Despertar

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Charlotte aún seguía pensando en las palabras del macho que  estaba a su lado.
Ella podía sentir su calor en su lado izquierdo, justo donde el estaba sentado,  aún podía sentir su mano jugando con su cabello y la otra muy firme sobre una de las suyas, su cuerpo empezó a pedirle a gritos despertar, pero ella no podía. Trato de abrir lo ojos y nada, luego trato de apretar su mano y aun nada se dio por vencida y solo se concentro en el macho que ahora le tarareaba una melodía mientras le acariciaba con su pulgar el dorso de la mano, él se acerco más a ella y pudo sentir su aroma de hombre; Sin quererlo aspiro con fuerza y abrio los ojos de golpe entonces lo vio.
El macho era enorme uno de los machos mas grandes que habia visto,  además era primate y sus ojos eran de un bonito color rojo.
Ella abrió la boca y con la voz muy ronca por lo reseca que sentía la garganta le dijo: Soy Charlotte y tu?
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Jericó se quedo mirando a la humana en silencio ya no sabia que otra cosa decirle, así que solo se puso a tararear una canción que le gustaba mucho.
Cuando de repente la sintió respirar fuerte,  la miro a la cara y al ver sus ojos quedo con la boca abierta. Charlotte estaba despierta y no solo eso ella tenia unos hermosos ojos color violeta, era la primera vez que el primate veia a una humana con ese color de ojos; de inmediato el esperó ver el miedo en sus ojos y sentirla esquiva pero ella lo sorprendió, ella le dijo su nombre y le pregunto el suyo.
Era la primera vez que una hembra no se asustaba al verle los ojos.

Soy Jericó.
te sientes bien,  te duele algo, espera voy a llamar a la doctora.

Charlotte no sabia que decir le dolia mucho pero no el cuerpo, el alma era lo que le dolia.
Al verlo tan preocupado por ella algo en su pecho se rompió aún más, ella estaba viva y podia seguir adelante;  55 no, y esa verdad era muy dolorosa.

Saber que había alguien que se preocupaba por ella le dejaba un sabor agridulce.
Sin embargo ella quería hablar con el, saber porque tanta preocupación por ella.

Jericó llego con la doctora para examinarla, sacándola así de sus pensamientos.

Charlotte soy Trisha norbit y soy tu doctora, puedes llamarme Trisha.
por favor dime que te duele.

Ella solo suspiro y dijo tengo la garganta reseca y un poco fastidiosa  pero físicamente no me duele nada más.
Trisha asintio y le dijo que le traería cubitos de hielo para que le ayudara con el dolor de garganta.

Charlotte le agradeció.
Jericó salio con trisha y regreso con una bandeja con cubitos de hielo,
se sentó al lado de ella y empezó a darle los cubitos uno a uno.

Ella calmo su garganta y luego le pregunto: ¿porque quieres cuidarme? Tu no me conoces, no sabes quien soy o de donde vengo, entonces porque quieres protegerme.

Él no sabia que responder, pero si quería preguntar. ¿porque no me tienes miedo? dijo

Miedo de que, eres ciertamente uno de los machos mas grandes que he visto, pero no veo porque habría de temerte, te ves fuerte, pero no me muestras los colmillos y además tienes  ojos hermosos.

El se sorprendió.
Que sus ojos no  la asustaran le dio felicidad.

Ella volvió a preguntar porque?
El le dijo.
Tu y yo somos iguales  nada más nos tenemos a nosotros mismos, bueno ahora yo tengo a muchas especies en mi vida, pero tu no tienes a nadie, por eso crees que ya no tienes algo por lo que vivir, y yo era así.

Desde que te vi la primera vez, senti deseos de protegerte,  de conocerte y darte una razón por la que vivir.

Ella le dijo: Tu quieres salvarme, pero yo no quiero ser salvada, yo no quiero vivir sin él. Entiende, él paso toda su vida en el infierno,  en cambio yo tuve una vida libre y buena.
Esta era su oportunidad y no la pudo tener.
Tu dijiste que quieres saber que clase de relación teníamos 55 y yo, pues te digo, él era todo lo que tenia y quería, sin él no tengo ni quiero nada.

Jericó sintió que con cada palabra que ella le decía su corazón se rompía, el dolor era tanto que la voz no le salia.
Sin embargo consiguió decirle, no te puedes culpar por ser libre y el no, eso no estaba en tus manos.

Ella le dijo si que soy culpable, tu no entiendes.

No, no entiendo, entonces explicame.

Aunque él y yo lo unico que teniamos igual era el color de los ojos, compartiamos mas que eso. El era mi hermano, y no cualquier hermano eramos gemelos.

lo ultimo que ella dijo lo sorprendió sobremanera.
Eso es imposible Charlotte tu eres humana.

Ella le dijo te contare mi historia pero no hables, cualquier pregunta la harás al final.

esta bien.

Bien pues tu querías conocerme ahora lo harás.

JericóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora