Y él me preguntó:
¿Crees que realmente haz mejorado en los meses que hemos estado juntos?
No supe qué responder,porque no sentí un cambio muy notorio.
Seguía fantaseando con un posible futuro juntos y lo único que había hecho bien era escribir poemas que a la gente le encantaba.
Supe las cosas extraordinarias que podría lograr y en muchos momentos me sentí alguien grande,alguien que se podía comer al mundo y que tenía en sus manos todo lo que necesitaba.
Pero de igual manera no supe que responder.
No supe qué mirar,así que observe el filtro de un cigarrillo que estaba a su lado izquierdo,volví a ver sus ojos y volvía a ver el filtro.
Pensé tantas cosas,menos en la respuesta.
Ya habían pasado varios segundos para lo que él me dice :
Claro que haz cambiado,te haz vuelto una mujer fuerte,haz aprendido un poco a cocinar y puedo decir que fuera de todo lo que está sucediendo en este momento...me siento orgulloso de ti,mi amor.
Esas palabras aceleraron mi corazón.
Y fue en ese momento en donde me di cuenta de que él me estaba observando desde siempre.
Los demás pueden amar a sus parejas por los detalles,ya sean rosas o chocolates,por noches de películas y viajes a lugares que nunca habían conocido.
Él no necesitó darme algo,yo ya había tomado como un hermoso detalle sus palabras de aliento y nunca necesitó darme algo material para que yo supiera que me ama.
Y así como él se dio cuenta de que me amaba,así mismo me di cuenta yo.
Él solo quería que yo me esforzara en algo.
Y yo ya estaba comenzando a poner manos a la obra.
Y ahí es donde te das cuenta de quien vale la pena y quien no.
