Capítulo 34: ¡Bienvenida a la Inmortalidad! (Alevan)

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Narra Steven

El día en el que debo cumplir mi misión, ha llegado y es hora de cometer mi fechoría para mantener vivo a mi legado, por lo que invito a Alexa a salir y ella acepta sin tener idea de lo que realmente quiero hacerle  jajajajaja.

La llevo a acampar al bosque, en un lugar bastante lejano, donde nadie jamás podrá oír sus gritos, lo cual es perfecto.

Estamos paseando por todo el bosque para que luego y en medio del atardecer, con el sol poniente, empezamos a armar la carpa e hicimos una fogata. Era la escena romántica perfecta y por lo tanto tuve que recurrir a ser cursi y romántico, Dios....Aunque todo salió perfectamente, ya que Alexa se creyó todo lo que dije, esto fue mucho más fácil de lo que pensé, era como actuar en una película, sólo eran palaabras vacías, ya que no sentía nada.

Al final nos quedamos acostados en una manta y viendo las estrellas, así que no perdí más tiempo por lo que empecé a besarla y acariciarla

-Steven alto, no creo que esto este bien-me dijo en voz baja-

-Tranquila nena, no te haré nada malo, solo déjate llevar-le dije mientras que acariciaba su rostro-

-De acuerdo mi amor-me dijo-

Volví a besarla hasta que finalmente la ropa dejó de estorbarnos y empecé a penetrarla rápidamente.

-¡Sí Steven Sí!

-Grita para mí, nena-le dije-

-¡No pares amor!

-Ahh si bb más- le dije-

-Si amor mío ahhhhh-Dijo raguñandome la espalda-

-Claro nena-le di repetida veces hasta que finalmente me corí en ella-

Ella gimió del placer y luego hice lo mismo en su parte trasera-

-Siente mi pasión-Le dije-

-Sí mi sr. Sí

La penetré más y más hasta que nuevamente me corrí y luego de asegurarme de que la primera parte de mi malévolo plan se había consolidado, la puse frente a mí y sobre mi piernas donde seguí penetrándola hasta que me dejó expuesto su yugular; así que saqué mis colmillos y la mordí profundamente, succionando toda su sangre.

-Ahhhhhhh Ste...Steven...

Su brazo cayó sin vida al lado derecho y estaba pálida como el hueso, al verla en ese estado y saborear su sangre en mis labios pecadores me di cuenta del error que había cometido.

-No...No yo...No puede ser....Lo siento, maldita sea, soy un monstruo de pesadillas...Un demonio chupasangre...No nena nooo....

Solo pude dejarla allí "Muerta", me vestí y salí corriendo lo más rápido que pude de ese maldito sitio, al que no regresaría más. Ya no había redención ni solución.

Hasta aquí el Cap.

-Preguntas:

¿Qué será de ella?

¿A dónde huyó Steven?

¿Cómo esto afectaría la historia?

Lo sabrán en el sig. Cap.

The Last Trip (Rebeca Di Napoli y Ana Hurtado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora