Stolen [Blake R.] [HIATUS TEMPORAL]

Capítulo 4

Un año después

- Querida, es hora de que vayas al colegio - La mujer habló al otro lado de la puerta.
Un nuevo año escolar iniciaría y la idea no le agradaba para nada a la chica.

Lía salió de mal humor de su cama y fue a tomar una ducha. Seguía un poco dormida y trataba de mantenerse despierta para rendir todo el día. La noche anterior había ido a la cama hasta las cuatro de la mañana. Vaya tiempo para dormir que tuvo.
Se alistó con el uniforme y se puso un listón en el cabello.
Salió de su habitación y bajó las escaleras para ir a desayunar.

Se encontró ahí con Blake, con la madre de éste y su padre.
Los miró con seriedad mientras ellos estaban sentados frente a la mesa.
Durante todo el tiempo que ella había vivido con el señor Anderson, sólo una vez se había sentado a desayunar con ella.

Caminó a la silla junto a Blake y se sentó ahí. Lo miró y lo examinó de arriba hacia abajo, notó que éste traía puesto el uniforme de su colegio.

- ¿Por qué trae puesto esto? - Señaló a Blake dirigiendo la pregunta hacia su padre.

- Irá a tu instituto - Le sonrió y tomó la mano de la mujer a su lado.

- ¿A qué se debe todo esto? ¿Por qué tomas su mano? - Los miró con confusión.

- Mira hija, es hora de que rehaga mi vida - Aclaró su garganta - Y la he elegido a ella para hacerlo - Sonrió.

- ¿Rehacer tu vida? ¿Así como lo has hecho con las últimas secreterias que has tenido? - Se cruzó de brazos.

- Mira... - Lía lo interrumpió.

- Quiero desayunar tranquila, mejor ya ni digas nada -

Llegó James con el desayuno y dejó el plato frente a ella.

Miraba constantemente la hora en el reloj esperando el momento para salir de ahí, desayunó todo lo que había hasta que finalmente llegó el momento. Se levantó de ahí y tomó de la mano a Blake levantándolo de donde estaba.

- Hasta al rato - Dijo el chico.
Lía no dijo nada y caminaron hacia la puerta principal.

El silencio inundó el lugar hasta que caminaban por el jardín.

- ¿Por qué dijiste todo eso? - El moreno la miró.

- No te importa - Evitó su mirada.

- Pero es de mi madre y de tu padre de los que estamos hablando -

- ¿Sabes desde cuándo iniciaron su relación? -

- Hace como seis u ocho meses, creo - Miró a su alrededor - Pero ese no es el punto, ¿Por qué... -

- Hizo lo mismo con mi madre - Apresuró su paso hasta estar frete al auto - Es todo lo que diré al respecto - Fue todo lo que Blake pudo entender.

- Bien, ahora dime qué salón tienes - Lía miraba a sus alrededores.
Blake sacó el trozo de papel donde lo tenía apuntado y se lo dio. Ella lo leyó y lo miró seria.

- Es ese - Le sonrió el moreno.

- Por favor - Rodó los ojos - Misma clase que yo, ¡Qué sorpresa! - Exclamó sin ánimo y entró en un aula seguida de Richardson.

- Vaya que es bonito aquí - Examinó cada parte del salón.

- Lo sé, deja te digo los nombres de cada uno de aquí - Tomó aire - Bien, él es Louis, Annie, Denise, Christopher, Reece, Albert, Alice, Bridget, Ethan, Dylan y Carol.

Tomaron asiento y varios chicos se acercaron a hablar con ambos.
El profesor les indicó que fuesen a sus respectivos lugares.

Llegó la hora de salir, la mayoría del salón rodeó a Blake y comenzaron a hacerle preguntas un tanto personales.

- ¿Con quién vives? -

- Con mi madre -

- ¿Y a qué se dedica? - Preguntó Jane.

- Cuida a Lía -

Todos comenzaron a reir.
Lía se levantó de donde estaba y fue a arreglar todo.

- Qué sentido del humor, Blake - Rió - Su madre trabaja en la empresa de mi padre, tiene uno de los mejores puestos - Dijo con indiferencia y tomó del brazo a Blake.
Miró por el jardín hasta que vio el auto que se encargaba de llevarlos.

- Me temo que debemos irnos - Lo levantó y ambos tomaron sus cosas.

Ya una vez lejos se miraron con seriedad.

- ¿Qué? Agradécemelo, todos ahí son muy prejuiciosos - Rodó los ojos y subieron al auto.

- ¡Lía! - Un rubio le gritó a lo lejos y se acercó rápidamente a ella.

Blake y ella lo miraron.

- ¿Qué pasa Reece? - Le dedicó una mirada de indiferencia.

- Mi padre irá a tu casa a hablar de "negocios" con tu padre - Se acercó a ella - Por fin podremos descubrir a qué se dedican - Susurró.

- Espera - Lo miró con confusión y se alejaron un poco del moreno - Hay que planearlo antes.

- Iré con él, allá hablaremos de todo - Le guiñó un ojo y regresó a las aulas.

- Lí... -

- Vámonos - Cerró la puerta del auto y comenzaron su trayecto a casa.

Finalmente Reece y su padre habían llegado a la mansión Anderson.
Se escucharon las voces de ambos en la planta baja y Lía aprovechó para ir con él.
Corrió a la puerta y se detuvo frente a ellos.

- Buenas noches - Les sonrió y le hizo una seña a Reece para que fuesen a su habitación.

- ¿Tienes algún plan? - La miró serio.

- ¿Qué? Si fuiste tú el de la idea - Dijo con un poco de molestia - Bien, deja pienso en algo -

Se sentó en su cama a pensar unos segundos mientras tenía la atenta mirada de el chico posada en ella.

- Tengo una idea - Sonrió - Hay uma habitación al lado de la oficina de mi padre, hace años que no la abren, supongo que tienen muebles antiguos ahí -

- ¿Hay manera de acceder ahí sin que nos vean? -

- Por la parte trasera de la casa - Lo sacó de su habitación y tomó la puerta - Te veré ahí, me pondré algo apropiado. Casi no hay vigilancia en esa zona, pero procura que no te vean - Cerró la puerta. No le preocupaba demasiado Reece, eran amigos hace años y la mayoría del personal de la mansión ya lo conocía.
Fue a su ropero y tomó toda la ropa negra que tuviese.

Una vez ya vestida salió de ahí y se apresuro a ir hacia la puerta principal de la casa. Recorrió el jardín y fue a la parte trasera.

- ¿Cómo vamos a entrar? -

- Escalando, ¿Qué esperabas? -

- Pero es... -

- No está tan alto princesa, sólo tenemos que pasar la planta baja y el primer piso - Fue hacia una esquina - Y este árbol nos ayudará -

Reece la siguió y subió después de ella.

- ¿Ves esa rama? Está cerca de la ventana - Escaló aún más y recorrió la rama. Abrió la ventana y ayudó al rubio a entrar.

- ¿No te causa un escalofrío éste lugar? -

- No - Caminó hacia una puerta - Ésta da hacia la oficina de mi padre - La abrió levemente, procurando que no se percataran de ello - No hagas ruido, acércate -

Vieron cómo miraban algo en la computadora, pero desde ahí no se podía percibir qué era.
Sintió la respiración agitada de Reece y se dio la vuelta.

=★=

Me encanta cómo todo va a comenzar a tornarse sombrío. Jakxjakska.