La segunda vez que la vi estaba a mi lado. Desperté en algún hospital donde no se escuchaba a nadie más. Yo acostada en aquella cama,y ella mirándome. Su aspecto ya era algo bizarro y aterrador pues no vestía prenda alguna y su cabello había desaparecido,su cuerpo estaba extremadamente delgado,su mirada era penetrante. Debo admitir que sembró cierto miedo en mi.
Ella se levantó y tomó mi mano. Su voz quebrantada decía que era hora de irnos. Yo no quería,recuerdo que las lágrimas empapaban mi rostro. Apareció un chico en silla de ruedas,cual rostro no recuerdo,ni voz escuché en algún momento. No recuerdo haberme levantado,pero ya estaba caminando a su lado. Yo seguía con un miedo profundo.
Íbamos por aquel pasillo desierto,en donde apareció un hombre de traje. Le implore que no dejará que ella me llevara,que no la conocía. Comencé a gritar mi nombre completo con la esperanza de que fuera un error.
Para lo que él me respondió: Eres la persona correcta,no hay ningún error.
Sentí un nudo irremediable en la garganta.
- Sé que no la conoces,nadie la conoce. No te aferres,tarde o temprano la acompañaras.
Me resigné...
Y camine junto con ella.
Sentí jaloneos,pues mi amiga me estaba despertando de aquel sueño. La chica se comenzó a retorcer,gritando palabras que desconocí.
Finalmente desperté. Pero supe que aquella mujer volvería por mi.
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