Lauren Dixon ha escapado del Santuario junto con su fiel hermano el arquero. Ahora que estan fuera de ese infierno, podran reunirse con sus seres queridos. Aunque eso es algo que alegra a la hermana del arquero, Lauren tiene otros planes. La sed de...
Con mis compañeras, corremos sigilosamente hacia el edificio abandonado a unos metros del Santuario. Cuando llegamos alli, caminamos varias escaleras para estar en una altura favorable para el disparo. Llegamos a uno de los pisos, que por lo que veo tiene varias ventanas. Dejamos nuestras cosas en el suelo, y cada una de nosotras agarra un arma. Apoyo mi espalda en la pared, al lado de Sasha, quien observa por la ventana el perimetro del Santuario. Con su arma lista, ella la alza para apoyarla en el marco de la ventana, observandolo todo. Esta ansiosa, al igual que yo. Quiere acabar con el, al igual que yo; pero lo que ella de en serio sabe es que yo no me rendire por lo que dije, que yo lo intentaria al igual que ella, matariamos a Negan. Si lo queriamos hacer, podríamos hacerlo juntas. Pero una parte profunda dentro de mi quiere acabarlo a mi manera, de la misma manera con la que el asesinó a sus amigos : con Lucille. Quiero saciar ese deseo de destruirlo. Partirle el craneo, una y otra vez, para que sienta lo que sufrieron sus victimas.
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- Negan aun no sale - la voz de Sasha interrumpe mi pensamiento. Le doy un vistazo y ella se sienta en el suelo con su arma, frente a Rosita. Yo me quedo donde estoy -. Pero vi a Eugene. La miro rapidamente, extrañada. - ¿Eugene? - se adelanta a decir Rosita. - ¿Que hace el ahi? - pregunto, y seguramente parezco incredula frente a ellas. Sasha se voltea para mirarme. - ¿Que no te dijeron? - niego con la cabeza al no entender - Los Salvadores habian secuestrado a Eugene, hace unos dias. - Exactamente el dia que llegaste a Hilltop - me dice Rosita, ahora dejando de atar nudos con su cuerda. - Oh - murmuro, asintiendo. La ultima vez que vi a Eugene fue cuando llegué a Alexandria con los Salvadores. No sabia que lo habian secuestrado. - Parecia estar dando ordenes - comenta Sasha. Me acerco a la ventana, con el arma en alto, y miro hacia afuera. Eugene, que esta bien vestido debo agregar, parece estar dandole ordenes a unos hombres, aputando hacia la reja de caminantes. No puedo creer que el esté haciendo esto. Aunque de seguro lo esten obligando, porque Eugene haria cualquier cosa con tal de no ser asesinado. - Podria tramar algo - susurro para mi misma, pero se que ellas me oyen. Dejo de mirar por la ventana para apoyarme nuevamente en la pared, y le presto atención a Rosita, quien sigue haciendo nudos con una cuerda. - ¿Como haces esos nudos? Jamas me salieron - pregunta Sasha, observando a Rosita. Esta solo la mira, y vuelve a lo suyo. - Ya no te serviran - dice, restandole importancia a la pregunta que hizo la morena. - Tal vez si - dice esta ultima. Rosita se queda dudando un poco, pero luego le da una mirada a Sasha y asiente. - Bien, este es el primer paso - comienza Rosita, captando la atencion de Sasha -. Cruza la soga en la mano asi, agarra esta parte, bajala, y luego la pasas. ¿Lo ves? Listo. Rosita le da a Sasha la cuerda para que lo intente. La morena comienza a intentarlo, mientras Rosita se acerca a mi lado para observar por la ventana. - ¿Te digo algo? Es una suerte tenerte con nosotros - dice Sasha , y se que se refiere a Rosita -. Sabes hacer de todo. Y tu - ahora siento sus ojos sobre mi, y le presto atencion - sabes cazar, sabes como sobrevivir. - Todos saben como sobrevivir - le digo, tratando de ser modesta, y le doy una sonrisa sincera -. Gracias. Se que con tu vista certera tambien nos sirves. Tienes talento. La morena me sonrie y asiente dos veces. Gracias a nuestras cualidades podemos llevarnos bien. - Johnny - comienza Rosita, mirandonos a las dos -. El me enseño sobre bombas. El típico loco por la supervivencia - las tres reimos - Marcus me enseño sobre autos, el era mecanico y aspirante a doble de riesgo. Y un idiota- una sonrisa nostalgica aparece en el rostro de Rosita - A anudar me enseño Chaser. Y habia otros. - ¿Fueron los que perdiste camino a Washintong? - le pregunto, con curiosidad. - No, ellos no.... Los hombres querian protegerme. Creian que no sabia como cuidarme sola. Y era cierto. Y odiaba sentirme asi. Deje que lo hicieran y ni se daban cuenta de que cada vez aprendia de lo que estaban haciendo y aun mas. Y cuando lo superaba, me iba - asiento, entendiendo su posición -. El sexo solo era por diversion - las tres reimos de nuevo -, es el fin del mundo, merecemos un ultimo revolcón. - En eso estoy de acuerdo contigo, querida Rosita - lanzo, con una sonrisa en el rostro, mirando el Santuario desde la ventana, pensando en Dwight. ¿Acaso el estará ahi? ¿Podré verlo de nuevo? Aun recuerdo nuestra ultima noche juntos. - No sabia que te habias revolcado, Lauren - me dice Sasha, con un rostro pervertido -¿Quien es? Yo hago como si en mi boca se cerrara un cierre y sonrío. No diria mis secretos aun.