Esta historia es en honor a mi hermana, la cual es una gran fan de esta pareja, espero que te guste .
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------En un mundo donde alfas y omegas eran emparejados desde el nacimiento, la posibilidad de encontrar tu alma gemela eran escasos, pero obviamente un alfa de una familia tan importante como eran los Katsuki, no debía de preocuparse, desde que nació, al final de cada mes, se presentaba frente a Yuuri cada omega nacido en los últimos treinta días, más el pelinegro no mostraba gran interés en los pequeños bebes con apenas días de nacidos, así que la búsqueda de una pareja adecuada se aplazó durante nueve largos años...hasta ese día.
Una feliz pareja rusa estaba de vacaciones en Japón, la esposa estaba de ocho meses de embarazo, habían pronosticado el parto para el mes de abril, más por casualidad, ese fatídico 1 de marzo, la hora de dar a luz se adelantó, y sin más que hacer, él bebe tuvo que nacer en una pequeña clínica de Hasetsu. El parto fue fácil y el pequeño rubio fue nombrado Yuri. El ruso causo gran encanto entre las enfermeras con sus hermosos ojos verdes, más cuando la pareja de rusos quiso irse de nuevo a su país natal le anunciaron que debían quedarse para que el niño de los Katsuki viera al pequeño omega recién nacido, sin tener otra opción, los rusos debieron aguardar todo el mes para poder irse de vuelta a su preciada Rusia, mas, por azares del destino, tendrían que quedarse incluso más tiempo de lo planeado.
En otra parte de Hasetsu el pequeño Yuuri se alistaba para ir a otra de las visitas que realizaba cada mes; mes tras mes y años tras año, Yuuri se aburría más y más de ver a los bebes en sus cunas, ya los típicos aromas no causaban impresión en él, más ese día cuando llego al hospital algo se sentía diferente, olía diferente; cuando entro al cuarto lleno de recién nacidos pensaba comenzar por el sector A para ver y oler un poco al primer niño para luego seguir con el de al lado, pero al tomar el primer respiro olio algo distinto a lo usual, no olía como los típicos omegas japoneses, olía como a canela y manzana, como un rol de canela, aquel olor produjo una profunda sensación de calidez en su pecho, sin poder evitarlo se encamino hacia ese olor, ignorando a todos los niños en su camino, cuando llego a su destino se encontró con un par de esmeraldas que le sostuvieron la mirada intensamente acompañado con un ceño fruncido, el pelinegro no pudo detenerse a sí mismo cuando tomo al pequeño rubio en sus brazos, lo abrazo a su pecho y metió su nariz en el pálido cuello del contrario, el aroma del pequeño lo hizo querer llorar, allí en medio de esa gran sala, parecía que no existía nadie más en el mundo que ellos dos abrazados y en ese momento se dio cuenta que nunca más podría dejar ir a ese lindo ruso.
No había palabras para explicar el estupor de los Katsuki cuando el pelinegro salió con un lindo ojiverde en sus brazos
-Lo quiero a el- Yuuri no dijo nada más, simplemente se sentó en una silla cercana para enterrar la nariz en él bebe y seguir oliendo de ese aroma que lo volvía loco. Los padres estaban más que encantados, después de nueve largos años de ver omega tras omega, su hijo por fin se decidió por el niño más hermoso que pudiera existir sobre la Tierra. La imagen era la más adorable, un lindo pelinegro sosteniendo un bebe rubio adormilado en su pecho, se veía tan angelical, como algo puro y etéreo.
Asombro era una palabra muy pequeñas para describir la reacción de los Plisetsky, ya de por si el nacimiento de su Yuri en Japón se salía de los planes originales, luego tuvieron que quedarse un mes más de lo que esperaban y ahora les decían que su bebe ¡había sido emparejado con un niño 9 años mayor! Pero todas sus dudas y preocupaciones se desvanecieron cuando vieron al pequeño rubio completamente relajado entre los brazos del japonés, Yuuri trataba al lindo omega con sumo cuidado, como algo frágil, como si fura simplemente una estela de humo, que con cualquier movimiento se desvanecería, solo había pasado unos minutos con él y ya no quería dejarlo ir. La pareja de rusos accedió contenta el compromiso luego de ver como su hijo parecía intensamente complacido con la presencia de su, ahora, pareja. Todo fue planeado a la perfección, Yuri viviría en Rusia pero pasaría todas las vacaciones con Yuri, en Japón o en cualquier lugar que el pelinegro quisiera, habría constante comunicación entre los niños por teléfono, internet, cartas o algo parecido; cuando todo fue acordado, los Plisetsky quisieron regresar a su hogar, pero separar a los niños fue más difícil de los que esperaron, el pelinegro no quería soltar al rubio y cuando lo hacia el ojiverde comenzaba a llorar, fue todo un trabajo poder separarlos.
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Espero la historia haya sido de su agrado, me disculpo si hay errores ortográficos, me tomo mas tiempo de los que espere para poder publicarlo, esta historia no tendra muchos capitulos pero espero que les guste.
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Contra Vientos y Mareas-Yuuyu-Omegaverse
FanficNombre de la historia sujeto a cambio, se aceptan sugerencias. Yuri on ice y sus personajes no me pertencen, todos los créditos a Kubo Mitsurou y Sayo Yamamoto. Esta historia es sobre la pareja Yuuri Katsuki x Yuri Plisetsky, si no te gusta la p...