Mi universo otorgado al mundo en pequeños pedazos.
Historias cortas de todo tipo. Algunas bajo la consigna de terceros, dinámicas y concursos, otras totalmente libres e incluso historias dentro de obras publicadas en este perfil.
Portada hecha por:...
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El cliché a retorcer será... a ver si alguien adivina xD pero de todas formas diré cual fue
Bueno, empecemos :v
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Nadie me ama como yo
Y ahí estaba él, Damián, rompiendo una vez más las promesas que me hizo en el altar. Sus brazos enredados ante una perfecta figura, una que yo nunca podría siquiera desear tener. Un apasionado rozar de labios acompañados de un húmedo combate de lenguas, trato de no sonar asquerosa pero es imposible.
Ahí estaba el miserable, en un traicionero chape de quién sería su secretaria. A ver pues, cuando se da cuenta de mi presencia, si es que acaso no le bastó el sonido de mi tartaleta de fresa cayendo estrepitosamente contra el suelo debido a mi impresión.
—¡Amanda! —se alarmó mi esposo, llamándome, al percatarse por fin de mi presencia espectadora ante su escena de una típica infidelidad—. Cariño, t-te lo puedo explicar.
Sí claro, pues al menos suéltate de sus enredaderas o dile que deje de besarte el cuello.
—Aquí no hay nada que explicar, dile al conserje que limpie este desastre, aunque no sé quién limpiará este otro desastre —Lo señalé—. Quiero el divorcio y si importaron para ti siquiera un poco el tiempo que pasamos juntos, me conocerás lo suficiente como para saber que yo siempre cumplo mi palabra —respondí haciéndome la digna, aunque me moría por dentro. Dejé esa escena y huí despavorida de su oficina con algunas lágrimas traicioneras en mis mejillas.
Pero ¿cómo pude ser tan estúpida para casarme con él? Si no era más que el chico malo, popular y mujeriego súper guapo y sexi por fuera, y por dentro no es más que una basura putrefacta. Creí que yo podía cambiarlo, que si Damián realmente me amaba, cambiaría su repudio a la monogamia a por mí.
¿Cómo pude ser tan tonta? Nadie se fija en la invisible y nerd de la universidad. La de figura cuadrada cual tablet de última generación.
Él nunca se enamoró de mí, aunque ¿por qué usarme? ¿Por qué casarse conmigo? ¿¡Qué mierda ganaba él con eso!? y por qué dejar mil promesas al viento en nuestra nupcia y mostrarme que esas valen tan poco como toda su persona.
—¡Amanda por favor espera! —¿Eh? ¿Acaso Damián iba detrás de mí una vez más? A pedirme perdón y después tratarme como mierda como siempre. No por favor, está vez no—. ¡Por favor, mi amor escúchame!
Tenía ganas de escuchar una de sus tantas y patéticas excusas de sus infidelidades, así que por eso y nada que por eso detuve mis pasos.
—Di lo que quieras, nada cambiará nada. No tienes que explicarme nada, pero si tanto quieres gastar saliva pues ándale ¿qué me vas a decir? —Detuve mis pasos, aunque dándole la espalda.
En eso, Damián se acerca hacia mí y me abraza con fuerza y no negaré que me impresionó demasiado. Llegué a sentir mi hombro algo humedecido por sus lágrimas —justo usaba un vestido floreado con tirantes—. Yo no pensaba soltar una lágrima más por ese desgraciado.
—Me niego a perder a la mujer más maravillosa que se ha cruzado en mi camino —me susurró al oído, pues yo veo sinceramente como quieres perderlo ¿eh? Ya no importa y no pienso responder—. Te desharás de mí, muerto ¿de acuerdo? Te amo, te lo juro y siempre te lo he demostrado. Todo lo que tengo te pertenece, y si de repente beso a otras es porque... porque yo soy así y por más que trato quiero tocar otras pieles, aunque ninguna se comparará con la tuya. Cualquier mujer tendrá mejor silueta que la tuya pero nadie podrá tener todo lo que tu tienes. Tú eres mi nerd, y sé que tu amas al idiota que tienes como esposo ¿verdad?
—¿Terminaste? —pregunté con un empujón, lo quiero a tres metros de distancia mínimo.
—Sí. —Se limpiaba las lágrimas.
—Lo de muerto no es mala idea, pero yo soy más lista que tú así que... ¡Thaisa!
Thaisa era la secretaria de mi esposo, y la mujer con la que me engañó, o quizá él no fue el primero en ese aspecto.
Ahí estaba ella, mirando la escena desde un segundo piso, no sabría definir su expresión pero seguro se le ve hermosa.
—¡Eres una perra! —le grité.
—¿Ah? —preguntó Damián confundido, sin saber que esa sería su última palabra.
Thaisa disparó desde esa distancia justo en el cráneo de mi marido. Su puntería nunca dejará de sorprenderme.
—¡Mi amor! ¿Está muerto ya? —gritó Thaisa y bajaba con ansias hacia donde yo estaba.
—Felizmente que sí. —Ya cuando le dije eso, ella estaba saliendo de la oficina.
La herencia que recibiré será suficiente para mantener impune la muerte de Damián y ahora seré realmente feliz con la mujer que secó mis lagrimas todo y se robó mi corazón. Ahora seremos felices las dos, todo salió tal cual lo planeamos.
¿A poco no soy una gran actriz?
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Me pasé del límite pero lo corto no es lo mío xD. El Cliché era de la nerd y el multimillonario mujeriego. Aunque seguro ni se notó xd nee, de que no es cliché, no es cliché. (o quizá algo predecible).
