Mi prisionera. Capitulo 1.

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Capitulo 1:

— ¿Que pasa señorita Min ki?. ¿Quien es esta señorita?.

La secretaria miro al hombre que las había interrumpido con una expresión de gusto y algo mas. La otra joven alta,esbelta de lindas piernas y un trasero que lucían bajo un sencillo vestido blanco y corto con pliegues,con zapatos de charol blanco estilo zapatillas de bailarina de ballet, se dio la vuelta hacia él. El sintió que dejo de respirar. Sintiendo una extraña excitación y emoción. La recorrió con la mirada en segundos de los pies a la cabeza y tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para no gemir de deseo. Deseo salir corriendo. 

Siempre lo había sabido. Siempre lo supo. 

Que cuando conociera a la mujer que le moviera el piso y le dejara la mente en blanco estaría perdido.

Miro esos ojos negros grandes y expresivos que se abrieron con sorpresa y deseo instantáneo al verlo. Ella era sincera y cristalina como el cristal. Su linda boca quedo entre abierta,él miro esos labios,labios que parecían muy suaves e invitaban a besarla. Y algo mas,se imagino a esos labios rodeando,amando a su sexo hasta volverlo loco.

 Esa cara lavada,sin rastro de maquillaje,esa piel de bebé,esos ojos dulces y expresivos,y esas mejillas sonrojadas le hicieron ver en su mente escenas sexuales muy eróticas. Su imagen de niña mujer ingenua y dócil hicieron surgir ese lado suyo perverso que ama acosar a las chicas. Cuanto mas tímidas y sumisas mejor. Y esta despedía pura ingenuidad y pureza.

 Se la imagino debajo de su cuerpo sonrojada por el placer,sensible y genuina,una mujer que responde a un hombre con abandono,sin medida. El tipo de mujer que busca un tipo chapado a la antigua. Uno que espera a una mujer pura para hacerla de maestro y moldearla a su gusto. Un tipo como es justamente él.

Hasta ahora había visto infinidad de mujeres,y había mantenido romances serios con un par y muchas mas en affair. Ninguna de aquellas mujeres despedía el aura de timidez,sencillez y belleza natural como esta ante él. Una joven que se puso tensa y roja como tomate de la impresión de ver a un hombre joven,elegante,muy guapo y sexy como es él. Un hombre que sabe mas de la vida de lo que quiere reconocer. 

Un hombre que sabe disfrutar a concho de los placeres. Un hombre que irradia inteligencia,voz de mando y a la vez despide gentileza y caballerosidad. Pero ese hombre tiene miles de facetas,tantas que hasta él mismo aun no conoce todas.

Sin perder el contacto visual con la joven mujer que parecía hechizada por él. El escucho la respuesta de la secretaria,que como muchas mujeres al verlo lo comen con la mirada. Son coquetas,y no son del gusto de él.

— Señor Jang. ¿Todavía no se había marchado?. 

Al respecto de su pregunta. Bueno, esta señorita buscaba a su padre el Señor Jang,pero no tenia cita previa y le estaba concertando una cita ahora mismo.

La joven lo miro con un brillo de curiosidad,ademas como si quisiera decirle algo con entusiasmo,pero bajo la mirada avergonzada,incapaz de mirarlo un segundo mas. Y él sonrío perversamente,lascivamente.

— Bueno,ya que no esta mi papá,puedo atenderla yo. Ya me iba,pero puedo darle unos minutos de mi tiempo, si gusta.

Ella se atrevió a mirarlo alzando la cabeza sorprendida y al ver esa hermosa y cálida sonrisa,pareció perdida de si misma,alucinada. Le dijo con voz tan sensual,pero insegura que le pusieron a él la piel de gallina.

— Es muy amable de su parte señor,pero lo que tengo que decirle al Señor Jang es algo personal. Sino es él no tiene caso.

El paso de una expresion afable y amable a una de dureza y altanería.

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