba a nadie mientras escuchaba música.

Cuando decidí abrir los ojos, no me encontré con Piscis. Me encontré con Virgo pero no era la Virgo que todos conocíamos, era la Virgo joven; la que tuvo que sufrir todo lo que la Virgo de ahora había comenzado a recordar. No me estaba mirando pero sentí que ella sabía que yo lo estaba haciendo. No me sorprendí tanto porque sabía que iba a pasar, solo que no pensaba que vendría tan pronto.

— Veo que guardaste la daga. Las primeras palabras que habíamos soltado en casi veinte minutos me sorprendieron; ¿Como lo sabía?

Era verdad, había guardado la daga que el cazador había soltado cuando Virgo y yo descubrimos nuestro "máximo poder", me intrigaba lo que te ha marcado en coreano y porque yo sabía lo que decía cuando nunca había teñido cursos de coreano. De el cajón donde había escondido la daga comenzó a salir una luz roja, me sorprendí más de lo que hubiera debido y me levanté de un golpe. Abrí el cajón para encontrarme con la inscripción de la daga brillando, saqué la daga y "Virgo" sonrió.

— Me alegro de poder verte, pensaba que no lo haría.

— ¿Que has venido a hacer? Me miró y después dirigió la mirada a la daga.

— Quiero que guardes eso hasta que volvamos a vernos, necesito que lo hagas. Al parecer vio que estaba muy confundida y continuó sus explicaciones. No puedo decirte más por ahora pero juro que es por una buena razón. Ahora tengo que irme...

— Pero... ¿Cuando nos vamos a ver?

— No lo sé, pero no le digas a nadie que he estado aquí, nadie puede saber. Asentí, la miré abrir la ventana y salir por ahí.

En serio tendría que esperar...

{un día después}

— ¿Virgo? ¡Virgo! Le grité a mi mejor amiga, cada cinco minutos se iba a su mundo y estaba comenzando a enojarme.

— ¿Qué? Oye- ¡AUCH! ¿Por qué me has pegado?

— ¡Me enojas! Deja de pensar tanto y quédate en este mundo.

— V-vale, lo siento... Tal vez había sido muy dura con ella pero tenía que entender... A menos que haya una razón por la cual se perdía en sus pensamientos cada minuto.

— ¿Está pasando algo? Siento que hay algo que no está bien...

— No creo que entenderías... Solo olvídalo ¿vale?

— ¡No! ¿Que pasa? Estamos conectadas, ¿lo olvidas? Si tú estás mal yo también lo estoy.

— Es que, he empezado a tener... ¿Como explicarlo? ¿Flashbacks? Sí, eso. Flashbacks, de mi vida.

— ¿En serio? Eso tiene que ser porque ya no está el líquido que te hacía olvidar y por eso estás comenzado a recordar todo...

— ¡Pero no me gusta! ¡Es horrible! ¿¡Por qué a mí!?

Me sentía mal por ella, era obvio que volver a ver toda su vida era duro para ella. Sobre todo los momentos más duros, su relación abusiva con Ophiuchus, su bastante mala relación con sus padres y todo lo demás seguramente le hacía daño.

— ¿Que ha- Me abrazó y comenzó a llorar, estaba muy dolida y no sé sentía bien. La abracé de vuelta y nos quedamos así unos minutos, durante todo ese tiempo se quedó llorando y maldiciendo todo lo que le había pasado. Cada cuanto recordada otras cosas y lloraba más, yo la abrazaba más fuerte y se calmaba.

Cuando se calmó completamente, ya era algo tarde así que le dije que vaya a su cuarto y que duerma un poco. Yo hice lo mismo, fuimos a nuestros cuartos y yo me acosté sobre mi
cama. No dormí mucho esa noche, me quedé pensando hasta casi las cuatro de la mañana pero después me quedé dormida con todos mis pensamientos todavía en la cabeza.

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-Acuario

Hello, Virgo. 🥀 [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora