Entonces es cuando llega el golpe más fuerte. Llega como un tsunami llevándose todo a su alcance.
Viene sobrecargado con masas y masas de agua arrasando consigo todo a su paso.
Es exactamente proporcional cuando nos decepcionan. Aguantamos acciones y palabras hasta que explotamos, aferrándonos a la desilusión mientras discutimos con nuestros demonios.
Las placas tectónicas tiemblan como nuestras piernas.
La grieta sobre la superficie terrestre se divide en dos... Como nuestro corazón.
Él agua cubre todo a su paso sin permiso como nuestras lágrimas que acarician frenéticamente nuestras mejillas.
La decepción es un tsunami, después de la catástrofe es difícil arreglar él daño. Nada vuelve a ser como antes.06/02/17
Instagram: @soficarbo
Twitter: @soficarbo
YOU ARE READING
Lo que por orgullo callé.
PuisiPoesía narrativa, la que me sostuvo en mis momentos vacíos, decepciones, alegrías, tristezas y traiciones de las cuales preferí callar... Pero mis manos no me lo permitieron, sólo agarraron un lápiz y una hoja. Sean bienvenidos a mi mundo y a mi v...