La vió salir del cuarto de baño y le sonrió. No dejaba de pensar cuan hermosa era, por dentro y por fuera. Tocó con sus manos la cama haciendo el gesto para que ella se acomodara a su lado. Así lo hizo y ambos durmieron cómodos y abrazados.
[…]
A la mañana siguiente Liam despertó muy, pero muy temprano. De hecho prácticamente no pudo dormir, solo lo hizo unas pocas horas porque la preocupación lo consumía y no podía estar tranquilo. El tiempo que estuvo despierto no hizo más que observarla dormir, acariciaba su rostro suavemente para no despertarla, y dejaba pequeños besos en su frente. Le decía cuanto la amaba y que nunca dejaría de hacerlo por más lejos que estuvieran.
Fue a la cocina y se preparó un café. Estaba pensando en todo el tiempo que llevaban de noviazgo, se amaban, eso lo sabían de sobra. Pero nunca habían hablado de casarse o volver su relación algo más serio. Y pensó que ese no era un buen momento para proponerle matrimonio.
De hecho pensaba que no estaban preparados para eso. Además, si sus sospechas eran acertadas lo mejor sería no pedirle que fuera su esposa, así ella se sentiría libre de empezar una nueva etapa de su vida. Si es que podía hacerlo, pero…¡Claro que iba a poder! Ella era fuerte y sabría llevar las cosas, cosas que sucederían más delante.
Y sí niñas, se que quieren saber qué pasa con Liam, pero más adelante se darán cuenta. Bien, siguiendo con la historia…
Cuando era la hora en que normalmente ____ despertaba él se dispuso a preparar el desayuno. En realidad no hizo gran cosa porque no era precisamente un mago en la cocina. Solo tostó unos panes y preparó más café.
Una vez listo subió a la habitación. ____ Aún dormía. Se recostó sigilosamente en la cama y rodeó su cuerpo con un brazo, y con la otra mano hizo una especia de pistola con los dedos y apuntó a su cabeza mientras trataba de contener la risa.
Liam: ¡Señorita (tu nombre completo), está usted detenida!
Dijo un poco fuerte en su oído, sonó lo más serio posible. Sintió como ella se sobresaltaba un poco, pero estaba tan adormilada que apenas pronunció unas palabras.
Tu: Yo, pero…¿por qué?
Él se quedó callado unos segundos para contener la risa. Estaba disfrutando tanto ese momento.
Liam: Por ser la chica más linda en toda la ciudad.
Ella trató de abrir los ojos un poco más, y volteó donde él.
Tu: ¿Qué?
Liam: Perdón, por ser la chica más linda del mundo, del universo. ¿Le quedó claro?.
Terminando de decir estas palabras le plantó un delicioso beso en los labios.
Ella despertó por completo al fin. Tomó su rostro entre sus manos y le dedicó una sonrisa.
Tu: Eres tan dulce.
Lo besó de nuevo.
Liam: Lo sé, no necesitas decirlo.
Soltó una risa.
Liam: Anda, ven a desayunar conmigo
Tu: Solo me doy un baño rápido
Liam: Te espero abajo, no demores.
Caminó hacia la puerta. Se volvió hace ella.
Liam: ¿Te he dicho que te amo?
Tu: Si, lo has hecho
Liam: Pues creo que no ha sido suficiente, te amo.
Sonrió y le lanzó un beso. Esperó que bajara en la cocina.
