Amor y Abstinencia

Capitulo 3

———————— Deanna Carey ————————

Es lunes a medio día, hace una semana que volvimos del viaje que hicimos en parejas para que Alex volviera corriendo con Sam para pedirle disculpas por lo imbécil que fue al dejarla en su luna de miel por asuntos de trabajo, lo bueno es que ahora ya todo está bien entre ambos y aunque no tuvieron su luna de miel, mínimo están juntos ¿Eso es algo no?

Así que me encuentro camino a la cafetería de Scott mi amigo y futuro novio de una de mis mejores amigas, créanme de eso me encargare yo, después de todo no entiendo cómo es que Daisy y el no pueden estar juntos, quiero decir es super obvio que se quieren y se desean, hasta existe esa tensión sexual entre ambos cada que están juntos, o a metros de distancia y créanme es muy incómodo, aunque bueno todo ha mejorado, digo ahora mínimo se besan, pero vamos tienes años con su "somos o no somos novios" que están acabando con mi paciencia.

Mi teléfono empieza a sonar, rápidamente lo tomo y contesto sin fijarme quien era, pues supuse que debía de ser Sam preguntándome si ya iba en camino.

— Lo siento Sammy, ya casi llego — digo automáticamente

— Hola a ti también — Oigo que me dice al otro lado de la línea una voz masculina

— ¿Max? — Pregunto confusa

— ¿Quién más preciosa?

— Imbécil por un momento creí que eras Sam — Le digo entre risas a Max

— Si, me di cuenta ¿A dónde vas?

— Quede de ir a almorzar con Sammy en el Regin

— Oh, así que como te fue ayer que me dejaste abandonado después de que te fuiste con según tu "el sexy de azul" — Me pregunta mi amigo

— En primera su nombre es Ian — Respondo mientras me bajo de mi coche, pues ya había llegado a mi destino

— Oh perdón, "Ian el sexy chico de azul" — dice lo último en ese tono chillante que hace cada que trata de imitar mi voz

— ¿Celoso? — pregunto entre risas, ahora que me encuentro dentro de la cafetería me dispongo a buscar a Sam entre las mesas, para mi sorpresa ella aun no llegaba.

— Muerto de celos

— Eres un idiota ¿Lo sabes verdad? — contesto entre risas mientras me sentaba en una de las mesas que se encuentran pegadas a la ventana, con suerte vería cuando Sam llegue — Así que ayer me decías que por fin te diste cuenta de que tú y Margot no funcionarían

— Así que alguien esta celosa — me responde mi amigo

— Por favor, ¿celosa yo? Y luego de quien — respondo entre risas

— Oh vamos Deanna, debes de aceptar que te mueres de celos

— Oh mira ya viene Sammy, debo colgar Adiós — finalizo abruptamente la llamada, ¿Qué pasa con Max? Yo obviamente no estoy celosa de la flacucha y sin gracia de Margot.

Me quedo unos cuantos minutos más a esperar a que Sammy llegue a nuestra cita, en primera porque me muero de curiosidad por conocer el motivo por el cual desea verme hoy. Quiero decir ella esta recién casada y con su marido de vuelta en casa, además se de muy buena fuente que Alex se esta tomando unos días para estar a solas con Sam o en otras palabras Alex y Sam no han podido salir de la cama.

Al paso de unos minutos llega Sammy

— Hey — Saludo a mi amiga — Ya estaba por irme

— Lo siento mucho Dee, gracias por esperarme — me contesta mientras toma asiente frente a mi — La verdad es que necesito tu ayuda — Agrega

— ¿Así que has venido por mi ayuda?

— Dee...

— Sabia que tarde o temprano estarías aquí rogando por un bueno consejo de tu muy sabia amiga, solo era cuestión de tiempo — añado emocionada pensando en lo que mi amiga me iba a pedir, quizás un cambio de look o algún consejo privado

— Dee...

— Claro que has tardado un poco ¿No lo crees?

