Frágil

El chico de los ojos tristes

Hoy vi unos ojos perdidos y sin rumbo, unos ojos llenos de tristeza y heridas profundas.

Un rostro sin sonrisa, sin esperanza,  no tenía  un motivo de existencia por el cual seguir de pie.

Lo mire y sentí su pena, le sonreí y le quería decir con mi mirada: " tranquilo no estas solo". Pero no fue suficiente para alcanzar sus sentimientos.

Me acerque y lo salude, no con un abrazo o un apretón de mano simplemente con un — Hola ¿Cómo estás? — .

Sus ojos se cristalizarón como si quisiera llorar.

Y a mi se me estrujo el corazón, lo quería abrazar darle fuerzas, no entendía su situación, no entendía que tan dañado estaba, no sabía cuantas cicatrices se mantenía abiertas.  No entendía nada más que una cosa, darle lo mejor de mi en ese momento.

Lo abrace y escuchaba su llanto, no decía nada solo silencio y abrazos correspondidos es lo que había.

Susurre a su oído y le decía con paciencia:

— tranquilo, no sé que tengas, no sé que te haga llorar, pero todo problema tiene una salida, no estas solo, la vida es parte de un proceso y como cada proceso tiene su victoria.—

No escuche palabra alguna pero si un gesto de agradecimiento, sus brazos me acercaron más a el y me sujetaba como si necesitara esto, como si con este abrazo todo aquello que lo atormentaba se estuviera esfumando.

Luego de un rato fuimos tomando distancia nos miramos, seque sus lagrimas con mi dedo pulga y acariciaba su rostro con suavidad, el se apoyaba más en mi mano y cerraba sus ojos yo solo lo veía y no entendía como estaba así con alguien que desconocía.

No sabía su nombre ni el, el mio. Solo sabía que le estaba dando lo mejor de mi en ese momento al chico de mirada profunda y heridas abiertas.