Alianza o Matanza. |Fanfic de Los Juegos del Hambre|

CAPITULO TRES.

            CAPITULO TRES.

Clove con su mirada muy callada se dirige a el edificio de justicia y me mira de reojo –"No me lo esperaba, no estoy preparada"– Susurra mientras puede. No se espera que haya algún voluntario por parte de las chicas así que solo puedo mirarla mostrándole mi apoyo y frunzo el seño mientras miro a las personas aglomeradas unas con otras alrededor de nosotros, observo que al fondo se encuentra un hombre muy sospechoso con su cabello oscuro y piel ceniza de mediana edad, más o menos alto.

–Bueno, y ahora por los varones– menciona Maslow mientras se aparta algunos mechones naranja de la cara.

Nuevamente se acerca a la urna donde se encuentran los papelitos dorados de los varones y toma uno, se vuelve hacia el podio y lo alisa con mucho cuidado para no dañarlo.

–Soy voluntario– intervengo dejando sin un respiro a Maslow o mejor dicho sin dejar mencionar el nombre de el tributo que estaba escrito en el interior de el papelito. Repito –soy voluntario como tributo–, y no se oye ni el viento metiéndose en las profundidades de nuestros oídos.

            –Creo que tenemos un voluntario, ven cariño– dice Maslow como si no supiera que todos los años tenemos un voluntario, a veces me provocaría borrarle esa sonrisita de la cara con una granada y volarla en pedazos.  Camino hacia el centro de el edifico de justicia  no hay caras de sorpresa ya que todos los años hay al menos un voluntario. Me coloco al lado de Maslow y Clove, le dirijo una sonrisa malvada a Clove y ella aparta rápidamente la mirada hacia el frente. Diviso al frente a ver quien es el extraño hombre de allá atrás y no lo logro localizar. Cuando logro verlo esta agachado con las manos en la cara, supongo que esta llorando porque no creo que alguien rece con las manos en esa posición, –Bueno, deseémosle suerte a los tributos de los 74° Juegos del Hambre, Clove Butterfields y Cato Holbrooke–. Maslow aplaude rápidamente al terminar la frase incentivando a que los presentes también lo hagan, los cuales solo lo hacen unos pocos.

Dentro de el edificio de justicia hay una gran sala de un azul muy claro brillante decorada con dorado, en el centro se encuentra una mesa llena de comida y frutas para celebrar la cosecha de una manera que al menos los tributos se vallan contentos al capitolio. Entramos escoltados por los agentes de la paz y somos separados en habitaciones diferentes para esperar a que sea la hora de la cena con el alcalde y toda la gente importante de nuestro distrito. Entro al baño y me lavo la cara, posteriormente me la seco con una toalla blanca y me miro en el espejo mientras pienso en ese hombre llorando allá afuera frente al edificio de justicia, ciertamente pudo haber sido mi padre a escondidas viendo como su hijo va a su propia muerte, pero le demostrare que no será así y que vera a su hijo regresar al distrito dos, como un ganador, como un vencedor. 

Tocan la puerta de mi habitación temporal tres veces, seguro ya es la hora de cenar así que agarro mi camisa y me la coloco rápidamente mientras me acerco a la puerta y abro. Debí suponerlo mejor antes, es mi madre con mi hermano Allen, sin mi padre. Al menos se que si no viene a despedirse de mi, se lamentara toda su vida si llegase a morir en esa arena. Mi madre tan joven y tan linda, me da un caluroso a abrazo. –Hijo espero no me decepciones, no dejes que me arrepienta de haberte dejado ir a estos juegos– dice mi madre mientras una pequeña lagrima baja por su rostro tostado.

–Mama, sabes que nunca te he fallado y si cometo un error debo reconocerlo con la frente en alto, pero ya veras que los matare a todos en la arena, no dejare ni rastro de ninguno de ellos–En seguida suena la puerta al cerrarse y veo que mi padre esta entrando y encaminándose para sentarse en el sillón que esta al frente de nosotros sin decir una palabra.

Después de unos minutos antes de la cena tocan la puerta nuevamente para salir a cenar con el alcalde y nuestras familias. –Vamos tenemos que salir al comedor– dice mi padre mientras se levanta del sillón y se dirige a la puerta para abrirla y dejar salir a mi madre y a Allen, luego de que el saliera mi hermano menor Allen me dirige solo una frase que para mi se convierte en una obligación <<No los dejes Vivos>>, asiento y forzó una sonrisa malvada de medio lado para salir posterior a el.

Ya en el comedor junto al alcalde y su familia, Clove y su familia y por supuesto yo con mi familia se comenzó a cenar, justamente esta cena se hace para darle un agradecimiento a las familia por permitir que si hijo o hija se halla ofrecido como tributo y también para compadecerse con los padres de los tributos que morirán después en la arena, claro casi siempre el distrito dos es el vencedor pero no siempre. Clove me dirige una mirada de coqueteo y sonríe lentamente, me sonrojo un poco y sonrió para disimular el breve coqueteo entre los dos. El alcalde comienza a agradecer a las familias y a hablar sobre el distrito, sus trabajos, sus hijos y todo lo que pueden hablar los mayores mientras nosotros los adolecentes solo los miramos y asentimos como si entendiéramos todas y cada una de las palabras. Nos dependimos de nuestras familias y nos llevan hasta la estación de tren para ir directo al capitolio, subimos y nos dirigimos a la sale de estar, nos sentamos en los sillones uno al frente del otro con la mirada cansada.

—Bueno, ya estamos aquí. Ahora debemos ganar—menciona Clove. —O ganas tú o gano yo, de eso no hay dudas.

—Yo solo espero que cuando llegue el momento de morir uno de nosotros sea al final. — digo con resoplido de cansancio y un bostezo. —Después de que destripemos a mas de la mitad de los tributos.

—Me iré a dormir, seguro llegaremos muy temprano al Capitolio el día de mañana—. Me levanto y me dirijo a una de las habitaciones del tren. Me lanzo en la cama y me coloco en posición fetal mientras trato de quedarme dormido, se me vienen un montón de pensamientos en mi mente. Pienso en como será la arena de este año, no será algo tan grande porque no es vasallaje. Ya hicieron una arena con lava, en medio de el desierto, en una isla, en las montañas todo fundido de hielo, este año no se como será la arena, seguro será una gran sorpresa. Sin darme cuenta me quedo dormido.