Capítulo 2: Recordando

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  [Narra Kenzo]
La primera vez que la observe fue... Como decirlo por un simple accidente, una simple confusión; en ese tiempo yo estaba comenzando el primer semestre.

Cuando yo la vi estaba tan sonriente como lo es todos los días (pequeña sonrisa), en el momento en que se dio cuenta, simplemente... me sonrío y se volteo como si fuésemos amigos u/o conocidos que cruzaron miradas. Al notar que la sonrisa estaba dirigida hacia mi me sonroje fue tan...efímero, muy lleno de luminiscencia en aquella sonrisa. Aquella vez fue tan inefable que estará en mi mente y corazón sempiternamente.

Al día consecuente a ese, caminaba como siempre camino a el instituto, soló que esta vez me sentía un tanto feliz, emocionado y por alguna razón tenía el presentimiento de que algo extraordinario pasaría.

Transcurrió normal el día (😐😮😴), las chicas corriendo hacia donde yo, pasaron las clases normalmente, creí que por primera vez mi sentido estaba fallando y no pasaría nada, tanto había sido el impacto que me decepcione tremendamente que pense ya no hay nada para pasarlo peor: ¡Ah! Pero, como mi jodida boca lo hace todo por mí, entonces ya no me tenía que, preocupar porque, fue que comenzó a llover y yo sin sombrilla. Pense "¡Oh que jodido estoy!, este día había comenzado mejor que ninguno otro, en cambio no lo era, y sin embargo ahora tendré que esperar aquí (Debajo del techo de la entrada de la escuela), hasta que la lluvia se calme. Sin embargo, comencé a sentir que se acercaba algo un tanto acenfrado y me causo una felicidad inconmensurable, como si todo lo que pase en este día no se contara como malo y de pronto logre notar que era ella de nuevo e igualmente que yo sin sombrilla o con alguien que le prestase una, ni siquiera estaba rodeada de sus amigas como la vez anterior.

Antes en el pasado nunca había deseado tanto como ese día, que alguien y menos una chica estuviese sola, sin nadie que la rodease.

Éramos solo ella y yo en ese momento, jamas había sentido esta sensación como si la lluvia y la escuela fuesen el escenario perfecto adhiriendo ese olor petricor simplemente lo hacia tan perfecto, querer seguir contemplándola, sin embargo la lluvia llegaba a su fin y se dejaba notar la iridiscencia que vino con la lluvia.

Cuando la lluvia se fue ella también.

El camino sin rumboWhere stories live. Discover now