Daddy | myg

dos

 Las uñas comenzaban a clavarse en mis delgadas y blancas muñecas, Julissa estaba evitando que corriera  tras ese chico, y era tanto mi impulso que me estaba sosteniendo demasiado fuerte.

-Ya cálmate.- Susurró Julissa con una voz relajada. Suspiré y dejé de hacer fuerza, y ella aún no me soltaba.- Promete que si te suelto el agarre, no intentaras ir tras él.- Bufé, odiaba que me ponga condiciones.- ¡Solo prometelo!- 

-¡bien, bien tu ganas!- Me safe bruscamente de su agarre, y dirigí mi mano para que sobara mi muñeca.

-Lo siento... ¿te hice daño? No me di cuenta, es que tienes demasiada fuerza y no pod...- La interrumpí

.-Mejor vámonos, o llegaremos tarde a clases.- Ella solo asintió y comenzamos a caminar hacia el salón. 

(..)

La profesora de biología había entrado por la puerta justo detrás de nosotras, y al verla nos apresuramos a sentarnos.

La clase se tornaba aburrida, y no me estaba gustando nada la idea de tener que conseguir mi propia rana para el experimento de la clase siguiente y  si, nuestra propia rana. La consigna era, que debíamos traer una rana muerta al salón, para poder abrirla y analizar sus partes, un total y completo asco. La profesora seguía hablando, pero un llamado captó mi atención.

-Pss...- 

-¿Qué?- Susurré de mala gana.

-Byeol ¿haz visto quien está sentado allí?- dijo señalando discretamente con la cabeza. Miré hacia donde ella estaba mirando.

Y allí estaba aquel chico popular y grosero que había empujado a Julissa por las escaleras. Se reía por lo bajo junto con otro de sus amigos populares. 

-Si, y no me interesa.- hice a un lado mi vista y seguí mirando a la profesora, tratando de volver a concentrarme en lo que ella explicaba.

-¿No le harás nada, o si?- Continuó susurrando.

-Oh, claro que sí.- La miré.

-¡Byeol sabes muy bien que no quiero que me averguenzes frente a el!- Dijo alzando un poquito la voz y para nuestra mala suerte , aquel grito llegó a oídos de la profesora.

-¡Señoritas!- Dijo la profesora en tono de reproche.- Tú.- Dijo señalando a Julissa.- Y tú- Dijo señalado a Min Yoongi- Quien se encontraba en la primera fila.- ¡Roten de lugar ahora!

Julissa se quejó maldiciendo por lo bajo mientras tomaba sus cosas y susurrándome un "adios" entre labios.

Respire profundo para tratar de contenerme, y no gritarle a aquel chico cuando apoye su cuerpo en la silla que se encontraba al lado mio. 

-Hola Byeol, tanto tiempo.- Se sentó lentamente a mi lado mientras me miraba con una de sus arrogantes e infaltables sonrisas. Me sorprendía que aún recordara mi nombre

-¿Solo cierra tu boca quieres?- susurré de mala gana.

El resto de la clase transcurrió normal. Min Yoongi no me dirigió la palabra en toda la tarde lo cual fue bueno.

-¡Chicos, no se olviden que buscarán su proyecto y lo harán junto con su compañero de mesa! - anunció la profesora.- ¡No se valen cambios, ya los anoté a todos!- dijo alzando su libreta indicándonos que ya lo había echo. Genial, ahora tendré que soportar a este estúpido el resto de mis clases.

-Genial, ahora podré volver a pasar tiempo contigo, Byeol.- Susurró en mi oído, y me sobresalté al sentir su mano en mi pierna. Me quedé helada.

-Yo no quiero pasar tiempo contigo, le diré que nos cambie.- Hablé con dificultad, debido a que comenzó a brindar caricias en mi pierna, y comenzó a subir su mano por debajo de mi falda.

-¿Acaso tu no escuchas Shin Byeol? Dijo que no se aceptan cambios.- Acertó.- Bingo.

-Quita tu mano...- le ordené y al no recibir ninguna acción, decidí levantarme, tomar mis cosas e irme de clases.