—¿Has dejado el portal abierto?
Tyler se encontraba despierto en el medio de la noche escuchando una conversación ajena, la cual no tuvo que haber escuchado.
—Soy un idiota —dijo otra voz —. Podría hacer un portal que lleve hacia el sótano de casa.
—Apúrate.
Luego de eso hablaron más pero lo hicieron tan bajo que ni con el silencio que había pudo escuchar. Pero él sabía una cosa, tenía que averiguar para qué servía ese portal. Al escuchar los pasos que llevaban hacia la mesa de la cocina, Tyler se levantó y esperó a que el chico bajara, para luego bajar él. Jade dejó la puerta secreta abierta, por lo que el chico entró al pequeño cuarto secreto. Se instaló allí con unas velas, polvos de brillaban mucho, y otras cosas que Tyler no logró identificar. Mezcló algunas cosas en un pequeño recipiente y encendió las velas.
Se arrodilló, y al pronunciar las palabras "Ichi bedrai shai" un portal se abrió delante de él. Era el sótano de la casa del bosque.
El chico estuvo por entrar al portal, pero regresó al pasillo al darse cuenta que le faltaba algo. Tyler se escondió en la oscuridad del pasillo sin problemas, el chico subió y Tyler fue hacia el portal el cual lo dirigió hacia la casa de los humanos. Allí dentro estaba el otro portal, pero había algo raro en él... Habían muebles viejos y el lugar parecía estar apagado. Las paredes eran grises y el techo era de chapa.
Al ver que el chico no regresaba, decidió poner un pié en él. “No hay nadie” pensó. Pasó el portal por completo haciendo que éste se cierre, pero no se dio cuenta, él siguió observando el lugar. Al darse vuelta se dio cuenta de la estupidez que había hecho.—¡No! ¡Mierda! —se agarró la cabeza —¿Qué debo hacer ahora? —suspiró. Observó una puerta al final y se dirigió hacia ella. “Podría poner mi vida en peligro, no sé dónde estoy, ni que hay detrás de esta puerta...” pero como es Tyler, la abrió de todos modos. Se encontraba en un callejón.
“¿Es lo que yo creo que es?” dijo al mirar a un pequeño cachorro peludo en la vereda. De la emoción fue corriendo hacia él, pero al tratar de acariciarlo recibió una mordida del cachorro.
—¡Auch! —luego de eso siguió caminando por las calles de el "mundo real" Como decía él. Le sorprendió la cantidad de gente que se viste de manera 'extravagante' para su gusto, claro, él estaba sin remera, en jean y sin zapatillas. La gente que pasaba por su lado lo miraba de una manera extraña... ¿quién no lo haría? Él iba sonriendo a todas las personas, algunos le miraban los sucios pies.
Se detuvo cuando vio a un niño apoyado en la pared con un teléfono en sus manos, en ese momento recordó el juego que Becca le había enseñado.
—Oye —le dijo al niño —. ¿Tienes Candy Crush?
El niño lo miró un poco asustado. ¿Quién no lo haría si un extraño se acerca a ti sin remera y con los pies llenos de tierra? Y además te pregunta por un juego de tu celular. RARO.
—No... —agarró su teléfono con fuerza, pensó que iba a robarle.
—¿Y entonces qué juegas? —le preguntó aún sonriente.
—¡Robert! —una señora se acerca a él y lo agarra del brazo —¿Qué te dije de hablar con extraños?
—No le estaba hablando —su mamá lo abofeteó.
—No nací ayer, estás castigado.
Tyler se alejó rápidamente de allí. ¿Qué acaba de pasar? “Pobre niño” Él sólo siguió caminando por las extrañas calles de New York sin olvidar por dónde había venido. No podía explicar la emoción que él sentía en ese mismo momento, aunque en sí estaba un poco asustado. ¿Por qué? Por la razón que se encontraba solo en un lugar que no conocía ni sabía qué se podía encontrar.
ESTÁS LEYENDO
«Fireworld»
FantasiaLa vida de la ladrona Jade cambia de repente cuando cae dentro de un misterioso espejo. A través de él descubre un nuevo mundo, y también un nuevo amor: Tyler. Su llegada a Fireworld trae consecuencias. Ayuda a la comunidad de seres mágicos a luchar...