Shin Byeol.
-By; ¿ los haz visto?- La chillona voz de mi amiga, me había sacado de mis pensamientos.
-No, nose.- Suspiré- ¿Que? Lo siento no estaba prestando la suficiente atención.- La miré fijamente y logré ver como viraba sus ojos hacia atrás en señal de estar harta de mi.
-Allí, mira. - Tomo mis dos mejillas con su mano izquierda estrujándolas mientras se aseguraba de que yo esté mirando hacia su objetivo.
-¡Oh por dios Julissa deja de mirar a ese septeto!- aparté bruscamente su mano de mi cara y las toqué. Me había dolido un poco, será bastarda.
-¿Por qué me pides siempre que deje de observarlos? ¿A caso te gusta alguno de ellos?- Me miró y comenzó a reír comenzando a llamar la atención de los estudiantes que se encontraban a nuestro alrededor. Le dí un leve empujón para que se calmara pero no hubo caso alguno.
-¡Ya callate!- Le dí un mordisco a mi dura manzana la cual se encontraba en mi bolso desde aquella mañana.- Es solo que... no me gusta que le den tanta fama y atención a ese par de estúpidos.
-Yo se que deseas tener a cada uno en tu cama.- Dijo entre risas.- Aunque no creo que quieran acercarse a ti si sigues hablando con tu boca llena de manzana.- Dijo abriendo su boca y haciendo un extraño gesto.
- ¿ Por qué desearía eso si apenas hace dos días los conozco?- Mentí. Los conocía perfectamente.
Julissa y yo habíamos entrado en la Korea University hacía apenas unos días.
Este es nuestro último año de carrera universitaria y decidimos concluir nuestra etapa aquí en Corea del Sur. Julissa y yo somos muy sociables. En los intercambios a los que hemos ido, conocimos personas increíbles, pero lamentablemente este año Aquí en Seúl, mi ciudad natal, no será nada fácil volver a reconstruir las vidas que teníamos antes.
Hacer sociables no era un trabajo difícil para nosotras, Una asiática y una Estadounidense de tez morena , no se aparecían por los pasillos de una universidad todos los días , así que creíamos que todos aquí iban a ser amables con nosotras,y así es...CREÍAMOS.
Absolutamente todas las chicas, iban detrás de siete chicos (muy odiosos e irritables por cierto) de un curso más avanzado que nosotras. Según todo el mundo, ellos eran los mejores estudiantes de la universidad, los mejores de su clase, campeones estatales en el famoso juego de Poker y blah blah. Pero, nadie buscaba amigos que no fueran ellos. Todas las chicas los persiguen de aquí para allá, patético.
Se hacían llamar "Bangtan Boys", su estúpido grupo estaba conformado por siete chicos los cuales creían ser los dioses griegos, cuando en mi humilde opinión no eran más que simples lombrices de tierra. Era imposible socializar con ellos o unirte a su grupo, eran muy unidos y cerrados, no permitían que nadie entrase a sus vidas, pero si permitían que múltiples golfas entrasen en sus habitaciones cada fin de semana.
-Llegaremos tarde al salón, corre.- Jul levantó sus cosas y se paró a tirar las sobras de lo que estaba comiendo hace unos minutos.
Comenzamos a apresurarnos, ya que no queríamos llamar mucho la atención de los maestros ni tampoco llegar tarde.
-Julissa ¿Podrías ir mas despacio por el amor de Dios? ¡Recuerda que no estoy en estado físic...- No pude terminar ya que sentí un doloroso impacto de mis nalgas chocando contra el suelo. Todo me daba vueltas, estaba mareada, y no dejaba de escuchar una odiosa voz gritando.
-¡Acaso tu no miras por donde vas! - Seguía gritándome aquella voz la cual desconocía.- ¡Estúpida!- Y ahí caí en cuenta.
Tenía a Juls encima mio, al parecer chocó con algún chico y se cayó hacia atrás.
No le tomé importancia a aquel idiota, y me apresuré a levantar a mi amiga del suelo.
-¿Estas bien?
-Si Byeol, descuida.- Dijo sacudiendose los pantalones.
-¿Desde cuando dejas que las personas te insulten? - La regañé enojada.
-¿Que no haz visto quién era?- Dijo con una especie de brillo en sus ojos..
Oh dios no me digas que era uno de...
-¡Era un bangtan!- Rodé los ojos hacia atrás- Min Yoongui.
-¿Encerio Julissa? ¿De verdad dejaras que un estúpido popular te pisoteé solo por que es uno de esos tipos?- Suspiré- Descuida, se las verá conmigo.
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Daddy | myg
FanfictionNinguna cara angelical es sinónimo de inocencia y eso Min Yoongi lo aprendió por las malas. Solía preguntarse si en alguna otra parte existía otra persona que le pueda erizar la piel con un mínimo roce. Se preguntaba una y otra vez si existía otra p...