Sin hablar

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La mujer continuo hablando, su nombre era Venus es la dueña del circo y participa en uno de los espectáculos.
Cuando se despidio, la luz roja cambio a un rosa pálido, una música suave y lenta sono de fondo. Una chica rubia y delgada apareció en escena, su cara estaba pintada de blanco y llevaba una cinta en sus labios.
Miro a Irene, un tanto emocionada para que mentir, me siento de siete años otra vez.
Irene sigue sin decir una palabra, aunque ahora el color volvió a sus mejillas y mira directamente al frente.
Miro de nuevo a la joven que ahora ata una falda clara a su cintura y se acerca al micrófono.
Quita la cinta de su boca y dice.
-El silencio dice más que las palabras.
Vuelve a colocar la cinta en su boca y unas telas caen del techo.
La gente se asombra cuando la chica saca de su espalda un violín y comienza a tocarlo.
La música de fondo queda opaca por la dulce melodía que sale del instrumento de la joven. Es una musica exquisita escucho que dice un hombre a mis espaldas.
-Y a la vez tan triste.- Dice Irene por primera vez.
La joven continua tocando mientras otras chicas salen de detrás de las telas y comienzan a subir.
Enrollan sus piernas a estas. Una de ellas llama más la atención.
También es rubia y similar a la joven que toca el violín pero su pelo de un lado esta rapado y un tatuaje se extiende desde su hombro hasta el costado de su cabeza.
Hacen figuras encantadoras en las telas de color rojo. Sus cuerpos forman parte de estas y lo hacen al compas de la música.
El violín se detiene y todas las personas comienzan a aplaudir.
-Eso fue fantastico, no crees Irene?.- Pregunto sin mirarla.
Ella no me responde.
La joven quita de nuevo la cinta de su boca y habla otra vez.
-Muchas gracias.- Dice con un extraño y encantador acento.- Mi nombre es Jazmín y ella es mi hermana Jena.- Presenta a la joven del tatuaje, ella solo sonrie.- Hemos venido de muy lejos con nuestro acto para ustedes, es un gusto que les gustara. Para lo siguiente, necesitaremos una voluntaria cualquiera de ustedes.
Irene esta por decir algo pero vuelve a callarse.
Cierro mis ojos y me levanto de mi asiento.
Irene me mira sorprendida y con diversión en su cara.
-Yo me ofresco.- Digo levantando mi mano
Jazmín me mira con emoción y me ayuda a salir de mi asiento.
-Como te llamas niña de pecas?.- Pregunta sosteniendo mi mano.
-Diana.
-Oh, que hermoso nombre.
-Diosa de la luna.- Dice Jena detrás de mi.- Eso significa.
Jazmín ríe al igual que el publico.
-Muy bien diosa de la luna, necesito que te coloques en esa silla de ahí.- señala una silla atada a varias telas, esto no me da seguridad alguna.- Nosotras te haremos que la silla permanezca en el aire.
La miro asustada pero aun así me siento, miro a Irene quien se ríe y me alienta desde el publico. Por lo menos esta mejor.
Jena coloca en mis ojos una venda y susurra en mi oido "para que sea más interesante".
Dios, si eres real haz que no me caiga en el suelo delante de toda esta gente, amen.
-Muy bien, estas lista Diana?.- Pregunta Jazmín.
Asiento con mi cabeza y me aferró con fuerza a la silla.
Siento como la primera tela es sacada de la parte trasera de la sillas.
El pánico entra en mi.
La segunda.
Irene te odio.
La tercera.
En cualquier momento rompo los lados de la silla.
Jena destapa mis ojos y miro al suelo. Me quedo helada.
La silla esta a unos centímetros de esta, Jena la hace girar.
Voy a vomitar.
Jazmín esta sudando, Jena la mina preocupada y decide bajarme de la silla.
Esta cae al suelo de forma brusca.
Irene me mira sorprendida y aplaude con todas sus fuerzas. No entiendo nada.
Jazmín seca el sudor de su frente y se gira a verme. Toma mi mano y la levanta en el aire.
-Un aplauso para la señorita Diana, la diosa de la luna.
Todos aplauden, Jazmín y Jena me dan las gracias por participar y me regalan la tela con la que cubrieron mis ojos. Las letras J&J están bordadas en dorado en esta.
-Eso fue impresionante.- Dice Irene cuando me siento en su lado.- Gracias por ir por mi.
-Si bueno, gracias por despertar de tu estado "cadáver en vida".- Digo terminando de comer el copo rosa de azúcar.
-Acaso no fue divertido?.- Pregunta mirando al escenario.
-No, para nada.- Miento.
La verdad, si fue muy divertido.

El circo de Miss VenusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora