Capitulo 9

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Capítulo 9

XXXX

Estaba viendo fijamente el paisaje urbano, había pasado 10 años desde que no estaba aquí. La ciudad no había cambiado demasiado, no desde la última vez que estuve aquí. Dejar Seattle fue algo difícil, pero iba a hacer lo que fuera por el, estaba muy enamorada de él y el sentimiento que tengo por no cambio a pesar de los años. Pasamos tanto juntos, tantas sonrisas, tantas lagrimas, tantas peleas, tantas reconciliaciones, en fin pasamos muchos años juntos. Ambos ya teníamos una vida juntos, ya era el momento que ambos estábamos esperando. Unas manos me sacaron de mis pensamientos

-¿en que piensas princesa?-dijo él besando mi mejilla para después apoyar su barbilla en mi hombro

-en nada, bueno en realidad en qué extrañaba estar aquí-dije suspirando

-tenemos que ir a la casa de tu madre, está loca por verte cielo-dijo él y empezó a besar mi cuello. Me removí por las cosquillas que me causaba, empecé a reír después de soltarme de su agarre.

Me prepare para ir a la casa de mi madre, desde que se enteró que nos íbamos a casar no para de atosigarme. Me está volviendo loca, sé que es la emoción pero ella está más emocionada que yo por la boda.

¡Por Dios! Solo es un día, donde todo tiene que estar perfecto, nada puede faltar ni fallar.

-¿Ya estás lista?-dijo él entrando otra vez a nuestra habitación

-¿cuantas veces tengo que decirlo?-dije poniendo los ojos en blanco, odiaba eso. El asintió, salimos y tomamos un taxi para ir a la casa de mis padres, cuando empezó el recorrido empecé nerviosa, cuando lo terminé estaba nostálgica, muchas de las cosas no habían cambiado. Eso era bueno, para mi no era fácil adaptarme a los cambios.

-después de visitar a tu familia, ¿podemos visitar la mía?-dijo él besando mi mejilla

-¡claro que si! Adoro a tu madre-dije y salimos del taxi, el pago la tarifa y nos dirigimos a la puerta. Al segundo toque apareció mi madre con una expresión de felicidad en el rostro, meses que no nos veíamos y el grito fui inevitable.

-¡Venus!-grito para después abalanzarse hacia mí de manera un poco brusca

-hola mamá-dije jadeando ante el dolor del abrazo

-¡Lucas!-volvió a gritar para abalanzarse a él, esta vez el grito me dejó un poco aturdida, fue un grito a todo pulmón.

Me encontraba un poco confundida pero en fin era uno de los días más felices de mi vida, verla era increíble, mi madre nos hizo pasar dentro de la casa, los recuerdos llegaron lentamente a mi. Sonreí al hacerlo, en esta casa las cosas habían sido fáciles, toda había sido un cuento de hadas hasta que me fui a la universidad. Mi vida fue un desastre por unos cuantos años, hasta que Lucas volvió a rescatarme, me quede viendo fijamente la tasa de té que mi madre había puesto frente mío

-¡tenemos una noticia que darte!-dije con toda la alegría acumulada que tenía

-¿no me digas que estás embarazada?-dijo mi madre tomando un sorbo de té y su cara de pánico fue muy cómico en ese momento

-¡claro que no!-dije aterrada con la idea mientras que Lucas estallaba de la risa

-pensamos casarnos primero-dijo Lucas una vez que la risa había calmado y asentí, mi madre me vio atenta, sonrió cuando se escuchó la puerta abrirse seguro era mi padre, unos pasos ligeros se escucharon hacia la sala

-¡Dakota!-grite al ver a mi prima, ella se puso pálida igual que el papel, ¿tanto había cambiado?

-Venus-dijo en un susurro casi inaudible y su mirada se dirigió hacia mi futuro esposo, le dio una pequeña sonrisa traviesa causando en mi confusión total

-Dakota-dijo de manera cortante Lucas, causando aún más confusión en mí

-¿pasa algo?-dije alternando mi mirada entre ambos. No me gustaba la clase de miradas que se lanzaban entre ellos, algo había sucedido mientras no estaba y no pensaban decírmelo. Dakota sonrío con cinismo mientras negaba con la cabeza, se acercó lentamente hacia mi y me abrazó. Era un abraso frío y sin sentimientos, esta mujer no era mi prima.

-claro que no primita, no esperaba su visita-dijo ella yendo hacia Lucas, lo abrazó más de la cuenta y por alguna extraña razón eso llegó a molestarme. Involuntariamente alce mi ceja de manera molesta, haciendo que Lucas se tense y la separe al instante.

-Dakota, ¿quieres tomar algo?-dijo mi madre, hasta ese momento me había olvidado de su existencia. Ella parecía tan ajena a la situación, no entendía las crueles intenciones que iba a tener su sobrina en el futuro.

- lo que tengas por mi está bien tia-dijo ella mientras se iba a posicionar frente de mi prometido, la molestia recorrió mis venas y los veía buscando una explicación que parecía no llegar. Muy tarde me di cuenta, pero para mi también ya fue tarde en ese momento.-¿cuando volvieron?-

-hace unos días-dije cortante, era tan diferente el trato que teníamos ahora comparado al que teníamos en la adolescencia

-¿porque lo hicieron?-dijo ella agradeciendo con la mirada cuando mi madre le dejó un té en la mesa

-¡van a casarse!-grito mi madre, haciendo que Dakota salte en su asiento de manera molesta

-¿estás embarazada?-dijo ella viéndome fijamente mientras tomaba un sorbo al té.

-claro que no, pero acaso ¿no podemos casarnos?-dijo ahora molesto Lucas

-¡pero que hormonas!-exclamó Dakota y levante mi mirada-solo fue un comentario inocente-

-deberías guardarte tus comentarios entonces-dijo Lucas, la tensión iba creciendo cada vez más

-Mami ya tenemos que irnos-dije tomando el último sorbo del té- quedamos con la familia de Lucas-

Después de una larga despedida con mi madre, una cortante con Dakota, salimos de la casa en dirección a la del lado. Llamamos a la puerta y esperamos, abrió quien menos pensaba

-¡Logan!-dijimos al unísono con Lucas, este día iba de mal en peor

Crueles Intenciones [3° T.P.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora