Hay muchas maneras de pedir matrimonio; Yuri y Otabek experimentaran trece de ellas.
Una serie de pequeños -y no tan pequeños- One shots sin ninguna relación entre si, en los que se relatan 13 modos distintos de pedir matrimonio.
Basado en las ilus...
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Llevaba planeando aquello semanas, posiblemente meses. Muchos meses, en realidad.
Aunque no era como si estuviera planeando algo particularmente ostentoso. De hecho, no lo era, para nada. Pero sí esperaba... deseaba, que fuera algo memorable y significativo; algo, que dentro de toda su sencillez resultase perfecto. Porque Yuri no se merecía menos.
Porque aquel era un paso gigante, enorme, decisivo; Y había pensado muchísimo en ello. Un millón de veces, sobre todo durante las noches, cuando ya le resultaba imposible cerrar los ojo, la idea le había dado vueltas en la cabeza mientras analizaba todas y cada una de las posibilidades que era capaz de imaginar: ¿Y si decía que no?, ¿Y si decía que sí?, ¿Habían pasado el suficiente tiempo juntos? ¿Eran lo suficientemente afines?, ¿Yuri le amaría tanto como él amaba a Yuri?...
Sus dudas eran tantas, que le costaba trabajo enumerar cada una de ellas.
Desde que le había conocido, Yuri se había quedado grabado a fuego en su memoria. Otabek aun podía ver con clara nitidez la esbelta y sublime figura de aquel pequeño niño rubio de diez años, junto con esa ferviente y determinada mirada verde que tanto le había cautivado. Pero solo apenas unos meses atrás se había dado cuenta de qué; incluso desde ese momento, con solo 13 cortos años de edad, había deseado estar con esa persona para siempre.
Al principio lo había interpretado como amistad, y así había sucedido lo de Barcelona. Y cuando la amistad se quedo corta, fue que busco una relación amorosa, y entonces le dio a Yuri su primer beso. Y ahora, bastantes años después, sabia que un noviazgo ya no le era suficiente.
Sabia exactamente lo que quería; estaba completamente seguro de ello: Quería pedirle matrimonio a Yuri, porque deseaba pasar el resto de su vida a su lado.
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Por supuesto que estaba nervioso; ¿Cómo no estarlo? Yuri siempre había sido demasiado impredecible. No sabia cual seria la reacción del ruso ante la propuesta, mucho menos tenia idea de cual seria su respuesta; pero tenia la esperanza de que aceptaría, porque aun tras el paso de los años, su relación seguía siendo muy buena.
