Me llamo Mike, soy un fotógrafo de 22 años, vivo en Yellowknife, Canadá. Vivo aquí desde que nací, tengo un hermano 3 años mayor llamado Max que vive en Nueva York.
Soy un chico normalmente callado, de apariencia dócil, cabello café hasta los hombros, ojos avellana y piel pálida, mido 1.90, siempre fuí muy alto y delgado así que me ponían muchos apodos.
Mi padre murió a los 48 años, fue asesinado, estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, mi madre vive a unas cuadras de mi casa, a sus 43 años sigue viéndose muy joven. Es una mujer amable, cariñosa y comprensiva, mi padre también lo era... Pero ya está en un lugar mejor supongo.
Hoy es sábado... Hay una sesión de fotos cerca del bosque boreal, un lugar muy hermoso, al estar nevando será aún más hermoso.
Ya eran las 3:00 pm, casi es hora de la sesión, alisté todo lo necesario y salí hacia el lugar, al llegar ví a una bella mujer de unos 26 años, con un vestido de novia estilo sirena, se le veía muy nerviosa, había un niño de aproximadamente unos 9 años a la par de ella dándole ánimos, seguramente las fotos eran para una revista. La verdad no me importa mucho.
Después de varias fotos el niño se cansó y decidimos hacer una pausa, miré las fotos, las cuales salieron muy bien. Decidí dar una vuelta por el bosque ya que la mujer dijo que con eso ya era suficiente. Llamé a Max para que recogiera todo el equipo. El está de visita, se quedará con mamá un tiempo.
- Hola Max, me harías un favor?
- Hola hermanito, estoy muy bien, gracias por preguntar, eres el mejor -dijo con un tono sarcástico -
- Ya calla, podrías venir a recoger el equipo? Quiero dar una vuelta
- Tu sales y yo trabajo como burro... Bien, iré - dijo resignado para después colgar -Bien, solo me queda esperar un poco y así podré irme a dar una vuelta,podría irme ya pero no me arriesgaré a que le pase algo al equipo.
Al cabo de 10 minutos llegó Max, hablamos un momento y se fue. Caminaba en el bosque sin fijarme a donde, cuando levanté la vista noté que nunca había ido a esa zona. Era realmente hermosa, había un lago cruzando el bosque donde vi un ciervo tomando agua, lástima que no llevaba mi cámara, fue un gran error dársela a Max. Intenté acercarme pero el ciervo me escuchó y huyó de el sitio, oí un extraño gruñido, giré mi cabeza y vi algo que me desconcertó.
Una mujer, si es que se le puede decir así, que estaba a unos 5 metros estaba observándome, su cabello era de un hermoso gris, ondulado hasta la cintura, sus ojos eran del mismo color que su cabello, su piel era pálida, podía fijarme en unos pequeños colmillos que sobresalían de su boca, tenía una especie de cola, como la de un lobo, tenía unos cuernos parecidos a los de un carnero, unas extrañas cosas en la espalda, parecían alas de un hermoso color negro, en sus manos unas garras bastante largas, en sus piernas podía ver hojas, como si una planta estuviera adherida a ella, pude ver unas manchas en sus brazos, sus orejas eran grandes y caídas, como las de un ciervo, en los muslos pude ver varias cicatrices. Las hojas y su largo cabello llegaban a cubrirla apenas ya que estaba desnuda.
Su mirada me hipnotizó, era fría, pero a la vez demostraba curiosidad la cual intentaba reprimir, ella tenía un aire de pureza a pesar de su apariencia intimidante. Al intentar acercarme ella mostró sus dientes y escuché otra vez ese gruñido, giré mi cabeza otra vez al lago y vi un lobo gris, me asusté y antes de intentar cualquier cosa vi que el lobo empezó a correr, al intentar huir caí en la suave nieve y vi como el lobo iba hacia la joven, no sabía que hacer, creí que la mataría pero solo la miró y comenzaron a correr hasta desaparecer de mi vista.
Me levanté y ví a mi alrededor dándome cuenta de que había un oso cerca de mi el cual al verme me gruñó y empezó a caminar hacia mi, por el miedo comencé a correr sin mirar atrás, escuchaba al oso detrás de mi, sintiendo que estos serían mis últimos momentos intente sobrevivir a como fuera, corrí y corrí, sin fijarme por donde. Caí ya que algo me empujó, no le presté atención a que me hizo caer, solo me levanté y seguí corriendo mientras escuchaba un chillido, un poco después llegué donde grabé las fotos, llamé a Max y él al escuchar mi nerviosismo vino lo más rápido a por mi y me dejó al frente de mi casa sin preguntarme nada ya que sabe que no se lo diré.
Al entrar a mi casa ví que ya eran las seis y media de la tarde, pude ver que tan mal estaba mi aspecto, mi cabello estaba despeinado, mi ropa estaba llena de huecos y manchas, tenía tierra en mi cara y varios rasguños en mis brazos, fuí directo a la ducha y me quite toda la ropa, me metí a bañar y al rato oí mi celular sonar, me sequé lo más rápido que pude y contesté, al hacerlo escuche la voz de Alice, mi novia, habíamos quedado en que vendría a cenar y lo olvidé por completo.
Al colgar me fuí a mi habitación y me puse un traje, no me gusta usarlos pero ya que a Alice le gustan por que no? Salí de mi habitación y acomodé el desastre que hice, cociné y luego solo me quedó esperar.
Al cabo de 15 minutos llegó ella, traía el cabello suelto, usaba un hermoso vestido azul marino con encaje y estaba un poco maquillada, simplemente perfecta. Hablamos un rato, cenamos, nos hacíamos bromas y al final la invité a dormir en mi casa.
Después de hablar sobre varias cosas sin sentido ella se acomodó usándome como almohada, se quedó dormida entre mis brazos, acaricié su largo cabello castaño y me dormí
.....
Me desperté por una extraña sensación de vigilancia, Alice dormía tranquilamente pero esta vez a la orilla de la cama, se mueve mucho de noche así que no me sorprendió, miré la hora, 2:48 am, un escalofrío recorrió mi cuerpo, me percaté de que la ventana estaba abierta, caminé hacia ella con la intención de cerrarla y al acercarme vi algo que me inquietó y mucho, habían unos grandes ojos grises como de felino que estaban viéndome desde la oscuridad que le proporcionaba un árbol, unos ojos que podría jurar brillaban, me miraban con frialdad, luego pasó de verme a mi a ver atrás de mi, hacia Alice, su mirada no cambiaba, me giré a ver a mi novia dormir y al volver a ver a la ventana ya no estaba el dueño de esos ojos que me inquietaban tanto, a pesar de saber que se fué los seguí buscando hasta que oí una dulce voz detrás de mi.
- Mike? Que haces despierto amor? - dijo Alice bostezando mientras me abrazaba-
- Nada, vamos a dormirAl verla tan preocupada le devolví el abrazo, le di un beso y nos acostamos en la cama, aunque ella se durmió rápidamente yo no pude dejar se pensar en ese par de hermosos ojos grises que me miraban fríamente.
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El Reino De Kyores
FantasyMike es un joven fotógrafo el cual lleva una vida normal hasta que por distintos eventos conoce a uno de los cuatro guardianes, seres que contienen partes de la Diosa Kyores. En su necesidad de respuestas descubre la verdad tras los cuatro guardiane...