I need some help [Pausada]

6- Una ciudad... extraña.

No lo podía creer. No estaba. Él desapareció. ¡Mi hermano acaba de desaparecer! Estaba totalmente sola en esto. Asustada y sola, asquerosamente horrible.

Estuve pateando, gritando y llorando por alrededor de media hora y sinceramente ya me había cansado de hacer todo este show al cual no recibiría respuesta. No sabía qué hacer, y estaba totalmente agotada, principalmente de forma psicológica; así que me senté en el suelo y me apoyé en la puerta de mi habitación. Comencé a pensar de manera más racional. Él no se había ido por su cuenta; el tiempo no le daba para ir habitación por habitación cerrando las puertas con cerradura, para después ir a mi habitación, cerrar con pestillo, y largarse de una buena vez para no volver.

No sé qué era lo que estaba pasando ni mucho menos lo que pasaría. Solo quería que toda esta mierda se acabara de una buena vez. Mi vida asquerosa y rutinaria no era algo apetecible, deseable ni mucho menos; pero era mucho mejor que lo que he estado viviendo en estas últimas horas.

Me puse en pie lentamente; con un cansancio mental y físico que jamás sentí en mi vida. Baje al primer piso de manera cansina y perezosa, pero con una dirección clara; la cocina. Al llegar, me preparé el sándwich que siempre ha preparado mí mamá, tomé una botella para posteriormente llenarla con agua, un paquete de galletas con sabor a chocolate, un gran cuchillo con funda, la linterna más grande, con una buena iluminación y unas pilas de cambio, lo mejor que pude encontrar en este asqueroso lugar; unas zapatillas de correr que siempre dejo en el living por emergencias o por si quiero salir a correr, una sudadera color verde que me quedaba algo grande y una mochila mediana negra en la que pueda guardar la comida recién nombrada.

Cuando ya estuve lista y todo estaba guardado, me senté en el sillón más cercano y cómodo que estaba en el living. Estaba muy, muy cansada, pero sabía que esto era algo que tenía que hacer. Yo iba a ir al bosque e iría a buscar a mi madre, hermano, o lo que sea que me dé respuestas a esta locura y no volvería hasta que pudiera encontrar algo.

Salí en busca de ello y de todo.

Comencé a caminar por el bosque, a camino lento, cuidadoso, y muy atento ante todo sonido que se pudiera escuchar. Tenía miedo, y mucho, pero para poder subir mi ánimo y valentía recordaba la frase de un buen libro qué leí. <<El miedo hiere más que las espadas.>>  En estos momentos de temor y gran suspenso era de mucha ayuda.

Me senté debajo de un árbol y saqué el sándwich que guardaba en mi mochila y me lo comencé a comer con ansias y hambre. No me había dado cuenta de toda el hambre que sufría hasta que le di el primer mordisco. Aquella receta era única. Mi madre me la enseñó a los 10 años, cuando le pedí que me dijera cual era el gran secreto de su receta; pero ella solo me dio los ingredientes y me dijo que lo más especial era “La felicidad y amor”. Yo al principio no le creí, y lo hice con desgana y aburrimiento; pero cuando mi mamá dijo que si los hacía bien yo me encargaría de los sándwiches en la fiesta de cumpleaños de mi medio hermano, yo los empecé a hacer muy emocionada y feliz. Mi mamá los encontró exquisitos y me encargó de lo que me había prometido anteriormente. Los extrañaba tanto…

Me paré de debajo del árbol en el que estaba sentada, limpiando la tierra que se quedó en mi trasero. Prendí la linterna nuevamente y seguí mi camino nuevamente. Había caminado bastante, y tenía la pequeña sensación de que me había perdido.

He recorrido el bosque más veces de las que pueda contar con las manos. El bosque era mi lugar favorito. Me sentía libre, alegre y tranquila; pero en plena noche con tan solo la luz de la luna, las estrellas y mi linterna; era difícil saber exactamente en qué parte del bosque me encontraba.

Había pasado ya un tiempo bastante largo; o al menos así se sentía cuando estabas en una completa soledad y oscuridad; y estaba considerando de gran manera volver a casa y buscar cuando amaneciera, cuando veo una gran luz brillar en la noche. No era la luz de una cabaña o dos; sino la de muchas, muchas casas.