Va pasando un campesino por afuera de la iglesia y el cura del pueblo le dice:
–Hijo, pasa a misa.
El campesino le responde:
–No puedo padre, ¿quién me cuidará el caballo?.
– Dios te lo cuidará, hijo.
–Bueno -dijo el campesino-, y entró a la iglesia.
Cuando el padre se disponía a comenzar la misa dice:
–Dios está con nosotros.
Entonces el campesino se levanta enojado de su asiento y dice:
–Entonces, ¡quién diantre me está cuidando el caballo!