🀢 ⚘Capítulo 1⚘ [En el pasado] 🀢

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"Seguramente, Un día nos separaremos"

—¡Estoy realmente aburrida!–Lloriqueó una pequeña niña de 8 años, la cual se dejó caer hacia atrás, chocando contra la pared que se encontraba detrás de ella.

—¿Rin, podríamos ir afuera?–Propuso.

—No.

Negó con clara convicción la mencionada, la cual era un año menor. En ese momento, la pequeña rubia trataba de retratar a su amiga. —Vamos Miku, quedate quieta.

—Rin, llevas más de 1 hora, y  no has avanzado en nada. De hecho, eso que estás pintando no se parece en nada a mi, mis ojos son azules al igual que mi cabello. Y los estás pintando de rojo. —Declaró la mayor.

—Se me terminó el azul. —Se excusó la pequeña rubia- Pero, tenía mucho rojo.

Dicho aquello ambas niñas mantuvieron silencio un rato, hasta que se escucharon un par de risas que provenían del exterior. Eran los hijos de los sirvientes, jugando alegremente.

—Rin, ¿nunca podrás salir del templo?–Preguntó la pequeña Miku, a la vez que miraba con algo de tristeza el exterior, a travez de un enorme ventanal.

—Mi padre siempre me ha dicho que afuera es peligroso y mucha gente mala podría hacerme daño. Por ello, debo de permanecer aquí.

—Pero, yo jamás dejaría que alguien te lastimara, Rin. –Dijo Miku, la cual impulsivamente se alejó de la ventana y se acercó a su amiga. La menor dejó ver un pequeño rostro cargado de sorpresa, pero aquella expresión no duro mucho, puesto que Rin esbozó una pequeña sonrisa.

—¿Qué dices? Solo tienes 8 años.

—Eso no importa. Cuando sea más grande, voy a llevarte lejos de este lugar.

Los ojos de Rin se iluminaron. Siempre había querido conocer el mundo más allá de los imponentes muros del templo. Pero, pese a su corta edad entendía muy bien su situación. También comprendía sus responsabilidades, debido a que el líder no había tenido más hijos propios,Rin era todo lo que tenían.

—Tengo muchas responsabilidades aquí, Miku.

—¿Qué pasa contigo? –La interrumpió —Tienes tan solo tienes 7 Años, y sé bien que cuando crezcas seguramente te convertiras en una buena princesa, pero ahora tienes que divertirte. Debes conocer más amigos, salir a jugar y ese tipo de cosas.

—¿No es para eso que estás tú aquí ?- Respondió Rin, con cierto aire de frialdad. Enseguida se arrepintió de sus palabras.

Aunque  aquello era cierto. Miku había perdido a su padre, quien fue un hábil y valiente guerrero, fiel servidor a su líder y al templo, el cual era dirigido por los padres de Rin. El hombre mantuvo una estrecha amistad con sus superiores, pero un día y sin previo aviso hubo una emboscada del clan enemigo, y perdió la vida. Tras la pérdida, la madre de Miku no pudo con el dolor y suicidó con la katana de su esposo. Por ende, Miku debía irse lejos, pero no imaginó que el gobernante decidiera adoptarla para que fuese la  amiga, hermana y protectora de su única hija.

El hombre le advirtió desde el inicio que Rin era una niña muy fragil, que jamás debía salir de los terrenos que ocupaba su reino. Dejó aquello en las manos de la peli-azul, para aquel entonces tenía 6 años y Rin 5.

Desde que Miku llegó , batallaron mucho para corregirla, ya que era muy impulsiva, rebelde y de carácter fuerte. Tanto así, que juró al crecer  se convertiría en una guerrera y se entrenaría con la katana para entrar en la guerra y vengar a sus padres. Clase de pensamientos que una niña no debería tener.

Knife [LenxRinxMiku] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora