El heredero de Lucifer N°1: Soberbia

Capitulo 1: Un día casi común.

A las 6:30 de la mañana suena el despertador. Damián se despierta forzosamente un viernes para ir al colegio, gracias a que el despertador tiene bastante volumen y una canción de su gusto tiene un efecto adrenalinico que lo llena de motivación e inspiración para ir al colegio. En realidad eso se termina cuando recuerda que debe ir al colegio pero ya que está despierto agarra su mochila ya preparada el día anterior, se viste el uniforme y se dirige al comedor para desayunar con su familia.

En la cabecera se sienta el padre a la izquierda del padre se sienta la hermana menor de Damián, Lucia Bosco una niña de 14 años de prodigiosa inteligencia, ganó el torneo nacional de Ajedrez y su pasatiempo es jugar juegos de estrategia en línea, gimnasta, la persona con mas fuerza de la casa ,bastante apegada a su hermano mayor y con un inusual gusto por el K-pop. A la derecha del padre esta Damián Bosco, el hermano mayor de Lucia, un estudiante normal de 16 años con inteligencia promedio, fanático de películas de acción, un poco astuto, conocedor de algunos movimientos de lucha y con un extraño gusto por la música japonesa.

Luego del desayuno el padre José Bosco los lleva al colegio empezando por Damián que va a una secundaria privada "Colegio superior del Franco" que hacia nombre al fundador de la ciudad.

Llegando 20 minutos antes de la formación para entrar a las aulas Damián llego donde sus amigos estaban conversando: Javier y José que estaban comentando algo por lo bajo.

- Hoy llegaste más temprano de lo usual ¿comiste algo en mal estado?- Bromeo José.

- Si hoy desayune un chiste malo y era tuyo- devolvió Damián.

- Parece que viniste potenciado, el cambio de horario te hizo mal- comento Javier.

- Jaja puede ser. Bueno díganme que estaban comentando.

- La verdad es que llegas justo a tiempo- habló José

- Tenemos planeado cierta broma para ciertos deportistas arrogantes.- dijo Javier

- ¿Para quién sería? – preguntó Damián con un tono irónico.

- La verdad es que queríamos invitar a Manuel y Bruno, pensar en esos dos hijos de puta me pone furioso y lo peor es que todas las chicas suspiran por los dos idiotas. – explicó José con enojo en sus ojos.

- Suena interesante – Damián lo pensó un momento. - Me uno ¿cuándo va lo vamos a hacer?

- Esta noche en casa. Ven de 21:00 a 23:00– respondió Javier.

Después de esa muy madura conversación entre amigos se dirigieron al aula para recibir la clase de Física.

En el aula solo había mesas dobles y a Damián le tocaba sentarse a la derecha de Amelia Cruz, una chica de cabello marrón oscuro hasta los hombros, unos ojos grandes color caoba escondidos detrás de unos lentes negros, una nariz proporcionalmente correcta para su rostro y una sonrisa fresca, sincera y motivadora, a los ojos de los chicos del curso era la belleza más natural del aula, tanto que las chicas le tenían envidia pero su carácter simpático y conversador te hacia olvidar todo lo malo que podías pensar de ella, era parte del equipo de competencia instrumental del colegio a cargo del piano de madera, escuchar las melodías que ella interpretaba te creaba una sensación de quedarte quieto y escuchar hasta que se acabe la canción.

Es innegable que a Damián también le atraía esta chica solo que era muy tímido para decírselo pero quería invitarla a salir algún día, pero antes debía sacarle conversación para que ella tenga un mínimo de interés en él.

Luego de la hora de física llego el recreo y Damián quería poner en marcha un plan para acercarse a Amelia sacarle conversación y llegar a entablar algún tipo de relación amistosa con ella.