Capítulo 2

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Pablo abrió la lúgubre puerta de su nueva casa y salió del recinto dónde vivía. Se subió al autobus escolar que le llevaría a su nuevo colegio. Cuando se subió, no aguanto ni un segundo en mirar el ambiente tan desastroso que había en ese autocar. Saludo al conductor y se dirigió a buscar una plaza donde se pudiera sentar. Ubicó un sitio por la parte final del autobus y se sentó allí mismo. Se sento al lado de un niño de orígen sudamericano. Pues era un chico que miraba la ventana de una forma apasionada y curiosa. Tenía pinta de imaginarse un mundo nuevo para él. Un mundo ideal. Se sentó ahí porque era uno de los sitios donde se podía sentar. Pablo vió que él estaba completamente solo. Estaba solo, sí, pero estaba solo en su mundo.

-Hola. Soy nuevo aquí... ¿cómo te llamas?

El chico no contestó. Pablo lo volvió a intentar.

-¿Hola? Estas en tu mundo, ¿eh? Es fascinante imaginarte lo que quieres.

El chico, despertado de su empane, le dijo:

-Pero es decepcionante que estas cosas que tu te imaginas no se hagan realidad... Hola, lo siento por no hacerte caso... estaba en mi salsa. Me llamo Claudio, Claudio Parra... ¿y tú?

-Yo me llamo Pablo, Pablo Rubio. ¿De dónde eres?

-Soy de Santiago de Chile, Chile... ¿tú?

-Yo soy de Sevilla. Hoy es mi primer día en este colegio y estoy muy inseguro de lo que vaya a pasar hoy... Tengo mucho miedo.

-Yo también la verdad...

-¿Tú porque tienes miedo? ¿Te pasa algo?

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2014 ⏰

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Los unos y los otrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora