The Last Trip (Rebeca Di Napoli y Ana Hurtado)

Capítulo 36: El Ejército de los Recién nacidos

Narra Deis

Después de dejar a los estúpidos de nuestros ex prácticamente muriéndose, corremos por el bosque hasta llegar al pueblo más cercano y una vez allí, entramos como forasteras para cometer nuestro objetivo, desatando el caos  y mordiendo a cualquier persona que se nos cruce en el camino. 

Se escuchan gritos por doquier mientras que nuestras víctimas intentan huir, pero ninguno de esos humanos patéticos logró escapar. JAJAJA ingenuos.

Cada víctima que mordíamos la acostábamos en el suelo y esperábamos a que despertara pues de esta forma armábamos las redadas para organizarnos.

Los gritos seguían y seguían mientras que intentaban huir y demás pero al ser más rápida que estas pobres ovejas, simple y llanamente no pudieron  por lo que los agarrábamos por el cabello, lloraban y pataleaban pero nosotras los arrastrábamos por sus cabellos y los mordíamos sin más. Eran niños y jóvenes más que todo.

La sangre de cada uno de ellos era una preciosa mina de oro rojo, su magnificencia cuando salía de sus cuellos y la colocábamos en nuestros labios y manos era inexplicables, nos sentíamos súper poderosas, esta corría y corría por doquier y nosotras felices realizando nuestra terrible hazaña dichosas. 

En menos de cinco minutos ya estábamos rodeados de miles de recién nacidos. Esto será bueno, se los aseguro.

Fin de la narración de Deis

Narra Ana

Pasamos toda la noche alimentándonos hasta que finalmente todas las personas de ese pueblucho de quinta quedaron totalmente secas y transformadas, tanto fue así que se veían cuerpos y ríos de sangre por doquier, pero ninguna de nosotras mostró una pizca de arrepentimiento ya que no lo poseíamos, ni siquiera la conciencia nos pesaba, de hecho estábamos muy felices y complacidas con nuestra hazaña y ahora venía la mejor parte.

-Mi queridos hermanos, ya es hora que se levanten y vean el gran mundo que los rodea jajajaja ¡Despierten...despierten mis amados hijos y siembren el caos a donde sea que vayan!-Dijo Rebe, haciendo que todos los recién mordidos abrieran sus ojos a la inmortalidad que le concedimos y se pusieran de pie al mismo tiempo-

Al hacerlo les dimos un poco de nuestra sangre a nuestros hermanos. Ya no eran humanos sino como nosotras, sólo que serían nuestros fieles esclavos o sirvientes por el resto de su eternidad, incapaces de sublevarse contra nosotras, sus madres y reinas, si había un acto de insurrección lo arreglaríamos a la antigua, con sangre. 

Ya teníamos nuestro propio ejército con el que provocaríamos mucho más daño del ya causado a donde sea que fuéramos, era una perfecta escala del caos jajajaja. Haríamos que todo el mundo nos rogará misericordia, pero lo primero será encargarnos de los malditos que nos volvieron esto.

Seguro Derek ya se recuperó de la paliza que le di, aunque esta vez nos volverá a salir ileso, de cierto modo, ya que me aseguraré que muera. De hecho yo misma le daré un fin memorable para todo lo que me ha hecho, no puedo esperar a sentir su sangre entres mi manos, esto será épico.

Una vez todos despiertos y alimentados marchamos al bosque con nuestro gran ejército de vampiros a encontrarnos con los chicos que ya se veían mejor de lo que los dejamos pero no por mucho-sonriendo malévolamente-

Al llegar dije:

-¡Ataquen mi niños, hagan sus cometido! ¡Déjenme al de lentes para mí!-Salté entre los árboles y fui directo con Derek-grité y al instante nuestros esclavos se lanzaron sobre los chicos-

La verdad nos daba igual si algunos de ellos morían, sólo era una distracción para que cuando los chicos se descuidaran, nosotras aprovecharíamos para matarlos como se merecían.

Entonces el momento esperado por meses llegó y cada una fue contra su respectivo chico, lo que hizo que la pelea fuera más intensa, golpes por aquí y por allá e incluso tiramos la mayoría contra los árboles del bosque que estaban a nuestro alrededor por lo que seguimos así por mucho tiempo; ya que ninguno de los dos bandos quería ceder y menos sucumbir al otro, en especial nosotras que con cada golpe que dábamos, la ira y el odio, se apoderaban de nosotras era demasiado puesto que incrementaba más y más hasta que....

-¡Ya Basta! Gritaron los chicos al unísono haciendo que todos nos paralizáramos. Recuperamos el aliento y empezamos con una tonta discusión, pura basura, queríamos acción no habladurías.

-¡No lo creo malditos, la pagarán! ¡Basta de charlas! ¡Ataquen!- Dijo Rebe casi que desgarrándose la garganta-

Todos reiniciamos con la batalla épica entre el mal y el mal blando

-Desearán no habernos conocido-Dijo Deis usando unos de sus malignos poderes-

Y la cuenta regresiva continuó...

Hasta aquí el Cap

-Preguntas:

¿Qué pasará ahora?

¿Quién ganará?

¿Los chicos nos recuperarían?

Lo sabrán en los siguientes caps.