Prólogo.

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El miedo se está apoderando de mí, logrando que mis ideas se nublen y no pueda actuar con claridad. Siento como mi piel se eriza y siento un frío insoportable. Él me tiene retenida acá, encerrada bajo llave, pero irónicamente, tampoco tengo deseos de salir. Una parte de mi tan solo quiere ir lo más lejos de todo esto, mientras que otra pide a gritos salir de acá y ayudar a mi madre.
Sé que ella podrá pasar aquello sola sin ningún problema, ya lo ha vivido antes, y yo también, pero aún no me acostumbro a sus gritos de dolor. ¡No puedo acostumbrarme! Siento como las primeras lágrimas recorren mis mejillas, logrando que al llegar a mi boca sienta el sabor a sal.
Siento como la frustración va aumentando junto a las lágrimas, logrando que me ponga en pie y vaya hacia la puerta. Uno, dos, tres veces la pateo sin resultado alguno. Retrocedo y me preparo para correr. En menos de un minuto estoy en el suelo, con un dolor de hombro insoportable y con la puerta aún cerrada. Me hago un ovillo y me pierdo en mis pensamientos, con el insoportable fondo de gritos y golpes.

Todo esto había sido mi culpa, pero él no había hecho caso a mis gritos y golpes que no le afectaban en nada. El alcohol le había cegado por completo, y ya no había vuelta atrás. Ahora mi madre pagaba toda la frustración e ira que había juntado en el último tiempo, como si ella fuera la culpable de todo.

Toda su vida laboral se había ido al infierno, y al parecer él la había acompañado con un vaso de cerveza en la mano. Al regresar había perdido todo. Casa, trabajo, amigos, familia, a él. La cerveza fue cambiando al vodka, mientras su personalidad se hacía cada vez más violenta e insoportable, y obviamente la que pagaba los platos rotos era mi madre.
Últimamente, las cosas habían ido de mal en peor, y al parecer no tenían intención de frenar.

Claro, he de explicar la pelea de hoy. ¿Una mala calificación? ¿Una expulsión? ¿Embarazo? Que va, no. Esto solo lo provocaron llegar quince minutos más tarde a casa, si, quince míseros minutos bastaban para enfurecerle.
La escuela quedará a una hora de la casa, así que ella va a buscarme para evitar que pase algo. Un choque logró que el bus se retrasara, y la falta de putas en el bar de mala clase a la que iba logró hacer que su furia se fuera hacia el retraso. El, caliente y ebrio solo quería sexo, y al no estar la mujer que le satisficiera lo tomó como un insulto.

Y bueno, henos aquí, ella gritando mientras la golpean y yo acá encerrada en mi habitación, bajo llave y hecha un ovillo mientras lloro. Espero algún día poder ayudarla. Poder salvarla de esa cosa a la que alguna vez fue mi padre.

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Bueno... quizás me emocione un poco al escribir pero... SON DETALLES! ahora no es muy romantica por si lo ven, de hecho es todo lo contrario ._.

Bueno, ojala les guste! COMENTEN Y VOTEN!

Les quiere Ara *w*

PD: Gracias a Anaiiss por la portada y por ayudarme en todo esto.

I need  some help [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora