CAPITULO 4 " ¿Aun vale la pena seguir? "

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Sam, Sam no sabes cuanto te necesito ahora – pensé- voltee a mirar a esa chica de cabello rizado que estaba junto a mi, la cual estaba con su celular en las manos sonriendo.

-¿Qué haces?- dije

-Solo mando un mensaje-

-Ah- conteste sarcásticamente.

Entro el profesor, así como son los profesores, cara amargada, con portafolio, de traje negro. Me limpie las lágrimas y mire hacia el frente. Era la clase de Psicología, casi no le puse atención. En verdad me sentía mal, sentía que ya no tenia caso seguir estudiando, seguir con mi vida, seguir fingiendo que todo iba bien… y sin amigos, sin nadie en quien confiar, sin nadie que me dijera que todo estaría bien, que mis papás seguirían juntos y estaríamos los 3 como una familia perfecta, de nuevo. Fueron los 50min mas largos de mi vida, la clase seguía y el profesor no paraba de hablar. Estuve a punto de quedarme dormida, completamente dormida, Sam lo noto y me dio un codazo, abrí los ojos de un sopetón y me di cuenta de que el profesor me miraba con una cara de que me preguntaba algo…

-Señorita Sheridan- dijo.

No supe que contestar y me quede callada.

-¿Puede responderme la pregunta que le acabo de hacer?

-Disculpe, no lo escuche-

-¿Me quiere decir porque no esta poniendo atención a la clase?-dijo molesto.

-No es mi día, simplemente, disculpe- conteste.

-¡Ah! Yo vengo a dar clase y la señorita no quiere poner atención porque no es su día- dice a toda la clase.

Todos comenzaron a reírse. Me desespere, explote, me enoje.

-¡USTED NO SABE LO QUE ESTOY PASANDO, NADIE DE USTEDES LO SABE, LO QUE MENOS NECESITO AHORITA ES BURLAS Y CRITICAS, BASTA YA POR FAVOR!- dije llorando.

Salí del salón corriendo, me dirigí al patio y me senté en una barda bañada en lagrimas… no podía dejar de hacerlo, tuve sentimientos encontrados, choque yo misma, me engañe, me deprimi…termine sentada en el suelo con mis piernas amarradas a mis manos meciéndome adelante y atrás...

-Hola- dijo alguien.

No voltee a ver quien era, total alguien vino a molestarme de nuevo.

-¿Qué te pasa?- volvió a decir.

-¿Te importa?, ¡Ja! A nadie le intereso- conteste.

-Creo que me gustaría escuchar que te pasa- dijo aquella voz masculina.

Voltee a mirarlo, ¡WOW! Era realmente perfecto…

-E-e-es una larga historia- tartamudee 

-Creo que tengo tiempo, pero oye aquí no es el lugar, ¿nos vamos?, te invito a tomar un café- dijo

Realmente no quería seguir en esa maldita escuela por ese día.

-Esta bien- dije limpiando mis lágrimas.

-Carter- dijo

-Aqua- sonreí.

-Aqua, tienes una hermosa sonrisa- dijo saludándome con un beso en la mejilla.

No supe que contestar pero sentí que me enrojecí como un tomate. ¡QUE PENA!

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