Yuri entro a la gran mansión y fue guiado por una mucama hacia su habitación, esta era grande y lujosa, era linda, pero le faltaba lo hogareño. Su antigua habitación estaba llena de imagenes de el y su abuelo, Yuri sin su abuelo se sentía vacío. Al ponerse a pensar en todo no pudo evitar sentirse apenado, la mucama se marcho y sin poder evitarlo lloró como un bebé.
Al reconponerse se puso a ordenar su habitación, vació sus maletas y comenzó a guardar la ropa en su armario, puso sus cuadros y guardó sus supresores en su buró.
Yuri se recosto en su nueva cama y cayó dormido.
— Yuuri~ — dijo el peliplateado mientras tomaba el menton del pelinegro— ya ha llegado... —dice esbozando una sonrisa.
— Ya lo se, lo vi llegar, solamente que se veia tan deprimido que no se fijo en nada.
—¿Que tal es?¿Es lindo? — dice para despues besar la mejilla del otro y abrazarce a él.
— Si... ya sueltame viktor, tengo cosas que hacer —dice apartando al peliplata mirandole con desden.
— Tienes claro que estaremos peleando por quien se queda con el, ¿no?— dice mirando juguetonamente hacia Yuuri.
— Si, pero esta claro quien se quedara con el.
— Obviamente yo, soy mas sexy y carismatico — dice burlón.
— Si claro.
— Que, ¿no me crees?¿acaso quieres apostar?¿o temer perder, o-ni-chan? Jajaja.
— Ya te he dicho que no me llames asi tonto, y ademas, sabes que si apuestas contra mi saldras perdiendo.
—¿Es un trato? — extiende su mano.
— Trato.
Asi el trato entre los hermanastros comenzó, para ver quien conquistaria el corazón del pequeño Plisetsky.
Corto, si, lo sé, editare esta parte y quizas sea mas largo, la publique asi de corta porque ya hacia tiempo que no publicaba en este desierto.
Gracias por leer, до свидания