Veinticuatro

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*TÚ*

Una vez más el teléfono no dejaba de sonar. Y esto la hizo despertar.

Bajó a contestar, era su madre de nuevo. Tuvieron el mismo discurso de días anteriores. Habían pasado dos semanas y ella seguía sin hacer una sola cosa, estaba encerrada pero ahora no se había tomado la molestia de darse un baño. Apenas y se ocupaba en hacerse de comer.

Seguramente su madre pensaba que estaba muerta por la tristeza, o que se había suicidado. Ganas de morir no le faltaban, pero la realidad era que seguía ahí. Con un desgarrador dolor en el pecho.

Terminó la llamada. Y se volvió a acomodar en el sofá. El día de hoy tampoco tenía ganas de hacer algo. El timbre sonó. ¿Quién estaría molestando a esta hora? Amarró la cinta de la bata de dormir de Liam y fue a abrir.

Se encontró con Alice. Su mejor amiga. Quién al igual que su esposo John, quién también era un gran amigo suyo y era el mejor amigo de Liam, había estado para acompañarlos durante todo el proceso de la enfermedad de Liam. Y en ningún momento los habían abandonado. Ellos eran unos verdaderos amigos. No como gran parte de las falsas personas en el funeral.

La saludó y la invitó a pasar.

Alice: Sé que muchos te preguntan esto, y no tienes una buena respuesta pero ¿Cómo has estado?.

Preguntó mientras veía alrededor de la casa. Y antes de que ______ respondiera volvió a hablar.

Alice: Creo que no muy bien.

______ Soltó un suspiro y trató de sonreír, pero no lo logró.

Tu: ¿Qué te puedo decir? Perder a alguien es duro.

Alice: Si, decirlo está de más. Sé perfectamente cuando amas a Liam, y él a ti. Pero sabes, hay una frase que estoy segura que has oído miles de veces; “La vida sigue”. Y sé que crees que no puedes seguir porque él es tu vida.

Se detuvo unos segundos y continuó.

Alice: Hay algo muy importante en lo que debes ponerte a pensar. A Liam no le gustaría verte así, triste, deprimida. Ambas sabemos perfectamente que él quiere que seas feliz, que no te detengas, quiere que salgas adelante aunque él no esté más a tu lado, físicamente, porque sabemos que él jamás te abandonará. Así que amiga, he venido a darte un empujoncito. Sabía que estaría así y vine preparada. Sé lo que Liam quiere para ti, y estoy segura de que él quiere que alguien te ayude, y ¿Quién mejor que tu mejor amiga?

Tu: ¿Y qué piensas hacer?

Alice: Para empezar necesito que te des un baño. Creo que no te has visto en un espejo. ¡Vamos! ¿Hace cuánto que no tomas un largo y delicioso baño y cepillas tu cabello? 

En cuanto terminó de decir esto ______ fue donde un espejo para observarse con atención. Hace semanas que no había visto su reflejo. ¡Dios! ¡Cuánto se había descuidado!

Alice: Además…¿Ya viste esto?

Dijo poniendo las manos en la cintura de su amiga.

Alice: ¡Mira cuánto peso has perdido! Se nota que no te has alimentado bien, quiero decir, se nota que no te has alimentado. ¿Qué ocurre _____? Hasta las lindas caderas, el trasero y el busto has perdido. ¡Dios! Pareces un esqueleto.

Alice tenía toda la razón. El vestido que traía puesto le quedaba muy flojo, encima de él traía puesta la bata de Liam y hasta esa le quedaba súper grande.

Alice: Bien, ahora date un baño y yo me encargo de limpiar todo esto.

Dijo mirando toda la casa.

¡Dios! ¡Cuánto desorden! Había polvo, trastes sucios. Estaba tan metida en su depresión que no había notado lo descuidada que estaba ella y su casa. Fue hasta que Alice le dijo que se dio cuenta. Sintió tanta pena.

Subió a buscar ropa limpia. La encontró y entró a la ducha. Ahí pasó mucho tiempo, más de una hora. Terminó de bañarse, se secó y puso la ropa. Secó su pelo y después lo peino. Terminó sujetándolo y se arregló un poco las cejas, era en serio cuando decía que estaba muy descuidada.

Cuando se sintió lista bajó a la sala. ¡Wow! ¿Era esa su casa? Alice había dejado todo tan limpio y reluciente. ¡Cómo amaba a su amiga! Estaba siempre que ella la necesitaba. De ahora en adelante no volvería a descuidarse tanto.

Alice: ¡Wow! Así te ves un poco más viva. Bien ya dejé todos los trastes limpios, pero revisé tu nevera y la alacena, me di cuenta de que no tienes nada de comida. ¿De qué te has estado alimentando? ¿Comes polvo acaso? Anda, ve a ponerte otros zapatos, iremos al centro comercial.

Tu: ¿Qué…? Aah, pero, yo…

Alice: ¡Sin excusas! Debemos comprar alimentos, después volveremos y te prepararé algo delicioso.

Tu: Gracias, no sé qué haría sin ti.

Le dio un dulce abrazo y subió a cambiarse los zapatos.

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Hola ,Hermos@s, se que este capitulo fue muy corto pero llegue recien, y estoy muy cansada y  no las queria dejar sin capitulos 

LAS AMO MUCHO 

Agradecimientos a la autora -Yuss-

Delicioso Amor (Harry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora