Stuck (Road Trip Fanfic)

White lies (I)

Nia's POV:

Observo a los chicos alejarse y me siento bajo la sombra de un árbol, con la espalda apoyada en el tronco.

Arya vacila un momento y después me imita. Veo como abre y cierra la boca, dudando de las palabras que aún no ha llegado a pronunciar.

-¿Hay algo entre Harvey y tú? -suelta de golpe, hablando atropelladamente. -No es que me importe, pero...

Me entra tal ataque de risa que estoy a punto de caer de espaldas al suelo, ella me lanza una mirada de odio.

-¿Qué es tan gracioso? -pregunta con las mejillas encendidas de ira.

-Qué pienses que tienes alguna oportunidad.

Su cara pasa por todos los tonos posibles de blanco y después adquiere un color rojo intenso.

-¿Quién te has creído que eres? -grita y yo la fulmino con la mirada. No me gusta su tono de superioridad.

-La mejor amiga de Harvey. -respondo y ella palidece de nuevo. -No tienes ninguna oportunidad.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque yo tampoco la tuve.

Admitirlo en voz alta duele más de lo que imaginaba.

Eira's POV:

-¿Quieres dejarlo ya? -hago caso omiso a la voz de Mikey y sigo intentando abrir la puerta del ascensor. -Vas a hacerte daño.

-Cómo si te importase...

-Alomejor lo hace. -me sobresalto al escuchar su réplica tan cerca de mi oído. -Sé que he sido un capullo, pero no entiendo porque eres tan borde conmigo.

-Es un don. -respondo, sarcástica. Dudando sobre si debería o no darle un oportunidad. -Me ha llevado dieciocho años perfeccionarlo, así que...

-¿En serio? -Mikey empieza a reírse y me pega un repaso de arriba a abajo.

-¿Qué? -pregunto, un poco incómoda.

-Nada. -se acerca un poco más. -Estas gafas hacen que parezca que tienes diez años. -añade, quitándomelas.

-¿Cuándo hemos empezado a hablar de tu edad mental? -la ironía es la única defensa que encuentro a la turbación que empieza a apoderarse de mis sentidos.

-No lo hemos hecho. -es casi de mi misma altura, por lo que apenas tengo que levantar la cabeza para fijar mis ojos en los suyos.

No quiero hacerlo pero mi cuerpo me obliga a dar un paso atrás, como si fuera algún tipo de mecanismo de defensa, y él da un paso adelante.

La cercanía de Mikey me atrae y me asusta a partes iguales y no sé muy bien como responder.

Levanta la mano y retuerce un mechón mi de pelo, que se ha soltado de la coleta, entre sus dedos.

-¡Hola, Roadies! -la voz de Brooklyn nos sobresalta a los dos. -Mikey iba a acompañarme al spa, pero ha decidido que es más divertido pasar la tarde encerrado en una ascensor...¿Qué tal, chicos?-nos pregunta Brooklyn, sin poder contener la risa y yo me separo de Mikey hasta que mi espalda choca contra la pared. Blair está a su lado, con los brazos cruzados sobre el pecho y una expresión mucho menos amistosa en el rostro.

Los veo por una pequeña rendija, abierta en la puerta del ascensor, lo suficientemente grande como para que podamos salir sin partirnos en dos en el intento.

Ninguno de los dos contestamos. Mikey se desliza por la abertura y yo me dispongo a imitarlo, quedándome atascada a medio camino.

Un sonido similar al del plástico rompiéndose estalla en mis oídos y me llevo la mano al pecho, confirmando así mis sospechas: el cierre de mi bikini está roto.

Entro en pánico mirando en todas las direcciones para encontrar una salida. La recepción está llena de gente que pasea de un lado a otro, arrastrando maletas, o a sus hijos, por el suelo.

Y mi habitación está en la sexta planta.

-Ayúdame. -le susurro a Mikey, apuntando a mi bikini con la cabeza. Tarda unos segundos en comprender lo que pasa y después se acerca.

-Sal del ascensor -me dice y yo ya estoy preparándome para gritarle que es una estupidez. -Confía en mí, saca la otra mitad del cuerpo y pégate al mío.

Dudo un segundo antes de impulsarme para salir del ascensor. Los brazos de Mikey me aprietan contra su pecho, bajo las atónitas miradas de Blair y Brooklyn, que ha empezado a reírse mientras nos graba con la cámara de su móvil.

No soy capaz de hacerme una idea del ridículo que tenemos que estar haciendo, aunque, para ser francos, el calor que desprende Mikey hace que lo que nos rodea no me importe demasiado.

-¿Qué hacemos ahora? -le pregunto a Mikey, aún pegada a él.

-Mi habitación está a unos metros. -dice, señalando un pequeño tramo de escaleras y empezando a caminar, obligándome a seguirlo. -Te dejaré una camiseta.

Arya's POV:

Busco con la mirada, sin que se note demasiado, cualquier excusa que me permita levantarme y salir corriendo de aquí.

La tensión es tan intensa entre Nia y yo que estoy convencida de que si levanto la mano, el aire me hará un buen corte en los dedos.

Mi cabeza va a toda velocidad intentando encontrar un tema de conversación que rompa el incómodo silencio en el que las dos nos hemos sumido, o que al menos ponga fin a nuestra guerra de miradas.

Abro la boca varias veces, pero las palabras pierden todo sentido antes de ser capaces de salir.

¿De qué se supone que puedo hablar con ella?

La única cosa que compartimos es un desagrado recíproco y, bueno, también a Harvey.

-Nia, yo lo...

-¡Chicos!

Menos mal.

Me paso las manos por la cara, respirando hondo. He estado a punto de disculparme.

Con ella.

Por una razón que aún desconozco.

Demasiado irónico, ¿no?

Le hace un sitio a Harvey a su lado, pero él finje no darse cuenta y se sienta en la esquina contraria, junto a mí.

Me lo tomo como una pequeña victoria.

-Llegáis justo a tiempo. -exclama Nia, fulminádome con la mirada. -Arya iba a cantar una de sus canciones.

-¿En serio? -Rye también se sienta y me mira, emocionado.

-En realidad me duele un poco la garganta. -toso intentando darle fundamento a mi excusa. -Mejor otro día.

-¿No tienes una grabación en tu móvil? -sigue atacándome Nia. -Al final vamos a pensar que te lo has inventado.

Harvey y Rye se miran entre ellos, para después posar sus ojos en mí.

-Y-yo... -respiro hondo, sopesando mis opciones: puedo intentar cantar alguna canción fácil que no tenga agudos, pero ahora mismo solo se me ocurren villancicos y las pocas canciones que me vienen a la mente son de Melendi o, lo que es lo mismo, poco adecuadas para la ocasión.

"Piensa, Arya, piensa. No tienes que convertirte en Brendon Urie, solo piensa."

Suspiro, rindiéndome.

Solo me queda la opción B: seguir mintiendo.

(Nia en multimedia)