Vendetta

5 - "Ella"

   

                          Dwight.

     Cierro los ojos nuevamente para poder colocarme en mis casillas. Mis manos se mueven temblorosamente al sentir el frio pasar por todo mi cuerpo. Abro los ojos, tratando de observar a algun lugar, aunque este todo oscuro. A pesar de eso, algo se forma frente a mi. Comienzo a ver una chimenea en la punta de la habitacion, tan caliente que hasta llega hacia mi rostro.    Alrededor de aquel objeto caliente habrian dos sofas blancos, junto con una pequeña mesita con un libro arriba. De un momento a otro, veo sus pies acercandose al sofa, para sentarse alli y agarrar el libro. Comenzar a leerlo. Siento su olor a hierbas, a bosque. Su alma libre. Me la imagino tomando un cafe, y me imagino observando sus miradas de sorpresa cada vez que lee una parte del libro. Imagino todo sobre ella.

      Observo su sonrisa cada vez que me atrapa viendola. Su mano entrelazada con la mia, mientras la acompaño en la lectura. Le echo un vistazo al arco que esta colgado en el perchero, junto con el carjac lleno de flechas, listo para usarse. Sonrio al recordarla cazar por el bosque, su vista certera, su atencion ante cualquier ruido. De repente, la veo escribiendo en un papel desgastado. La noto apurada, con gotas de sudor en la frente. El ala de angel y demonio reposan en su espalda, gracias a su chaqueta. Detalladamente, observo como traza cada palabra que escribe en aquella condenada carta. Esa maldita carta que termina pegando en la pared, junto con una foto nuestra. Luego desaparece. Ella desaparece, los sofa desaparecen, el arco, el carjac, su libro, la chimenea... Nada existe.

   

     La unica imagen que queda en mi mente es aquella fotografia. Los dos, sonrientes, mirando a la camara, con el Sol pegando en nuestras caras palidas. Aunque tenga aquella hiriente imagen, aun guardo el ultimo recuerdo de ella. Me besa, a la vez que agarra mis cabellos con fuerza, y le susurro "Te amo". Esa frase que suena tan lejana, tan inalcanzable. Sus labios formando un "Tambien yo". Esa frase que me confirmó que era lo que ella sentia por mi. Que no era yo el unico que sentia lo mismo.

        En aquel tiempo, cuando nos conocimos, habia encarcelado mis sentimientos por ella gracias a que unas dos palabras rondaban por mi mente : "Tienes esposa". Trataba de hacer caso a mi conciencia, pero simplemente la evitaba. Ella me hacia despertar curiosidad. Su frialdad, su talento de cazadora, sus miradas acusatorias, sus enseñanzas... su sonrisa. Esa sonrisa que no aparecia frecuentemente. Aquella sonrisa que yo trataba de causar en ella.

      Esa maldita sonrisa.

      No puedo sacarme de la cabeza sus palabras... esas palabras que trataba de guardar en mi corazon, pero no lo lograba por lo desconcertado que me sentia.

  
       "Que noche la de anoche. Nunca pense que pasaria algo entre nosotros... cuando te veia con Sherry, ya perdia las esperanzas, y por eso me concentraba mas en seguir mi camino. Pero tu siempre te interponias, y eso me confundia y molestaba mas. Y al final, estuvimos aqui de vuelta, juntos a la par... y ahora estamos como antes, separados. Sin vernos. Lejos"
 

      Separados. Sin vernos. Lejos. Las definiria como las palabras que destrozaron mi corazón. No me gustó que se haya despedido de esa manera, ni siquiera se digno a decirme adios en la cara. Aunque, si me lo pienso bien, yo la habria detenido. La habria retenido para que no saliera, para que no se alejara de mi.

Pero lo hizo.

Y la deje ir.

    Paso mi mano por mi cabello, recordando el momento en el que corto aquellos largos cabellos que solia tener. Su tacto en mi, su concentracion, su mirada sobre mi... Esos momentos, aunque fueran de poco tiempo, me hacian sentir especial. Especial para ella. Porque ella es especial para mi.