— ¡Deanna Carey! Dejate de cosas, necesito tu ayuda ¿Qué no lo puedes ver? — Me dice Sam algo alterada, al parecer esto era algo serio, así que guardo silencio y espero que ella prosiga y me diga que está pasando — Es Alex, él no quiere tocarme... Yo sigo siendo virgen — Finaliza mi amiga

— ¿Virgen? — Pregunto confundida, ¿Cómo es esto posible?

— Oh por dios, no te hagas la que no lo sabias — Me contesta al parecer algo molesta por mi reacción, pero es que vamos yo no me esperaba esto.

— Si lo sabía, pero no sabía que seguías siéndolo — Contesto lentamente, pues no sabía realmente que decir, esta es una situación para la que una mejor amiga como yo, no está preparada. — Lo vez, es por eso por lo que estoy en contra de esa estupidez de mantenerse vírgenes hasta el matrimonio, eso es tan primitivo, quiero decir que en esta época ya somo libres de... — No pude terminar mi oración porque mi amiga me interrumpió

— Deanna volvamos a mi tema, por favor

— Oh si, bien como las cosas no van del todo bien en la intimidad, dime ¿Has intentado seducirlo? — Le pregunto a mi amiga, pero al verla confundida añado — Ya sabes vestirte provocativamente, pero sin pasar a lo vulgar — Espero alguna reacción y al no conseguir nada agrego — Hablar en un muy inocente doble sentido — Igual que hace un momento espero que ella diga algo, pero no lo hace asi que prosigo — Ya sabes Sam, esas cosas que una hace para seducir a un chico y se anime a tener sexo contigo

— Bueno, no estoy muy seguirá de poder — Me dice mi amiga un poco apenada

— Sabes, he escuchado que cuando un matrimonio no tiene intimidad no es un matrimonio real, sino dos personas conviviendo juntas y — No pude terminar mi oración porque Sammy me interrumpió, sé que fue algo brusco lo que dije, pero lo hacía por mi amiga.

— Esta bien, lo hare — me dice derrotada y molesta — Pero tendrás que enseñarme — agrega un tanto insegura

— Creí que jamás me lo pedirías — contesto emocionada, este podría ser mi proyecto personal, después de todo últimamente no he salido a antros, bares ni a lugares típicos para ligar, pues Max ha estado ocupado con su noviecita como para prestarme atención a mi y a nuestras noches de ligue y no puedo ir yo sola, me veo muy desesperada yendo sola y Chris últimamente está muy ocupada en el trabajo y no tiene tiempo para salir como en los viejos tiempo, así que mi agenda está libre para ayudar a mi amiga, además esta podría ser mi buena acción del año — Bien primero tendrás que vestir como una diosa del sexo — le digo a mi amiga, poniendo en marcha el plan "Seduce a tu marido".

Estuvimos Sam y yo como una hora y media hablando sobre temas básicos como "Porque las mujeres no debemos de vernos desesperadas" y que decir para sonar como una bomba sensual sin caer en lo vulgar, pero mi amiga al parecer no entendía nada de esto, así que mejor opte por hacerle un pequeño libreto para que ella siga al pie de la letra y pudiera conseguir con éxito su objetivo. Ahora si Alex no cae en esta pequeña obra que le vamos a montar, créanme es porque el muchacho prefiere a su mismo bando.

Lo cual siempre he pensado, quiero decir, ¿es posible tanto autocontrol? Después de años de relación célibe uno pensaría que después de ese acepto su amiguito volvería a la vida y mandaría bien lejos su autocontrol, pero no, el prefirió dejar a mi amiga para irse a trabajar ¿Acaso eso es normal?

Al final Sam y yo nos retiramos y nos disponemos cada una a tomar nuestro camino, yo emocionada me dirijo a mi apartamento para empezar con el increíble libreto que necesita Sammy, prepárate Alexander porque no tendrás escapatoria de esta, la gran Deanna Carey se encargara de esto.