Retrato.

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Llegue a mi clase y hoy les mande hacer un dibujo realista de un ser humano. Cuando sonó el timbre todos me entregaron su dibujo pero el que más me sorprendió fue el de la última persona, Lee Chaerin.

-Aquí tiene profesora-

-A no por favor, llamame Sandara- La verdad es que quería que mis alumnos me vieran como una amiga y no como un ogro.

Por su parte ella solo asintió y yo le di una cálida sonrisa. Me detuve a ver el dibujo y para mi sorpresa me había dibujado a mi.

-¿Pe...pero qué?-

-Es que no sabía a quien dibujar... y decidi dibujar a nuestra preciosa profesora- Levante la mirada del dibujo y puede volver a ver su sonrisa pícara que había visto ayer. ¿Estaba ligando conmigo?

Ella se acerco a mi y puso su cara cerca de mi cuello, podía sentir su respiración.

-Sandara...- Estaba completamente inmóvil.-Solo necesite ver como entrabas en clase para darme cuenta de que...-

-¿De... de qué qué?- Pude decir a duras penas en un susurro.

-Me gustas-

Me atrapo con sus brazos y con una de sus cálidas manos me cogió la cara para luego besarme en los labios.Lo único que puede atinar a hacer fue cerrar los ojos y relajarme, dejarme llevar por el momento.

Fue un beso corto pero en el que Lee Chaerin puso mucho sentimiento. Cuando alejo su cara de la mía abrí mis ojos y, allí estaban los suyos, mirándome con ternura. ¿Esto era real? Era muy agradable tener su olor a rosas tan cerca mía.

-Yo...esto...-

-Dime- Dijo relamiéndose los labios, acto que me puso mucho más nerviosa.

No daba dicho ninguna palabra, todo lo que pasaba por mi cabeza no parecía tener ningún sentido.

-Sandara me gustas mucho-

No lo aguante mas y sali corriendo de la clase, subí las escaleras hasta el último piso y entre en la azotea. No paraba de llorar. No me podía volver a enamorar, no ahora. Ya habían pasado siete meses de la ruptura pero aún me dolía, y mucho. No quería a otra persona en mi vida.

Estaba sentada, con la cabeza en mis rodillas y los brazos rodeándome las piernas cuando de repente sentí a alguien abrazándome desde atrás, y otra vez el aroma a rosas inundó el lugar.

-Siento haberte asustado, pero es verdad que me gustas. Por favor no me rechaces sin haberlo intentado-

Comencé a llorar más fuerte y ella detuvo el abrazo. Pensé que se iría porque ¿Quien quiere aguantar a una persona que llora tanto? Pero no. Se puso enfrente mia y me cojio la cara y quito mis lagrimas. Me volvió a mirar con dulzura y no se porque esa mirada me dio confianza. Ya era hora de dejar de sufrir por alguien que no me quería, emprender un nuevo camino.

Le acaricie la cara.

-Necesito tiempo...-Trague saliva. -Aunque me gustaría intentarlo, la verdad es que yo ayer tambien me fije en ti.

Ella me mostró un amplia sonrisa, y me hizo sentir un calor dulce en el corazón, un sentimiento que ya creía olvidado.

-No pasa nada, con tiempo, si es lo que necesitas te esperare-

Mi corazón estaba derritiendo en un tiempo récord toda la escarcha que había producido Sasha, e involuntariamente la bese. La bese con toda la ternura que guardaba dentro de mi. No quise profundizar mucho más el beso, quería ir poco a poco.

Nos empezaba a faltar el aire por lo que paramos y nos reímos tímidamente. Ella parecía un poco nerviosa y me dio mucha ternura. No pude evitar abrazarla y llorar en su regazo, pero de esta vez de felicidad.

A time of sweet dreams with you♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora