Capítulo 1

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¿Has sentido el dolor en tu pecho mientras que poco a poco va recorriendo por todo tu cuerpo aunque no tengas ninguna herida?


Eso es lo que siento en estos momentos, tanto dolor por mi cuerpo.

Mis padres habían muerto.

En estos momentos pienso "¿Por que no fui yo quien murió?" aunque muy pocas veces convivimos juntos siempre me gustaba estar con ellos sin importar cuanto tiempo fuese, de muy poco a miles de horas amaba la sensación de tener una familia feliz y sonriente cuando salíamos.
Mi hermano desde hace dos años que esta en la militar, ayer se entero que murieron nuestros padres que decidió visitarme -claro que con permiso de una semana como máximo-

—¿Estas bien?.— Me preguntó mi hermano quien me miraba al otro lado de la mesa.

—No, no estoy bien.— Respondí con la mirada baja observando el desayuno que me había hecho Gabriel.

—Oye si te sirve de algo tampoco estoy bien ni un poco pero, podemos superarlo juntos.— Hablo tomandome del hombro haciendo que lo mire.— Sera difícil yo lo sé, no haremos una estupidez de suicidarnos o cortarnos.— Río haciendo que me sacará una pequeña risa.— Lo ves te hice reír, ahora come que llegaras tarde.—
Y así comimos platicando un rato tratando de hacer de lado aquella tristeza que hace unos minutos teníamos.

Al salir de la casa colocaba mis audífonos, ¿Quien habrá sido? Los policías trataban de buscar pistas más que solo encontraron unas cuantas que no servían, también descubrieron que antes de matar a mamá la habían violado y golpeado brutalmente. Ya tiene dos semanas aquella investigación y aún no consiguen nada lo que me resulta extraño, si pudiera mataría a la persona que los había asesinado pero sabemos que eso terminaría mal llevándome a prisión.

Entrar a clases mientras que todos te miran con lástima es horrible, puede que comprendan algunos mi dolor ya que a unos chicos que conozco pero no como amigos había muerto uno de sus padres lo cual ahora les entiendo.

Probablemente me quede a estudiar en la biblioteca después de las primeras clases.
Estando a punto de levantarme de mi asiento sentí un pequeño golpe en la espalda como un codo. Al girarme era el chico "atractivo" de la clase que toda mujer desearía, cuerpo no tan formado pero tampoco un debilucho, ojos verdes y un cabello lacio y brillante como si usara algún tratamiento para cuidarse el cabello, su nombre es Wendell Collinwood. Es toda una diva aquel hombre.

—Oh disculpa Alex no fue mi intensión chocar contigo.— Hablo con su típica sonrisa amistosa conquista mujeres.

—Esta bien descuida.— Hice lo mismo retirandome del salón de clase de Ciencias y así dirigirme a la biblioteca.

Al llegar busque en la estantería de historia, al pasar por la estantería de drama una chica me hablo, al verla sonrei acercándome a ella saludándola.

—¡Hey Kath! ¿Cómo te fue en las olimpiadas de álgebra? Escuché que ganaron por un pelo, tú fuiste la que se arriesgo.—

—La vida es un riesgo.— Bromeó mientras sacaba un libro que estaba buscando.

—De todos modos felicidades, cuando puedas salimos juntos a celebrarlo.— Sonreía encogiendome de hombros a punto de irme.

—Claro, nos vemos luego nalgon.— Dijo dándome una nalgada y así irse a la mesa de la bibliotecaria.

Katherine es una chica linda y simpática con hermosos ojos marrones claros, su cabellera café era demasiado corta hasta más arriba de los hombros ella podría tener una hermosa figura que toda chica envidiaría pero eso no importa si no como es de alegre, positiva al igual con una mentalidad inteligente y creativa. Eso enamoraría a cualquier chico, eso me enamoro a mi. Podría decirse que me gusta pero temo por ser rechazado quedando como un idiota frente a ella ya que soy muy sentimental.

Estuve por un largo tiempo allí hasta que me di cuenta que no había comido nada, con razón me sentía mareado al leer. No podía comer en la biblioteca que mejor fui a un lugar donde podría estar tranquilo sin que nadie me moleste y sé cual es el lugar perfecto.
Camine hasta atrás de los salones donde estaba la cancha de fútbol, a lado hay árboles muy grandes mientras debajo habían bancas para comer casi nadie esta allí nada más en ocasiones cuando hay un juego.

Al sentarme saque de mi mochila una pequeña cajita que contenía fruta y verdura, no, no estoy a dieta simplemente es por que las amo. Encendí mi celular checando mis redes sociales en especial Instagram que es mi aplicación favorita, estaba aburrido que mejor decidí sacarme una foto y así subirla.

—Ah amo mi rostro.— Hable para mi mismo pero no esperé que alguien más me contestara.

—También amo tu rostro.— Río aquel chico que me había encontrado hace una media hora.

—Aja si claro.— Lo ignore volviendo a girar comiendo concentrandome en mi celular.

—¿Qué haces?.— Pregunto mientras se acercaba detrás mio colocándose a lado de mi cabeza queriendo ver mi teléfono.

—Solo estoy mirando Instagram ¿Podrías separarte un poco o no mirar mis cosas? Estas violando mi privacidad.— Contesté frustrado alejándome un poco de él.

—Lo siento, ¿Puedo presentarme?.— Dijo tímido y tonto.

—No es necesario sé quien eres, Wendell Collinwood chico que toda mujer desea.— Rodé los ojos levantando mis cosas y así irme.

No es que lo odie pero ya van dos amigas que pierdo por su culpa ¿Razón? Siempre que Wendell era novia de una de ellas -mis amigas- terminan por irse con él dejándome solo como si ya no existiera para ellas lo cual me dolió bastante pero Kath siempre estaba conmigo ayudándome a superarlo, lo mejor es que puedo confiar en ella para todo. De verdad la amo.

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¡Listo! Hice lo mejor que pude por ustedes y como vieron cambie algunas cosillas, si piensan que quiere que cambie algo avisenme nwn
Las amo <3

No todos los vampiros tienen sed de sangre (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora