Capítulo 8

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Atrapo mi respiración y ruego.

- Quiero tu polla en mi coño. Fóllame otra vez como la última vez.

- Jesús - Lucha con su posición y se establece detrás de mí, acunándome.

Acaricia con su boca detrás de mi oreja mientras levanta mi pierna y la hace descansar en su cadera, dejándome abierta y me empala con su verga. En un empujón, está dentro de mí, estirándome y llenándome como recuerdo.

Oh, joder.

- Sí - gimo. Me encanta. Amo su polla. Amo la manera en que estira las paredes apretadas de mi coño. Él entra y sale, su verga temblando en mis profundidades.

Giro mi cara, buscando su cara y capturo sus labios, follamos pero no es como la última vez. Él parece querer ir lento, saborear el tiempo que tenemos.

Está bien para mí.

Incluso haciéndolo lento, tomándose su tiempo y tentándome, su mano acariciando mis pechos, estómago y pellizcándome el clítoris, se las arregla para hacerme correr dos veces más.

Estoy delirante. Adoro correrme muchas veces, pero eso también me pone soñolienta.

El señor Evans todavía no se ha corrido, su aguante me sorprende, su erección todavía dura como una roca.

Desliza su polla fuera de mi coño y la reemplaza con un par de dedos, acariciándome. Juega con mi coño, haciéndolo tan bien y profundo, seguido con una palmada juguetona sobre mi coño.

Libera sus dedos de mi calor, errantes, poniéndolos sobre mi culo. El señor Evans juega sobre mi agujero inferior, una astilla emocionante de lo prohibido corre a través de mí mientras gimo y levanto mis caderas hacia él. Urgiéndolo a seguir.

Adoro ser follada por el culo. Es sucio, cachondo. Joder, lo necesito ahora que ha jugado conmigo.

Se detiene, sus labios revoloteando sobre mi oreja.

- Dime, niñita, has...

- ¿Sido follada en el culo? - Río tranquilamente- Me encanta.

-Oh - Mantiene la respiración - Quiero tu culo.

- Por favor.

Posiciona la cabeza de su polla en mi agujero posterior. A diferencia de mi coño, el anillo de mi esfinter niega su entrada al principio. Bueno, el Sr Rosa no encaja en mi culo, y nunca e tenido un hombre con una polla tan grande follándome ahí.

El señor Evans suspira, sus dedos recogiendo mis jugos y frotándolos sobre mi agujero fruncido. Es gentil, nada más que frotar por un rato, y me relajo, disfrutando su toque dulce. Un dedo se desliza en mi interior, abriéndome. Luego un segundo, estirándome un poco. Me agito bajo los sentimientos sucios y lascivos del placer que saca de mí. Como si siquiera existía la palabra.

Lista, ahora, presiona la punta de su verga contra mí culo, el anillo de mi agujero cede, dejándolo entrar. Oh, tan lentamente, se inclina hacia delante, centímetro a centímetro, hasta que está enterrado en mí. Soy tomada y conquistada por él en cualquier manera ahora.

Oh, dulce Jesús. No puedo creer lo bueno que es. Cuando se mueve, follándome en empujes superficiales, mi coño se humedece, vació y abandonado.

Queriendo.

- ¿Estás bien, nena? - Su tono es suave y dulce. Preocupado.

- Tan bien. Me encanta.

- Oh, nena - Me besa. Tierno en lugar de la loca pasión que teníamos antes.

- ¿Puedes follar mi coño también? - Soy una zorra codiciosa. Lo admito.

- ¿Dedos?

- Necesito algo más grande - Muy zorra. Esa soy yo.

Agarra al Sr. Rosa.

- ¿Este?

Asiento.

- Joder, eres una chica traviesa, María.

- Pero te gusta follar a una chica traviesa. Tu pequeña zorra sucia.

- Me encanta.

Empuja al Sr Rosa en mi coño y me folla lentamente mientras está follando mi culo. Muerdo mi labio otra vez así no grito. Adoro la doble penetración. Tener todos mis agujeros llenos. Una tercera polla encajaría en mi boca, dándome todo lo que podía querer. Se me hace la boca agua ante el pensamiento de una verga dura contra mi lengua.

- María.

-¿Hmm?

Me besa con la boca abierta mientras ambos cabalgamos las endorfinas lentamente hacia la terminación. No es follar hasta sacarte los sesos esta vez.

No queremos hacer demasiado ruido. Y parece que el Sr. Evans quiere hacerse durar tanto como sea posible. Me corro tres veces más antes de que él finalmente no pueda retenerlo más y se deje ir.

El mejor amigo de papá (Chris Evans) adaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora