Secret.

Secret. Capitulo 6.

Capitulo 6 Final:

Luego de desahogar mi ira me fui a casa. Llegue de un humor de perros teniendo claro que camino debía tomar en mi vida desde ahora.

Mi esposa se sorprendió de verme llegar tan temprano y desarreglado, con el pelo enmarañado, despeinado.

Pase por su lado dejándola con la palabra en la boca, ignorándola.

En la habitación matrimonial busque una maleta y guarde algunas cosas personales, como ropa, mi perfume, el cepillo de dientes, la pasta dentífrica. Y nada mas.

Cuando mi esposa llego tras de mi y me vio haciendo mi maleta se puso histérica.

Con voz calmada, fría y cortante le anuncie.

—Me largo.

Me voy de esta casa.

Este matrimonio fue un fiasco desde el principio.

Te dejo libre porque no es justo para ti estar atada a alguien que no te ama y que jamás lo hará.

Lo siento, pero no puedo continuar llevando la vida que llevamos. Quiero el divorcio.

A nuestra hija la vendré a ver en los días que corresponda según lo estime el tribunal.

—¡¿Te vas?!.

¡¿Nos dejas a tu hija y a mi, por tu amante?!.

¡Olvídate que permitiré que veas a la niña!.

—No puedes impedirlo.

Arreglaremos esto en tribunales como corresponde. Todo lo haremos de forma legal.

No puedes impedir que vea a mi hija.

Ella y tú son asuntos diferentes.

Con quién quiero romper lazos es contigo. No con nuestra hija.

Bien, adiós.

Te deseo una mejor vida que la que te di.

Tome la maleta y me fui no sin antes ir a ver a mi hija y darle un beso, abrazarla y pedirle perdón por no haber podido darle el tipo de familia que merece.

Me aloje en un hotel. Compraría un departamento para mi, de soltero.

Así viviría desde ahora. Solo.

Mejor estaba solo que al lado de esas arpías que eran mi esposa y Valeria.

Valeria, debía pensar la forma en como sacarla de la empresa por su propia decisión. No puedo despedirla sin motivos.

Nuestra vida personal no es escusa ante el ministerio del trabajo.

Se va por las buenas o por las malas. No me impondrá mas su presencia.

Tendría buenas recomendaciones, eso no se lo puedo negar. En su trabajo es la mejor. Y su finiquito seria sustancioso, incluso le ofrecería mas, lo que pidiera con tal de que se largue.

Tengo claro que me será una tortura verla en los días de visita que me corresponderán por demandar mi paternidad por Leo.

Exigiré mi derecho a visita por mi hijo.

Por él debo resistir toparme con su madre sabiendo que me será toda una hazaña no saltarle encima. Esa mujer vive en mi sangre. Jamás podré dejar de desearla. Verla todos los días en la Bauer Company será un infierno. No confío en mi mismo. Aún la deseo, siempre la deseare. Ella es una droga adictiva que no tiene para mi una cura.

Toda una vida no me bastaría para sacarla de mi sistema.

Debo ser sincero conmigo mismo. Odiándola como la odio siento que deseo hacerle el amor aún mas. Con mas ímpetu.