El Mercenario de Dios

El dia que me converti en la Muerte

Entre el sonido de las balas y los gritos,  me encontraba en el piso, mis pupilas se nublaban de un color blanco, Ángeles me elevaban al cielo, con vestidos llenos de plata y oro ellos me llevaban a mi juicio, al estar ahí, fui condenado por asesinato, y crueles actos en mi vida, Ángeles que brillaban me juzgaban por mis actos, mientras mi sonrisa tétrica no desaparecía.
Después de ser juzgado y golpeado por Los Ángeles, me encontraba en una celda junto a los
Demás malditos como yo, nos alimentaban con los restos de comida que Los Ángeles, éramos todos los días maltratados y obligados a trabajar, en fin.
Al
Pasar de los días yo era famoso por pelear en mi celda, me llamaban la muerte, por dejar cerca de ella a todos aunque estuvieren muertos, Jem... que irónico,
¿No?
Mi fama iba creciendo, en este reino donde solo
Gobernaba un dios, un reino donde para los mortales era el
Paraíso, un reino donde La Paz reinaba gracias a él, y bueno, los malos... solo
No tiraban a celdas por nuestros actos como mortales, después de todo, no me importa, en el fondo sé que lo merezco.
Llevo escribiendo en este diario mucho tiempo, por meses, creo
Que olvide presentarme, soy Rehhagel, Rehhagel kostwich, en mi vida como mortal fui un mercenario mal
Pagado, morí en un tiroteo en México, intentado defenderme de otros mercenarios que buscaban mi cabeza, pero bueno... no alcance a sobrevivir.
Yo nunca entabló
Conversación con nadie, hasta un día, que desde el juicio dios me llamo, para un favor, que raro..., fui sacado de la celda hacía el juicio, Ángeles rodeaban a dios, yo solo agachaba mi cabeza sin mostrar respeto.

- Bienvenido Rehhagel, te he llamado para un trabajo especial que tengo para ti, una oferta que cambiará tu vida para siempre, espero que te guste.

+.... Escucho, ¿Que trato?.

- Como sabes mi reino, se maneja por deidades, que rigen a la humanidad desde aquí, he visto tus habilidades de combate y tu puntería, he visto tu inteligencia Rehhagel, he visto tu potencial.

+ Vaya al grano (Tono enojado)

- Veo que apreciabas mucho tu vida, que cuidabas mucho a tu gente, que dolor habrá sido para tus amigos que hayas muerto, ¿no?,
Te devolveré a la vida..., pero con un trabajo especial

+ ¿Cuál es? Dios.

- Serás la muerte, te encargarás de matar gente, gente indeseada en este mundo, eliminaras y quitaras a la gente escoria o que  ha llegado su hora, decidías quien muere, pero bajo mi
Permiso, y obedecerás mis órdenes, tu trabajo será mantener el orden en la tierra, ¿Aceptas? Rehhagel.

+ -Sonríe- Acaso... ¿soy el mejor matando?, Aceptó, seré la muerte

- De ahora en adelante, tu serás
quien muere, tu elegirás el destino de cada persona, tu!, serás la muerte
-extiende su dedo-

Mis ropa como mi alma, cambiaron, mi
Ropa de prisionero fue cambiado por un traje elegante, y unos zapatos perfectos, mi cabello más oscuro, mi fuerza era 100 veces más, y mi inteligencia mucho más grande y mis ojos... cambiaron aún tono rojo carmesí brillante.

- Te otorgaré mi sello, el cual te otorgará dones divinos, dones que solo la muerte tendrá

En mi mano izquierda se había incrustado un símbolo en forma de cruz satanica, la cual me daría unos dones que pronto descubriría, el
Primer don que me
Dio fue el don de relentizar el tiempo, con mi mano izquierda podría usar magia en pocas palabras, y esquivar cosas, me recordaba al juego de skyrim...
Se me entregó un equipo de armas para asesinar, una desert eagle y una ballesta escondida en mis mangas, una pequeña espada afilada, y cuchillas arrojadizas, estaba listo para ser la muerte...