Capítulo 2: Una Leyenda Extinta (Parte 1)

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—¡¿L-lord Nebotus?! –mis labios temblaron al presenciarlo.

—¡Mmm! –fijó su vista hacia mi– Por fin nos volvemos a encontrar... Efran. –entonó sus palabras con los brazos cruzados.

Un incomodo silencio los rodeo por completo, olvidando la densa capa de humo que tenían a sus alrededores.

—¡Hmph!... veo que sobreviviste por mucho tiempo sin necesitar de mi ayuda. Debo reconocer que te esforzaste bastante para sobrevivir a este reino –habló con los ojos cerrados.

—Y no fue gracias a ti... ¡Me dejaste abandonado en medio de la oscuridad! –reclamé.

—Yo nunca te abandoné, te puse a prueba para ver si podías sobrevivir estando solo. Pero ese torpe anciano se impuso en tu camino y te cuido como si fueras su hijo. –recitó con la mirada molestamente desviada.

—Aun así, no tienes excusas para dejarme solo... ¿Qué hubiera pasado si moría entre las sombras?

—¡Heh!, ¿quién sabe?, podría haber sido tu final si hubieras muerto, fallándole a tu padre al prometer algo que nunca cumpliste.

—¡...! –apreté mis dientes con furia.

Las palabras de Nebotus ofendieron al joven guerrero, él chico suspiro con los ojos cerrados y los volvió a abrir para verlo de frente con una postura que mostraba tranquilidad.

—¡Hmph! Bueno, dejando eso de lado, ¿para qué viniste aquí en primer lugar? ¿para disculparte de lo que has hecho? –pregunté con los puños en mi cadera.

—No vine aquí para disculparme, es más, ni siquiera me hubiera molestado en venir para acá con la intención de salvar tu trasero contra esos demonios de clase media –aún con los brazos cruzados habló con los ojos cerrados–, sin embargo, alguien me pidió un favor para traerte ante él de forma pacífica.

—Hum... ese alguien debe ser mas fuerte que tu como para no desobedecerlo.

—Al contrario jovencito, él es un gran amigo que conocí cuando apenas estaba en crecimiento, conocí su equipo por ese sujeto y se convirtió en un ser muy honorable.

—¡Ara!, entonces el debe ser como otra especie de rey, ¿no es así?

—Así es.

—Y entonces, viniste aquí para cumplir tu palabra.

—¡Heh!, ¿crees que lo voy a hacer sin recompensa alguna? Obviamente hice un acuerdo con él que negociaremos después –abrió sus ojos por segunda vez y levantó su ojo derecho diciendo–. Entonces, ¿vendrás conmigo?

—Y dejar atrás a mi maestro, ¡Nah!, ni loco lo dejaría por nada de este mundo.

A Nebotus no le encanto sus palabras, cerro sus ojos y dio un leve suspiro de impaciencia.

—Encariñarse con una persona te hace débil, pero eso lo dejare pasar, encuentra a tu maestro y nos vamos de aquí. Ya no tengo tiempo para tolerar tus niñetadas.

Afirmé con mi cabeza y comencé a buscar a mi maestro entre la neblina, pero sentí que Lord Nebotus caminaba detrás de mí, haciéndome sentir un poco incomodo con su presencia.

—¿Que rayos estás haciendo? –pregunté.

—Procuró evitar que inhales el humo; si lo respiras, serias un peso más que cargar, y quiero irme con el menor peso posible para no gastar mi energía innecesariamente.

—Uhm... bueno... gracias, ¿supongo? –respondí dudando de sus actos.

Aun demostrándole mis gracias, no le importo para nada mi gestualidad, su rostro mostraba la intención de querer ignorarme por completo.

Círculo del imperio: El Mundo AncenstralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora