El viaje era silencioso, Louise habia llamado a Ariana para que fuera a recogerla a ella y a Jade unos kilómetros fuera de Frangipane Área. Habían salido a duras penas del lugar, Louise fingió que no estaba escuchando los gritos y llantos de la gente que pedía ayuda, aunque realmente era algo que le torturaba los oídos. Tenían muchas preguntas que responderse, ¿qué hacía Jade ahí? ¿por qué no se tenían contacto alguno? todo era muy confuso, parecía ser pasado de largo la mayoría del tiempo.Ariana las miro por el retrovisor, ocultando una pequeña sonrisa. Qué fácil se habían juntado.
Cuando llegaron a la casa de Louise, Ariana se despidió rápidamente y se fue del lugar. Cerró sus fanales fuertemente al entrar a la casa, sabía que Louise le tenía muchas cosas que contar, pero ella tenía muchas cosas por las cuales arrepentirse. Las paredes eran blancas y negras y el piso era de mármol, las ventanas eran extensas y había una lámpara en el techo en cada habitación.
—¿Quieres agua? —La voz de Louise la aturdió de su concentración, volteo a verla y negó con la cabeza. Se sentó en el gran sofá, cuando lo toco se extrañó al ver una gran mancha de sangre. —El día que perdí a mi bebé estaba dormida en el sofá que estas sentada. —Louise volvió de la cocina, su cara reflejaba neutralidad. —Fue un aborto instantáneo. —Parecia que no le había afectado, aunque esa noche fue el escenario de una película de terror, gritos y sangre. Se paró del sofá acercándose a Louise, pero paro al instante.
Sentía que su garganta se cerró por unos momentos, cerró sus fanales fuertemente. Quería volver al principio, hace 5 años, cuando el riesgo de la vida y la muerte eran ridículamente leve como es ahora, ver a la bailarina anónima solo por una noche y haberse ridículamente enamorado y que ella le hubiese únicamente gustado. Desde Brasil hasta Estados Unidos se sabía quién era Louise Edwards, era una reconocida pintora y ya, cara linda, obras de arte hermosas y listo.
—Hay algo que tengo que decirte... —Murmuró lentamente, Louise tomó su mano y entrelazo sus dedos. Antes de decir algo que sería una bomba, la rubia la interrumpió.
—No, déjame continuar a mi amor. —La miro cariñosamente, acaricio con su pulgar la mano de la rubia. —¿Recuerdas la casa que te dije que compre? —Jade asintió, prosiguió Louise. —Al momento de aceptar trabajar con Anna, abandone esa casa y tuve que venirme a esta, que estaría cerca de Frangipane Área. Sigue intacta, cuando esto termine me encargaré de traerte conmigo hacia allá.
Louise aventó su cuerpo hacia la pared bravamente. Comenzó a atacar su cuello, adentrando sus manos abajo de su ropa. Mordisqueo su cuello y luego la beso salvajemente.
—Loui- —Quiso terminar sus palabras, pero gimió al sentir como adentraba sus manos hacia el pantalón y lo desabrochaba.
—¿Recuerdas a Lauren, la de los ojos verdes? —Jade asintió al recordar View Alegría. Louise no paro de hacer sus cosas mientras siguió hablando. —Es jefa de un área, está casada con Karla. —La castaña ayudo a su amada quitándole el vestido, al quitar su camiseta quedando en ropa interior las dos. Louise tomó las piernas de Jade y la cargo hacia arriba, mientras que Jade mordisqueaba su cuello. —Las dos son muy peligrosas, las dos son jefas del área 5, el de trafico de armas.
Habían llegado a la habitación de Louise, las dos se estrellaron contra la cama, Jade quito el sujetador de Louise mientras besaba sus pechos. Louise la miro a los fanales directamente, empezando a gemir. Tomo de las caderas a Jade mientras se restregaba contra ella. Los gemidos de Jade eran algo agudos, los de Louise eran roncos mientras quitaba toda la ropa que les quedaba a las dos. En el momento que Jade quedo abajo de Louise, pararon de hacer sus cosas, mirándose directamente a los fanales. Louise se quitó de ella, cogiendo un cigarrillo encendido que había en un mueble. No podía explicarlo, después de tantos años sintió un extasís profundo, la única que era dueña de eso era Louise.
Se volvió a acomodar encima de Jade, mientras daba una calada al cigarrillo y expulsaba el humo en la boca de Jade. Después de eso se quedaron en silencio, mirándose directamente.
—No sé si ya hayas conversado con alguna de ellas, pero sé que podrían combatir de nuestro lado. —Jade soltó una risita, Louise la miraba con admiración mientras sonreía dando otra calada al cigarrillo. —Aunque suene ridiculo espero que así sea, en fin, esto se realizará de una manera rara, no te lo explicaré, tendremos que vivir esto, juntas. No me interesa que ahora seas una empresaria reconocida o quien sea que seas, ahora eres mía Thirlwall.
Siguieron con lo suyo, siguieron dándose placer mutuamente. Antes las dos eran las encargadas de darse placer mutuamente, pero ahora gobernaba Louise. Haciendo que Jade arquee su espalda mientras gemía por más, empezando a respirar con algunas pausas. La estaba deborando lentamente y ferozmente, tomo fuertemente a Jade y la estampo con la pared, aumentando su agresividad, chupando, mordiendo cada parte de ella. Jade pedía cada vez más que esto nunca se acabara, se sentía tan bien.
—Y-Yo..ah. —Gimió cuando Louise no la dejo hablar, intentó proseguir. —Te necesitaba tanto. —Louise gruñio, la imagen que Jade le proporcionaba era un maldito cielo, sus mejillas estaban coloradas y sus labios hinchados, sus ojos estaban cristalizados de placer. Lamió lentamente su cuello mientras metía sus dedos dentro de Jade, antes de dar un beso en sus labios.
Después de horas de gemidos, lágrimas de placer y extasís. Cayeron rendidas en la cama, Louise no paro de fumar en todo ese tiempo, 8 cigarrillos en una noche, nuevo récord. Jade miraba directamente el techo, mientras pasaba su mano por el cabello de Louise, la otra siguió fumando, sin haber dicho una palabra después de haber terminado. Voltearon a verse al mismo tiempo, Louise aprecio el cuerpo de Jade como si fuera una obra de arte, aunque realmente si lo era.
—Mañana te llevare a Teste de Gelo, creo que te gustara ver como ha quedado. —No soporto y se encimo arriba de Louise, volviendo a besarla ferozmente, abriendo sus piernas acomodándose en la cadera de ella. Respondió algo sorprendida, ¿qué no se cansaba de tener sexo? cuando se separaron volvió a dar una calada al cigarrillo y lo volvió a expulsar dentro de la boca de Jade, quien sonrío y luego agarró su cigarrillo, que cuando toco el suelo fue la perdición para los dos, volviéndose en un placer instantáneo que no termina.
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Anônimo | Jerrie.
FanfictionEl tiempo pasa más rápido de lo que crees, no te das cuenta que tienes lo mejor de tu vida, puede irse y avisarte, o irse anónimamente.